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Financiamiento externo muestra fuerte caída

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AFP fotos - SKOREA-CURRENCY-FOREX - FIN - A bank employee holds US dollar bank notes at the Korean Exchange Bank in Seoul on October 7, 2008. Korea's won fell to an over six-year low on increased concerns that the global credit crunch is deepening as it is exacerbated by slumping stock markets, dealers said. AFP PHOTO/JUNG YEON-JE SKOREA-CURRENCY-FOREX - SEOUL - - - REPUBLIC OF KOREA - jyj/PL¶Riesgo. Los ahorristas huyen de él optando por posiciones más seguras y más cercanas.¶DOLARES, BILLETES
jyj/PL - AFP - AFP¶afp¶/AFP

Inversión extranjera directa bajó 24% en el último año móvil, la menor desde 2012.

Los datos relativos a la balanza de pagos recientemente divulgados, aportan información adicional que contribuye a complementar el análisis de la coyuntura económica. Ayudan a entender varios de los comportamientos exhibidos por las principales variables en el último trimestre, en el que el PIB, y en particular el consumo privado experimentó una caída, tras un largo período en el que lideró el crecimiento.

El dato más llamativo es la fuerte contracción que mostró el financiamiento externo a la economía uruguaya. En el año móvil finalizado en junio de 2014 el flujo de divisas que recibió Uruguay a través de la cuenta capital y financiera ascendió a US$ 6.539 millones. En el año móvil que terminó en junio del presente año dicho flujo se redujo a US$ 2.255 millones.

Ese menor financiamiento ingresó bajo distintas modalidades, como ser Inversión Extranjera Directa (IED), depósitos de no residentes, colocaciones de cartera y endeudamiento. Si bien no todo el flujo se vuelca directamente al gasto, una parte importante sí lo hace, por lo que una contracción tan fuerte explica en buena medida el descenso de la demanda interna en el segundo trimestre del presente año.

Si no puede ver los gráficos haga click aquí.

Inversiones.

Al analizar el desempeño de los distintos flujos no sólo se puede entender mejor el desempeño actual de la economía, sino que se pueden extraer algunas pistas respecto al futuro próximo. Tal es el caso de la IED, que cayó un 24%.

Es importante hacer una aclaración con respecto a la IED para relacionarlas correctamente con las inversiones totales que se llevan a cabo en el país. Cuando se divulgan los datos de cuentas nacionales que hacen referencia a la inversión, se refieren a aquellos gastos destinados a incrementar el acervo de capital de la economía, por ejemplo nuevas máquinas o construcción de edificios. Por su parte, los datos que se desprenden de la balanza de pagos refieren a compras de activos por parte de no residentes, pero no necesariamente al incremento del stock de capital. Por ejemplo, la compra de una empresa en marcha, un campo o un apartamento ya terminado en Punta del Este no son inversión física propiamente dicha y no incrementan el acervo de activos.

No obstante ello, un flujo tan importante como el que recibió la economía uruguaya a lo largo de la última década, y a la luz del incremento que experimentó la inversión física en el mismo período, marca una correlación positiva entre una y otra variable. Y el descenso que experimentó la IED tras alcanzar un máximo un año atrás presagia una disminución de la inversión total en el corto plazo.

Varios son los factores que lo explican. En primer lugar, la finalización de las obras de Montes del Plata y la no perspectiva en el horizonte cercano de otra obra de características similares. Pero por otro lado, el nuevo contexto económico. Aproximadamente la mitad de la reducción de los flujos de IED corresponde a menores compras de campos y otros inmuebles.

En ambos casos influyen las expectativas a futuro, ya que los precios que han alcanzado esos activos medidos en dólares están en niveles altos y no hay perspectivas de que sigan valorizándose como en el pasado. Ello impacta negativamente en la industria de la construcción, fundamentalmente en la destinada a este nicho del mercado.

Por otra parte, los menores precios que está recibiendo el agro por sus productos también hacen que los productores, a la hora de embarcarse en nuevas inversiones, se vuelvan más prudentes.

Agreguemos a ello el descenso en el precio del petróleo, que si bien por un lado es una muy buena noticia en el corto plazo al disminuir los montos que hay que pagar para importarlo, por el otro lado afecta las decisiones de inversión de las empresas interesadas en explorar en el mar uruguayo.

Reservas.

Otro hecho destacado es la evolución de las reservas en poder del BCU. Como se mencionó anteriormente, no todo el ingreso de capitales que recibió la economía en los últimos años se destinó a gasto, lo que permitió una acumulación de reservas por parte de la autoridad monetaria. A partir del segundo semestre del pasado año comenzó a revertirse el proceso de acumulación. Salvo en el primer trimestre del presente año, en los tres siguientes disminuyeron los activos de reserva en US$ 1.150 millones. En el primer trimestre del año aumentaron en un monto levemente inferior, debido a la reapertura del Bono Global 2050. En el último año móvil las reservas cayeron en US$ 74 millones.

Los datos del tercer trimestre muestran que ese lapso los activos cayeron en US$ 260 millones. Los cambios que están se están procesando en los portafolios de los agentes económicos hacia el dólar y el ruido que genera la situación regional, muestran un descenso de la inversión de cartera en plaza y un aumento de las colocaciones de los bancos en el exterior.

El descenso de las reservas es sinónimo de un menor flujo a través de la cuenta capital y financiera. Una forma de entenderla es como el financiamiento de la cuenta corriente, que mide a su vez el exceso del gasto de los residentes de la economía frente al resto del mundo. En los últimos años, la cuenta corriente fue crecientemente negativa porque contó con financiamiento.

En estos momentos ese flujo se ha frenado e impacta en el gasto de los uruguayos. El déficit en cuenta corriente se redujo en un punto del PIB a lo largo del último año situándose en el 4,1%, de los cuáles 3,2% se explican por el sector público. Es decir que el sector privado prácticamente está en equilibrio, cuando dos años atrás era deficitario en cuatro puntos del producto.

En un contexto de cambios en las expectativas, con menor financiamiento externo y una suba esperada en el precio del dólar, todo hace prever que se mantenga la moderación del gasto en consumo privado. El menor gasto total restará dinamismo a la economía, elemento que se debe tener en cuenta en las negociaciones salariales en marcha.

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