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Escenario de suba en salario real para 2020

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Foto: Pixabay

TEMA DE ANÁLISIS

El aumento real en las remuneraciones del sector público fue del 1,4% en 2019, superando lo que ocurrió en la actividad privada.

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El salario real aumentó 1,3% en el promedio de todo el año 2019, un incremento que es bajo, pero que no es tan bajo como lo hacía presumir el freno que se comprobó en el nivel de actividad y los aumentos en la tasa de desempleo. A pesar de ir a contrasentido con la situación en el mercado laboral no llega a presionar lo suficiente como para generar dificultades que compliquen significativamente el nivel de empleo. Los desequilibrios pueden empezar a saltar a partir del segundo semestre del 2020 cuando operen las cláusulas de ajuste por inflación de los convenios y se negocien los nuevos ajustes.

Es conveniente medir el salario real tomando promedios de varios meses. Si es un período anual mejor, pero por lo menos debe incluir todos los meses entre ajustes salariales que en la actualidad es mayoritariamente de seis meses. En el primer semestre del 2019 el salario promedio se ubicó 8,9% por encima del nivel del mismo período en el año anterior. Para el segundo semestre la tasa de variación fue mayor y alcanzó el 9,6%. Este aumento no se puede considerar una aceleración debido a que durante la segunda mitad del 2018 se negociaron varios convenios y recién se reconocieron los aumentos al momento de firmarlos sobre diciembre de ese año. La tasa es mayor pero se debe a un punto de comparación deprimido.

Del lado de la inflación se observó una aceleración en el segundo semestre del año pasado, pero no tan fuerte como la ocurrida con el salario. La variación promedio del IPC en el primer semestre fue de 7,7% y en el segundo del 8,1%. Por lo tanto, el salario real creció 1,1% en promedio durante el primer semestre y 1,4% en el promedio del segundo.

En el gráfico del cuadro adjunto se observa la variación del salario real promedio de la última década. Hay dos períodos claramente diferenciados por el nivel de variación observado. En el primer quinquenio la tasa promedio de aumento de salario real fue del 3,6% anual y en los últimos cinco años promedió 1,5%.

Sobre este segundo período llama la atención el alto incremento del año 2017 y la baja en el 2018 que tan solo logró 0,2% de aumento real. El impacto se debe a dos acontecimientos independientes, siendo el primero la presencia de un período de negociación en el 2018 que tira abajo los promedios anuales de salarios porque el índice toma en cuenta lo ganado en el mes y no los retroactivos. El segundo es la sorpresa en la inflación. En efecto, cuando la inflación se desacelera y aumenta menos que el salario nominal, los asalariados ganan poder adquisitivo. Lo que sucedió en el 2017 es que la inflación de ese año fue muy baja y tan solo creció 6,2% contra 9,6% del año anterior.

El índice medio de salarios tiene dos componentes principales que son el salario en el sector privado y en el sector público. En el gráfico de la izquierda en la zona media del cuadro se puede observar la evolución de los dos índices desde mediados del 2015. Son dos escaleras con la diferencia que en el sector privado los escalones duran seis meses y en el sector público un año. A su vez, la generalidad de los convenios salariales privados tienen una cláusula explícita de corrección si los aumentos por inflación no llegan a cubrir el alza generalizada de precios medida por el IPC, mientras que en el sector público esa condición no opera en forma predominante.

El salario real en el sector público registró en 2019 un aumento del 1,8% contra una variación del 1,0% para el sector privado. Hay más dinamismo para los sueldos en la actividad pública y eso se debe a una recuperación en el tramo final del año que ocurrió en todas las categorías de empleo de la actividad pública. En el gráfico de la derecha en la zona media del cuadro se puede ver la trayectoria reciente de la variación real del salario en las tres principales categorías dentro del sector público.

Las empresas públicas venían mostrando un nivel de salario real relativamente estable con períodos con tasas negativas y otros donde se recupera poder adquisitivo en comparación con el IPC. De agosto de 2019 en adelante, la tasa de crecimiento se incrementa en forma sostenida hasta terminar el año en el 1,2% para el promedio de todo el año.

También hay una recuperación en los últimos meses en el ritmo de crecimiento del Gobierno Central pero todavía le falta al 2,4% actual para llegar al nivel de las tasas de hace tres años donde se lograban aumentos reales del 4% anual. Por su parte, los gobiernos departamentales se mantienen en los dos últimos años en un rango de variación real de sus salarios levemente positivo, sin llegar a superar el 1% anual.

En el sector privado hay diferencias pero la dispersión entre sectores no es muy amplia. En el promedio del 2019 el aumento real más alto fue en dos sectores que tuvieron un 1,7% de aumento que fueron las Actividades empresariales e inmobiliarias por un lado y los Servicios sociales y salud por otro. En el extremo más bajo de variación también sobresalen dos sectores: Educación con una caída del -0,6% entre un año y otro y la Construcción con un retroceso de -0,4%.

Los negativos en las variaciones del último año son algo pasajero pues los convenios fijaron aumentos nominales de salarios y pautaron una corrección si no se llegaba a cubrir la inflación. Las pautas para la séptima ronda de consejos de salarios determinaban en un escenario medio un aumento de 7,5% y 7,0% para los dos primeros años y la inflación en el primer año puede haber sido muy parecida pero en la actualidad está en el 8,8%. Por lo tanto, las variaciones negativas hoy es probable que tengan compensaciones.

En el caso de que la inflación se mantenga por encima del 8% en este primer semestre, los incrementos que se negocien para la segunda mitad del año tendrán además una compensación ya acordada superior al 1%. Si al mismo tiempo se logra reducir la inflación para la segunda mitad del año, habrá un impacto al alza en términos reales que agregará tensión en la negociación del nuevo convenio y por supuesto al mercado de trabajo.

Otro tema macroeconómico es la evolución del salario medio de la economía en dólares. En la gráfica inferior del cuadro se observa la evolución oscilante que tuvo en los últimos cinco años, donde se rescata la fuerte suba que se vivió en el año 2017 con una suba del 21% en un año y medio. Las subas en la cotización del dólar en nuestro país al impulso de las devaluaciones en Argentina, permitieron algún grado de recuperación al abaratarse el costo de la mano de obra medido en dólares.

Nuevamente hay que considerar las expectativas para el 2020. Si se observan aumentos de salarios por encima de la inflación y se concreta el escenario en el que ingresan capitales a la economía, es posible que este proceso de baja en los salarios en dólares se detenga y es posible que se revierta ligeramente.

Recuperación de 2019 con la fuerza del sector público
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