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Las EE.PP. bajan gastos y frenan sus inversiones

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Ute es la que tiene mayor resultado positivo de caja. Foto: Archivo El País.
Archivo El País

Ancap y UTE: la baja en el crudo y las lluvias permiten recomponer resultado operativo.

La recomposición del resultado operativo de las empresas públicas (EE.PP.) fue uno de los primeros objetivos explícitos de la actual administración al asumir. En el período anterior, los números globales del conjunto de las siete empresas que informa mensualmente el MEF arrojaron un déficit promedio equivalente al 0,3% del PIB, pero que al mes de junio de 2014 se situaba en el 1,3%.

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Factores de distinta índole incidieron en tal desempeño, algunos puntuales y otros más permanentes. Sequías, elevados precios de la energía, acciones anti inflacionarias, inversiones y en algún caso dudas sobre el manejo de la empresa que motivara la conformación de una comisión investigadora en el Parlamento, contribuyeron al deterioro.

Al asumir la nueva administración, adoptó medidas tendientes a mejorar el resultado financiero, lo que justo es reconocer en algunos casos ya estaba previsto de antemano, una vez pasase el período electoral.

Lo cierto es que tal como lo muestra el gráfico alargado que aparece en la parte de arriba del cuadro que acompaña esta nota, tras alcanzar un pico máximo a mediados de 2014, el resultado de caja de las EE.PP. comenzó a revertirse mes a mes, tornándose positivo hacia el último trimestre del pasado año. Ajustes de tarifas, control del gasto y fundamentalmente de las inversiones posibilitaron que ello aconteciese.

En estos dos últimos años las EE.PP. pasaron de un déficit acumulado en los últimos doce meses equivalente al 1,3% del PIB, a un superávit cercano al 1%. Ese ajuste se procesó a nivel de las tres empresas más grandes, Ancap, UTE y Antel, que explican 2,2 puntos de la mejora total.

Ancap fue la empresa que más contribuyó a la mejora, aportando 1,1 puntos, aproximadamente la mitad de la mejora global de las EE.PP.

En el gráfico chico de la izquierda se muestra la evolución del ratio entre las compras de bienes y servicios asociadas al proceso productivo y los ingresos, una aproximación a la rentabilidad operativa.

El principal componente del costo de los combustibles es el petróleo e históricamente representó aproximadamente los dos tercios del valor de ventas de la empresa. El período que refleja el gráfico muestra un ratio mayor, en el entorno al 75%, lo que habla de una decisión de no trasladar íntegramente al precio de los combustibles el mayor costo del crudo. Refleja también otros costos de producción como ser el de los biocombustibles.

Desde fines de 2014 el ratio costos-ventas comenzó a reducirse hasta ubicarse en el 58% en la actualidad. Esa caída se debe fundamentalmente al descenso que experimentó el precio internacional del petróleo. En términos del PIB, ese descenso significó una disminución de los costos del 2,2%.

Dado el déficit del que se partía, el ahorro no se trasladó totalmente al precio de los combustibles. No obstante ello, los ingresos de la empresa también cayeron en términos del PIB, aunque en un porcentaje menor que los costos. De hecho, en pesos corrientes los combustibles aumentaron, aunque a un ritmo menor que el IPC. En promedio en los dos últimos años los combustibles subieron 2,7% frente al 20,9% de suba del IPC.

Cayeron en términos reales, pero hay que tener en cuenta que el valor del crudo se redujo a menos de la mitad. Si la empresa no tuviese problemas de caja, los combustibles no hubiesen caído solamente en términos reales, sino también en valor absoluto.

Con respecto a otros ingresos de Ancap, la información que divulga el MEF incluye la ganancia financiera obtenida por la cancelación de la deuda con Pdvsa en septiembre del pasado año. Ello no forma parte del resultado operativo de la empresa, se trata de un resultado patrimonial, pero que nada tiene que ver con la eficiencia en cómo se maneja la empresa. La ganancia registrada asciende al 0,3% del PIB, lo que no debe ser considerado.

Hecha la corrección, el resultado global de las EE.PP. a junio del presente año asciende al 0,7% del PIB y la mejora de Ancap a lo largo de estos dos últimos años se ubica en un porcentaje similar. La contribución de UTE a la mejora del resultado global de las EE.PP. es similar a la de Ancap corregida. En este caso, las mejoras también vienen por el lado de los costos. En el gráfico chico de la derecha se presenta la evolución de las compras de bienes y servicios que realiza la empresa eléctrica para la generación. Se ve allí que hubo momentos en que los gastos alcanzaron picos muy altos, y otros, como el actual, en el que están en niveles más bajos.

Los picos altos correspondieron a momentos de sequía en los que hubo que apelar a generación en base a derivados del petróleo, lo que resulta sensiblemente más caro que la generación de base hídrica o eólica, cuyo costo marginal es prácticamente nulo.

Las inclemencias del tiempo incidieron negativamente en el resultado pasado de la empresa. La normalización y la abundancia de lluvias en los últimos tiempos contribuyó a la mejora. El acceso a fuentes eólicas ayuda a bajar los costos. La disponibilidad de este tipo de energía y las bondades del clima posibilitó que en algunos momentos del presente año toda la energía consumida haya sido generada por fuentes renovables.

Paradójicamente, la contracara del incremento del parque eólico por encima de las metas previstas originalmente es el mayor precio que deba pagar UTE por los contratos con privados en momentos en que cuenta con abundante energía de base hidráulica.

La reducción de egresos de UTE abarca también a las inversiones, que cayeron de 0,9% del PIB en junio de 2014 al 0,5% actual.

Pero la corrección más grande en materia de inversiones se dio en Antel, donde los gastos de capital cayeron del 0,8% al 0,2% del PIB en el período analizado. Ello le permitió a la empresa de telecomunicaciones alcanzar un resultado operativo positivo antes de los pagos de dividendos en efectivo a la Tesorería.

El ajuste de las inversiones no petroleras fue generalizado a nivel de todas las EE.PP., lo que se muestra en el gráfico alargado que aparece en la parte baja del cuadro. Se ve allí que entre 2013 y 2014 hubo un aumento muy importante, que fue más que contrarrestado a partir de 2015, al punto tal que el nivel actual de inversiones es similar al registrado durante la crisis de comienzos de siglo.

El freno a las inversiones constituye la parte medular de la recomposición del resultado de las empresas. Era necesario, tras el fuerte aumento constatado entre 2013 y 2014 y el freno en la recaudación de la Tesorería que tornaba creciente el déficit global del sector público. En una perspectiva de mediano plazo, el nivel actual es muy bajo y su recomposición a futuro amerita un debate más amplio sobre el funcionamiento de las EE.PP.

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Ute es la que tiene mayor resultado positivo de caja. Foto: Archivo El País.

HORACIO BAFICO Y GUSTAVO MICHELIN

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