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Gigante entre enanos

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Nancy Pelosi. Foto: Flickr

Opinión

Por lo general, un partido que regala dos billones de dólares sin preocuparse de dónde saldrá el dinero puede hacerse de al menos unos cuantos votos. 

Sin embargo, el recorte fiscal de Donald Trump sigue siendo considerablemente impopular y los republicanos apenas lo mencionan en las campañas; de hecho, los demócratas están usando el recorte fiscal más a su favor que los republicanos.

Los republicanos tampoco están hablando mucho de la guerra comercial de Trump, que también sigue siendo impopular.

Entonces, ¿qué puede usar el Partido Republicano en sus campañas electorales? Puede enfatizar la supuesta amenaza de los inmigrantes no autorizados, pero eso tampoco les ha dado mucho impulso. En cambio, los comerciales de ataque de los republicanos se han concentrado cada vez más en uno de sus diablos habituales, o más bien, diabla: Nancy Pelosi, la expresidente de la Cámara de Representantes y quien posiblemente vuelva a ocupar ese puesto.

Así que parece que este es un buen momento para recordarles a todos que Pelosi es sin duda una de las más grandiosas presidentas de la era moderna y seguramente se encuentra entre las personas más impresionantes en desempeñar ese cargo. Además, es interesante preguntarse por qué los medios y, por ende, el público en general, le dan tan poco crédito por sus logros.

¿Cuáles han sido los logros de Pelosi? Primero, como líder de la minoría en la Cámara de Representantes, desempeñó un papel fundamental en rechazar el intento de George W. Bush de privatizar la Seguridad Social.

Luego fue la figura clave, incluso se podría decir, más importante que el presidente Barack Obama, para la aprobación de la Ley de Atención Médica Asequible, que produjo una caída espectacular en la cantidad de estadounidenses sin seguro médico y ha probado ser sólida, para sorpresa de muchos, incluso ante el sabotaje de Trump y sus secuaces. Ella ayudó a promulgar la reforma financiera, que ha resultado ser más vulnerable a ser socavada, pero que a pesar de ello ayudó a estabilizar la economía y protegió a muchos estadounidenses del fraude.

Pelosi también ayudó a aprobar el plan de estímulos de Obama que, en general, según los economistas, mitigó la pérdida de empleos a partir de la crisis financiera, además de ayudar a sentar las bases para una revolución de energía verde.

Probablemente, también vale la pena observar que Pelosi no se ha visto afectada por supuestos escándalos personales, lo cual es sorprendente dada la capacidad de la derecha para fabricar dichas acusaciones de la nada.

Así que, ¿en qué se compara Pelosi con los cuatro republicanos que han ocupado el cargo de presidente de la Cámara de Representantes desde que el Partido Republicano asumió el control de este órgano en 1994?

Newt Gingrich fue un arrogante que paralizó al gobierno en un intento fallido de chantajear a Bill Clinton para que redujera Medicare, y luego encabezó el juicio político a Clinton por tener una relación fuera del matrimonio, aunque él mismo engañaba a su esposa.

Dennis Hastert, como ahora se sabe, acosó sexualmente a adolescentes de sexo masculino. Dejando de lado el comportamiento personal, la "regla Hastert", conforme a la cual los republicanos podían apoyar solo las legislaciones aprobadas por una mayoría de su propio partido, empoderó a los extremistas e hizo que Estados Unidos fuera menos gobernable.

John Boehner no hizo mucho, excepto oponerse a todo lo que Obama propuso, incluyendo medidas críticas para lidiar con las consecuencias de la crisis financiera.

Por último, Paul Ryan, el actual presidente, que está a punto de dejar el cargo, es una estafa: un falso cazador de déficit cuyo único logro legislativo es un recorte fiscal que hará estallar el presupuesto, un falso analista político cuyas propuestas presupuestarias siempre fueron pretextos y engaños a todas luces, que fingían abordar el déficit presupuestal, pero en realidad solo redistribuían el ingreso de los pobres a los ricos.

Por ende, luego de ver a los presidentes modernos de la Cámara de Representantes, Pelosi se posiciona como una gigante entre enanos. Sin embargo, eso es algo que la cobertura noticiosa que se le hace nunca nos dirá.

¿Porqué se ataca a Pelossi? Es cierto que es una política partidaria, pero no más que los republicanos que ocuparon el cargo antes y después de ella. Sus posturas políticas están mucho menos en desacuerdo que, digamos, los intentos de Ryan de privatizar Medicare y acabar con su financiamiento. Así que, ¿cuál es el hecho de que los republicanos la siguen atacando? Tal vez que es mujer; una mujer que parece haber desempeñado mucho mejor su trabajo que cualquier hombre del que tengamos memoria en fechas recientes.

¿Todo esto quiere decir que Pelosi debería ser presidenta de la Cámara de Representantes de nuevo, en caso de que los demócratas vuelvan a controlarla? No necesariamente: se pueden esgrimir argumentos a favor de un nuevo rostro a pesar de su historial extraordinario.

No obstante, sus logros realmente han sido fuera de lo común. Es lamentable que los republicanos no tengan mejores argumentos de campaña que satanizar a una política cuyo historial los hace verse patéticos. Y también es lamentable que muchos de los reportajes de medios noticiosos repitan esos ataques infundados.

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