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El futuro del periodismo

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Diario. Foto: Pixabay

ANÁLISIS

Como es sabido, los medios de prensa escrita tradicional sustentaban su negocio con los ingresos derivados de la publicidad.

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Solo así podían publicar diariamente una edición impresa con un gran contenido intelectual, producida por muchos periodistas en un cortísimo periodo de tiempo. Cada día, todas las noticias nacionales e internaciones se compilan y analizan en un solo ejemplar, que debe ser rápidamente editado y distribuido para llegar a los hogares a primera hora de la mañana. La prensa matutina se vendía como pan caliente, a cientos de miles de lectores y las páginas de los diarios estaban llenas de publicidad comercial.

Llegó la era digital y los medios de prensa comenzaron publicar las noticias también en la web, a sabiendas de que muchos lectores habrían de migrar del papel a la pantalla del celular o la computadora. Pero había que adecuarse a los nuevos tiempos, porque de lo contrario podía desaparecer el periodismo. Lo importante es el contenido, el vehículo de la obra intelectual es accesorio. La publicidad digital no sustituyó los ingresos que generaba la publicada en papel. Fue así, que al mismo tiempo que se multiplicaron los lectores, se desplomaron los ingresos económicos de todos los medios de prensa.

La realidad es conocida por todos, Google y Facebook, se llevan más del 70 % de la torta publicitaria y eso pone en jaque no solo a la prensa escrita, sino también a toda la actividad periodística. Es por esa razón, que en Europa hace tiempo que comenzaron a discutir como regular a estas plataformas, protegiendo los derechos de autor. Se busca evitar que desaparezca la prensa y al mismo tiempo salvar la democracia, la que solo se concibe con medios de comunicación económicamente fuertes e independientes del poder. Las negociaciones para reformar la ley de derechos de autor -copyright - llevan casi dos años, y de aprobarse definitivamente, los gigantes de Internet, como Google y Facebook deberán pagar por el uso de contenidos por concepto de derechos de autor. En el mismo sentido, en el Reino Unido se anunció la creación de una tasa especial que gravará a partir del 2020 a las principales compañías tecnológicas como son Google y Facebook.

Nuestro país no está ajeno a esta realidad, pues, si bien los medios de prensa la "vienen remando" con los ingresos provenientes de las suscripciones digitales, ello no es suficiente. Además, aunque sea un país pequeño, es necesario que exista una amplia oferta periodística, que represente a los diversos sectores de opinión, tanto en el área política, como social y económica. Incluso, también es muy importante que se mantengan los medios de prensa del interior, que son determinantes para la cultura, la autonomía e identidad de cada departamento. Por consiguiente no alcanza con ayudar a los medios de prensa nacionales, también es fundamental fomentar la actividad informativa en la radio y la televisión, tanto nacional como departamental.

Promueven la cultura.

El art. 69 de la Constitución en su actual redacción consagra la inmunidad tributaria de las instituciones culturales, quienes estarán exoneradas de impuestos nacionales y municipales como subvención por sus servicios. Pacíficamente se ha entendido que el concepto de instituciones culturales comprende a las instituciones de cultura propiamente dichas y también a las instituciones de cultura física. En este último sentido, quedan comprendidas en la inmunidad tributaria todas las instituciones deportivas del país, desde los clubes del tiro al blanco hasta los clubes de boxeo o artes marciales. Como vemos, el concepto de Institución Cultural es tan amplio, que comprende desde una biblioteca, un teatro o un museo, hasta un club de bochas o de carreras de caballos, inclusive cuando pueda estar combinado con apuestas de juego. En ese contexto, bien puede sostenerse que los medios de prensa escrita en tanto generan un producto intelectual que a veces refieren a la cultura en un sentido tradicional cine, teatro, música, arte-, y otras veces a la cultura física como los suplementos deportivos, deberían gozar de los mismos subsidios fiscales que las instituciones culturales comprendidas en el art 69 de la Constitución. A su vez, la mayoría de la información contenida en la prensa, también promueve la cultura.

Adviértase, que cuando en la Constitución de 1934 se introdujo la exoneración de impuestos a las instituciones culturales, la norma comprendía principalmente a los teatros, museos, bibliotecas, salas de cine, ateneos, y clubes deportivos a los que concurrían las personas, no solo a "cultivarse", sino también como medio de entretenimiento. En el siglo XXI son cada vez menos los teatros, escasean las bibliotecas, no se abren nuevos museos ni centros culturales. Por todas esas razones, la prensa escrita ha pasado a ocupar un rol preponderante en la cultura nacional. Los periódicos y otros medios de comunicación contribuyen permanentemente a promover la cultura nacional, no solo desde las páginas de diarios y programas de radio y televisión destinados al deporte, la música, el teatro, la pintura o el cine, sino también, con la distribución permanente junto al diario o al semanario, de suplementos culturales y educativos.

Desde siempre, los libros de cocina, historia o literatura, las enciclopedias y suplementos escolares y deportivos, han acompañado de manera permanente a los diarios y semanarios, llenando de cultura a miles de hogares. Por consiguiente, hoy no puede cuestionarse que contribuye mucho más a favorecer la cultura de las personas, la lectura sistemática de la prensa escrita y sus suplementos especializados, que concurrir a un gimnasio de fisicoculturismo. Sin embargo los gimnasios gozan de inmunidad tributaria y la prensa escrita no.

Es de señalar, que el Diccionario de la Real Academia define el término cultura como: "Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico" . Siendo así, no cabe duda que si hay algo a lo que contribuyen los medios de comunicación escrita y muchos programas de radio y televisión, es a permitir que las personas desarrollen su juicio crítico y al tenor de la definición la Real Academia, eso es promover la "cultura". Por eso, cuando la reforma tributaria del año 2007 dejó sin efecto las exoneraciones tributarias a la mayoría de los medios de prensa y radiodifusión, no se tuvo en consideración que se le estaba asestando un duro golpe a los medios de comunicación que son determinantes para la cultura nacional y por ello deberían estar exentos de impuestos.

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