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El crédito bancario acompaña a la economía

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Foto: archivo El País

TEMA DE ANÁLISIS

Crece el endeudamiento en pesos de la industria, pero concentrado en pocas empresas.

El análisis de la evolución del crédito es muy importante para el análisis de la coyuntura económica, ya que nos cuenta cómo se financian los agentes en sus distintas transacciones. Informa sobre el consumo e indirectamente sobre la inversión. Pero su estudio no sólo nos cuenta como está evolucionando la economía real, sino que también da pistas sobre posibles desequilibrios macroeconómicos que se estén generando en la economía. Por todo ello es una variable que hay que seguir con atención. En particular, en la coyuntura actual de Uruguay, ajustadas las cifras del crédito divulgadas, de distintos factores que las alteran, se constata un escaso dinamismo a tono con la evolución económica.

La última información disponible indica que el saldo del crédito del sistema financiero al sector privado a enero del presente año ascendió al equivalente a US$ 15.020 millones. Es una cifra ligeramente inferior a la registrada un año atrás, pero, tal como se muestra en el gráfico que aparece en la parte alta del cuadro, se viene recuperando en los últimos meses.

En el gráfico se ilustra también la evolución medida en años móviles, la que muestra una relativa estabilidad a lo largo de los dos últimos años. La diferencia entre una relativa estabilidad y la volatilidad que muestran las dos series se debe fundamentalmente al crédito social que otorga el BROU a los pasivos a fin de año, lo que genera picos en ese momento y caídas posteriores. Para evitar estas distorsiones es que suavizamos la serie de datos mediante promedios de años móviles y vemos la estabilidad. Como primera conclusión, no debería sorprendernos y sería otra señal que corrobora el enlentecimiento con tendencia al estancamiento que muestra el nivel de actividad global.

Pero el análisis en estos términos sería incompleto y no del todo correcto sino se tiene en cuenta que el crédito otorgado al sector privado lo es tanto en moneda nacional como en moneda extranjera. Como la información anterior está expresada en dólares, las fluctuaciones en su cotización afectan los saldos contabilizados al cierre de cada mes. Es por ello que el análisis correcto debe ser discriminando por monedas. A su vez, el poder de compra del crédito otorgado en moneda nacional se ve afectado por la inflación, por lo que debe ser ajustado por la variación de precios para comparar correctamente con los saldos del pasado.

En el gráfico que aparece a la izquierda en la parte media del cuadro se muestra la variación del saldo de préstamos otorgados por el sistema financiero, diferenciando en dólares y pesos constantes. La historia que señala este gráfico es un tanto distinta a la del anterior, ya que muestra que en poder de compra el crédito se contrajo durante 2017, recuperándose a partir de 2018 de la mano del crédito en pesos, que se fue acelerando en cada trimestre. En particular, en el último trimestre del pasado año el saldo de los préstamos concedidos por el sistema bancario al sector privado se incrementó 4% en términos reales. Es una tasa que supera a la del crecimiento del PIB y que merece ser seguida con atención.

El crédito en pesos se concede fundamentalmente a las familias, siendo el sector corporativo el demandante natural de financiamiento en moneda extranjera. Sin embargo, y tal como se muestra en el gráfico que aparece en el medio a la derecha, es el sector empresarial el que lidera el incremento del crédito en moneda nacional. Se ve claramente que se aceleran los créditos concedidos hasta alcanzar un incremento de 15% en términos reales en el último trimestre de 2018 con relación al mismo período de 2017.

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Llama la atención esta evolución, teniendo en cuenta las dificultades por las que atraviesa el sector productivo y a su vez que el endeudamiento en moneda extranjera, aunque levemente, también crece a partir del segundo semestre del pasado año.

Según los datos que publica el BCU, el aumento del crédito en pesos a las empresas se da a nivel de la industria manufacturera y en menor medida la construcción. El agro muestra caída acorde a su situación, mientras que el comercio y los servicios registran un leve incremento en su endeudamiento en moneda nacional. Investigando más a fondo el incremento del endeudamiento en pesos de la industria, se constata que se concentra en dos ramas, la elaboración de bebidas no alcohólicas y aguas minerales y en Ancap. A su vez en la empresa petrolera, sube la deuda en pesos, pero baja en dólares. Si se las excluye del total, el endeudamiento en pesos de la industria no resulta tan dinámico, convergiendo su evolución al de las restantes ramas de actividad, a tono con la marcha de la economía.

El crédito a las familias presenta en su conjunto un comportamiento moderado, con un crecimiento del 1,8% real en el último trimestre del pasado año respecto a igual período de 2017. El destino de estos fondos es para el financiamiento de consumo y vivienda y, en menor medida, para la compra de automóviles. Si se analizan por separado los destinos, se constata que el saldo de los préstamos otorgados por el sistema bancario para la compra de vivienda mantuvo a lo largo de los dos últimos años una tasa de crecimiento relativamente constante en torno al 2,5% real, con un salto en el último trimestre del pasado año, tal cual se muestra en el gráfico que aparece a la izquierda en la parte baja del cuadro. Habrá que seguir con atención dicha evolución para confirmar si se trata de un hecho aislado o efectivamente de una aceleración que puede tener implicancias en momentos en que el mercado de trabajo se debilita.

El debilitamiento del mercado laboral es precisamente la causa del descenso de los préstamos al consumo, no sólo los que otorga el sistema bancario, sino también los que conceden las administradoras de crédito. En el gráfico que aparece abajo a la derecha se muestra el comportamiento a lo largo del último año del saldo de los créditos al consumo otorgado por estas instituciones. Se ve claramente como disminuyen mes a mes, reflejando los cuidados y precauciones de las empresas financieras, más allá de la suba en enero de los préstamos que otorgaron las administradoras, que habrá que monitorear en los próximos meses. En el caso de los bancos, la prudencia se ve reflejada en el descenso de la morosidad en este tipo de préstamos; a nivel de las administradoras el incumplimiento no aumenta.

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