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¿Cuál es la estructura de consumo de los uruguayos?

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TEMA DE ANÁLISIS

El gasto efectivo en la canasta de consumo de los hogares resulta de $ 53.931 de 2020, sin el valor locativo y Fonasa.

El gasto efectivo de los uruguayos -relevado en 2016-17 y expresado en precios de 2020-alcanza un monto promedio mensual cercano a los 54.000 pesos, aunque se extiende en un rango entre 29.000 y 98.000 pesos, de acuerdo al nivel de ingresos de las familias.

¿Qué es la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos 2016-17?

La Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos (ENGIH), que se realiza aproximadamente cada diez años, es uno de los principales relevamientos que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la información que contiene resulta de gran importancia para profundizar en los patrones de consumo de los uruguayos. Al medir simultáneamente gastos e ingresos, se puede identificar las diferentes estructuras de consumo ordenadas por deciles de ingresos de los hogares. Esto resultará el punto de partida para una próxima actualización del Índice de Precios al Consumo (IPC) y la Línea de Pobreza, que es la que permite medir la pobreza por el método del ingreso.

¿Cuál es el gasto efectivo en consumo de los hogares?

Al actualizar a precios de 2020, el gasto mensual en la canasta relevada por INE (en 2016-17) alcanza a 70.891 pesos uruguayos, incluyendo las imputaciones -ficticias- del valor locativo y de la imputación por cuota Fonasa, que no son una decisión efectiva de consumo del hogar. Depurando estos dos gastos ficticios, el gasto efectivo en la canasta de consumo de los hogares resulta de 53.931 pesos de 2020.

El rubro con mayor peso dentro de la canasta de consumo promedio del total de hogares es el de “Alimentos”, seguido por el rubro “Transporte” y por el rubro “Vivienda”, incluso sin la imputación del valor locativo (esta imputación es la cifra monetaria que el dueño de una vivienda considera sería su gasto en pagar un eventual alquiler de su vivienda).

En el caso de los alimentos, como se muestra en el gráfico, un 74% del gasto se destina a carnes, pan y cereales, lácteos y bebidas no alcohólicas, un 14% en Frutas y Verduras y el 12% en el resto de los alimentos.

¿Cómo varía el patrón de consumo de acuerdo al ingreso de las familias?

Al considerar los diferentes niveles de ingresos de las familias se logra identificar distintas canastas de consumo, que se diferencian entre sí tanto en su valor como en la ponderación de cada rubro en el gasto total. Por ejemplo, como se aprecia en el cuadro, el gasto en consumo (sin considerar Valor Locativo y Fonasa) del primer decil alcanza a 29.201 pesos de 2020 mientras que el del último decil llega a los 97.910 pesos.

Por otro lado, la diferencia entre los deciles no solo se verifica en el monto total de pesos destinados al gasto en el consumo de bienes y servicios, sino que esa diferencia se traduce en distintas estructuras de consumo: cada rubro pondera diferente dentro de la canasta de cada decil. El rubro destinado al consumo de alimentos es el que tiene mayor peso absoluto en el gasto de las familias, sin reparar a que decil de ingresos pertenece, sin embargo, en aquellas familias en que los ingresos son menores, el peso relativo de los alimentos resulta mayor. Siendo este un gasto relativamente inelástico al ingreso, el monto destinado al gasto en alimentos tiene un peso relativo mayor en aquellas familias que tienen ingresos bajos. Así, el gasto en consumo de alimentos representa un 36% del gasto total de los hogares del decil 1 mientras que representa un 16% en el caso de los hogares del decil 10.

Mientras lo anterior implica una comparación respecto al peso relativo de cada rubro dentro del gasto total dentro de cada decil (“intra-decil”), es posible identificar la importancia relativa que el gasto en cada rubro en cada decil tiene respecto al gasto promedio en ese rubro (inter-decil). Por ejemplo, como se puede observar en el cuadro, el decil 10 destina 8.072 pesos a gastos en el rubro “Artículos para el hogar”, lo que es 2,76 veces superior al gasto promedio en ese rubro (2.920 pesos), mientras que el decil 1 destina 1.261 pesos, lo que representa algo menos de la mitad del gasto promedio en ese rubro.

De esta forma, cuanto mayor sea la distancia entre el gasto destinado a un rubro en el decil 10 y en el decil 1 o 3 (se incluye el tercer decil dado que representa aproximadamente a los hogares que ya se encuentran por encima de la Línea de Pobreza), mayor el indicio de canastas con diferencias estructurales, con diferentes bienes y con heterogeneidad de precios y cantidades.

En el caso de Transporte, por ejemplo, a medida que se cambie de decil se contara con un mix diferente de boletos de ómnibus local y bienes y servicios asociados al mantenimiento de un vehículo propio.

De esta forma, de acuerdo a lo que señala el gráfico, los rubros como “Artículos para el hogar”, “Restaurantes y Hoteles”, “Transporte”, “Salud”, “Recreación y Cultura”, “Vivienda” resultan con una importante heterogeneidad entre deciles que las convierten en canastas cualitativamente diferentes que ameritan que se profundice su composición más allá de las divisiones generales y se desagreguen los diferentes bienes y servicios que la componen.

Estructura de consumo de los uruguayos
Estructura de consumo de los uruguayos

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