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Crecer sin crear puestos de trabajo

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Una persona busca trabajo en el Gallito Luis. Foto: Gerardo Pérez.
Archivo El Pais

OPINIÓN

Uruguay tuvo un fuerte crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2004 y 2014. La economía se desaceleró en 2015 y 2016, y volvió a repuntar en 2017. Sin embargo, este crecimiento muestra algo peculiar: la tendencia a la baja del empleo.

La tasa de desempleo en diciembre pasado fue de 6.9% (nivel más bajo del año), por debajo del 7.8% de noviembre. Sin embargo, los detalles muestran que esta baja es resultado de una caída de la actividad, no un aumento del empleo. La tasa de actividad (que mide la proporción de personas que tienen empleo o lo están buscando) pasó de 63.0% en noviembre a 62.5% en diciembre, mientras que la tasa de empleo se ubicó en 58.2%, levemente por encima que en noviembre (58.1%) e igual que en octubre (58.1%) de 2017.

En una entrevista en el programa radial "En Perspectiva", Tamara Schandy de la consultora Deloitte decía que la caída de medio punto porcentual del empleo en 2017 "supone unos 5.000 empleos menos que en 2016… y si comparamos con los niveles de 2014 podemos decir que se han perdido más de 37.000 empleos en los últimos tres años." (1)

Cuando esto sucede, los economistas hablan de este fenómeno como "recuperación sin empleos" (jobless recovery). Fue el caso de Estados Unidos, que le costó mucho recuperar el empleo luego de la crisis financiera de 2008. También pasó lo mismo en muchos países de Europa.

Opciones.

¿Cómo hay crecimiento del producto pero no del empleo? Hay tres opciones posibles: (a) quienes están trabajando siguen trabajando las mismas horas al mes pero han aumentado su productividad; (b) quienes tienen trabajo, están trabajando más horas al mes; o (c) las mediciones de datos no son correctas.

La primera opción —la de mayor productividad— es una que se está discutiendo mucho últimamente. En particular, porque aquí se enfoca buena parte del debate entre tecnología y sustitución de trabajo.

Sin embargo, esta hipótesis es dudosa en el caso uruguayo, un país que forma parte de una región que ha mostrado aumentos de productividad prácticamente nulos desde 1960 (2). Además, la inversión productiva en nuestro país ha bajado en los últimos años desde 2013.

La segunda opción se asocia a dos posibles causas. Por un lado, un mercado laboral rígido, donde las empresas son aversas a contratar personal, bajo contratos de largo plazo, porque es muy costoso despedirlos.

Este es un tema que se ha discutido mucho sobre el mercado español o el francés, por ejemplo. También es el caso de algunas empresas u organizaciones donde despedir al personal efectivo es de muy alto costo, y por tanto se dispone de muy poco personal efectivo pero se contrata mucho personal de corto plazo (a quienes generalmente se les ofrecen pocos beneficios).

Otra causa es la intensificación del empleo post épocas de boom. El año pasado, Ernesto Talvi planteaba en una columna en Project Syndicate que el escenario que hoy enfrenta América Latina (crecimiento sin empleo) puede ser resultado de un exceso de capacidad en relación a la demanda (3). Es decir, que durante los años de boom (hasta 2013) se contrató mucho y hoy se está utilizando ese (posible) exceso de empleo que se contrató en épocas cuando se esperaba que el mercado siguiera creciendo. Si este es el caso, el mercado se estaría ajustando al alto nivel de empleo y la situación —si continúa el crecimiento— podría ser transitoria.

Problema de medición.

La tercera opción es respecto a la calidad de los datos. Por ejemplo, al evaluar la rigidez del mercado laboral (como posible causa del crecimiento sin empleo), puede ser que los datos recojan información tal cual está escrita en las normas y leyes, y no reflejen necesariamente cómo funciona el mercado. Es decir, si por ejemplo de jure el mercado laboral no es rígido, pero de facto sí lo es.

Entender precisamente cuál es la causa del crecimiento sin empleo es importante. Para ello es clave tener datos que permitan testear las diferentes causas, aunque en Uruguay no es fácil acceder a indicadores de productividad. Mientras tanto, debemos al menos tener en claro sus posibles causas que, como resumí arriba, no son muchas.

Hay que estar atentos. El empleo es prioridad y debería ser uno de los temas principales de la próxima campaña electoral. Deberíamos discutir cómo se van a crear empleos, mirar al futuro y no obsesionarnos en los números del pasado. Discutir el rol del gobierno en generar las condiciones para que el sector privado cree empleos, no el rol del gobierno en la generación del empleo directo (particularmente dado el alto nivel —y la tasa de crecimiento— de empleados públicos en Uruguay).

El empleo genera ingresos para los ciudadanos y dignifica. Sin empleo, el crecimiento económico es menos bueno.

(1) En Perspectiva, "¿Qué indican las últimas cifras del mercado de trabajo en Uruguay?," febrero 2018.

(2) A diferencia de otros países, en Uruguay no es fácil acceder a datos de productividad a nivel micro.

(3) Project Syndicate, "Whats Behind Latin Americas Jobless Recovery?," Ernesto Talvi, octubre 2017.

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