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La educación de la madre y la salud del hijo al nacer

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Foto: Getty Images

OPINIÒN

La clave en la formación està en los primeros años de vida.

La reforma de 1995-2000 facilitó el acceso de la mujer a la educación, y eso hizo que sus hijos nacieran más sanos.

Unos días atrás, Juanita Bloomfield, PhD (c) en Economía en la Universidad de Ámsterdam, y profesora fulltime en Economía de la Salud y Capital Humano de la Universidad de Montevideo, presentó en el Congreso RIDGE LACEA la investigación “The effect of maternal education on infant health: Evidence from an expansion of preschool facilities”.

Hasta el momento, la mayoría de las investigaciones sobre educación materna y salud de los hijos se refería especialmente a aumentos en la educación a nivel superior (cómo impacta en el recién nacido que la madre haya terminado el liceo o sea universitaria). En cambio, la investigación de Bloomfield se centra en identificar el impacto sobre la salud del hijo que tendría la asistencia de la madre a educación preescolar. Para esto estudia los efectos de una inversión en infraestructura importante que se hizo en Uruguay entre 1995 y 2000: se construyeron ampliaciones de centros preescolares para albergar a 36.000 niños adicionales. Esto representó un aumento de los niños matriculados en educación preescolar en más del 50%.

Como la expansión de los preescolares fue diferente en los distintos departamentos, Bloomfield aprovecha esta situación para comparar las mujeres que tuvieron acceso al preescolar en ese período respecto a las mujeres que no pudieron ingresar a los centros por falta de cupo. La investigadora compara la salud al nacer de los hijos de madres que tuvieron acceso a educación preescolar respecto a los que no lo tuvieron.

La reforma en detalle

A mediados de los años ´90, el gobierno uruguayo decidió implementar una serie de políticas para alcanzar el acceso universal a la educación preescolar para los niños de 4 y 5 años de edad. Esta reforma buscaba resolver dos problemas del sistema educativo de Uruguay: la repetición y el abandono escolar.

Una de las principales restricciones para el acceso universal a la educación preescolar era la falta de infraestructura. En 1995, ANEP empezó un programa de construcción importante. La prioridad en la construcción la tenían: (i) las regiones con mayor crecimiento demográfico en las edades de interés; (ii) las zonas más empobrecidas, con bajo nivel de inversión física; (iii) las regiones fronterizas con Brasil, donde la identidad cultural necesitaba ser reforzada.

Salud al nacer

La importancia de la salud al nacer está ampliamente reconocida. Señala Bloomfield que los bebés que nacen con bajo peso tienen, en promedio, peores resultados tanto a corto como a largo plazo, incluyendo una mayor mortalidad en el primer año de vida y un menor nivel educativo y de ingresos en la edad adulta. La mala salud al nacer puede así contribuir a la transmisión intergeneracional de la pobreza.

¿Cómo puede la educación de la madre afectar la salud de su hijo al nacer? Un canal bien directo: la mayor educación de la madre hace posible que adquiera y procese mejor la información existente sobre temas de salud propia y del niño. Pero, ¿es tan importante la educación que la mujer adquiere asistiendo ella al preescolar como para afectar a sus hijos cuando sea madre? La respuesta es sí. Los incrementos en la educación de la madre al comienzo de su trayectoria escolar pueden tener efectos significativos en la salud de su hijo al nacer. La educación preescolar se diseña para preparar a los niños para la escuela y fomenta el desarrollo de sus habilidades cognitivas y no-cognitivas.

Este desarrollo de habilidades tempranas potencia toda la inversión que hacen las familias a lo largo de la vida. Programas de educación preescolar muy conocidos en la literatura científica como son el Perry Preschool Program y el Head Start han encontrado impactos significativos incluso muchos años después, ya cuando, el que entonces era niño, culminó sus estudios e ingresó al mercado de trabajo: mejoran sus ingresos y condiciones laborales. La investigación de Bloomfield es la única en la literatura científica que estudia el impacto de acceso al preescolar de las mujeres sobre la salud al nacer de sus hijos muchos años después.

Datos vitales

Para analizar el impacto de que la mujer asista a educación preescolar cuando tiene 4 años de edad sobre la salud de sus futuros hijos, Bloomfield usa microdatos de estadísticas vitales para los años 2008-2015. Esta base de datos tiene información sobre embarazos, nacimientos y características de los padres para todos los niños nacidos en territorio uruguayo. Combina estos datos con una medida de la disponibilidad de cupos disponibles para preescolares por departamento y por año, empleando información provista por ANEP. Demuestra que por cada lugar adicional que se crea en un centro preescolar, aumenta la probabilidad de completar la educación preescolar y mejora la salud al nacer para la próxima generación.

Como medidas de salud al nacer, distingue entre “bajo peso al nacer”, “muy bajo peso al nacer” y “extremadamente bajo peso al nacer”. También emplea otros indicadores de salud del niño: “nacimiento prematuro”, “nacimiento muy prematuro”, “nacimiento extremadamente prematuro”. Bloomfield encuentra que las madres que pudieron asistir al preescolar cuando eran niñas sufren menos partos prematuros. Y buceando entre los posibles mecanismos que pudieran explicar ese efecto positivo en la salud del niño, detecta que las madres que pudieron asistir al preescolar cuando eran niñas se hacen más controles durante el embarazo cuando se van a convertir en madres.

También la investigadora encuentra que el haber asistido al preescolar cuando eran niñas, hace bajar el embarazo adolescente.

Educación en la primera infancia

Los resultados de la investigación de Bloomfield resaltan la importancia de la educación en los primeros años de vida. Las inversiones en esas edades tienen beneficios que se recogen incluso muchos años después: beneficios que se pasan de generación en generación. Invirtiendo en el niño y su familia, mejoramos la salud al nacer, y ayudamos así a romper la transmisión intergeneracional de la pobreza.

(*) Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales (Universidad de Montevideo).

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