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Corrección de rumbo: tino, gazapo, ¿suerte?

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Hospital de clínicas

Van y vienen posiciones sospechadas de estar manchadas de color electoral; ejemplos sobran. No estamos en un punto cualquiera de la historia, estamos en un país fragmentado en lo social, económico, en las oportunidades y obviamente en lo político.

El lente electoral no deja pasar toda la luz a las opciones que ofrece el camino y no hace justicia con los matices de la realidad.

Verdad - consecuencia.

En esa lógica se da la discusión sobre la Rendición de Cuentas, poco excitante y repetitiva. En el medio de la discusión de extremos irreconciliables, está el hecho de darle la prerrogativa al Estado de pagar o no sentencias condenatorias, se dan también otras discusiones, menos contradictorias pero más sustantivas.

Una de las más desafiantes, que no se ha analizado con profundidad, es la definición de modalidades de financiamiento de los proyectos de Infraestructura, que el país se ha planteado, y en varios aspectos la disyuntiva es reconocer o no las dificultades y avanzar o vender lo que no se tiene.

Declaraciones de distintos actores (quizás de buena fe), desde el desconocimiento, analizan la situación del Hospital de Clínicas, que merece una inversión para una cirugía mayor y cuyo abordaje, sin reconocer la situación, no se va a lograr. Otro, la inversión en el ferrocarril, crítica en este momento para el país y que también, sin la alternativa PPP, no es posible, por motivos de fondo que el Ministerio de Economía tiene claros.

La disyuntiva está en reconocer la realidad y definir en función de ella, para lo cual hay que correr riesgos y asumir costos, de lo contrario la chance es negar la realidad y transferir las inexorables y penosas consecuencias.

Insistir para perder.

Ciertos caminos de la crítica, de la oposición y dentro del Frente Amplio, son tan aburridos como desviados. La insistencia en poner el foco en el déficit fiscal, la deuda y gastos de poca monta no va a aportar ni réditos para la oposición, ni mejoras sustantivas en la gestión en el caso del Gobierno.

Hemos insistido en el escaso reconocimiento en el impacto que la expansión de la demanda interna ha tenido, por la vía del empleo (ahora morigerado) y del salario real que permitió el sostenimiento de la actividad económica a contrapelo de los pronósticos negativos.

El efecto fue tal que compensó el frágil crecimiento del PBI hasta este año, que se aproximaría a un piso de 3% y en el marco de una serie de modificaciones presupuestales de ingresos y gastos que permitiría morigerar el nivel del déficit fiscal para ubicarse quizás en el entorno de 2.5-2.7%.

Lo que es difícil de evaluar es el impacto negativo que el rezago del tipo de cambio real genera en el sector de transables; claro, por contrapartida hay una compensación positiva en el sector de los no transables, cuya dinámica ha sido muy importante en el Uruguay de la última década.

Se enlentecieron las exportaciones y el sector industrial, y este debilitamiento se compadece con el retraso relativo del TCR, pero, está claro que, es difícil imaginar cual hubiera sido el impacto en la economía de un TCR más adelantado; nunca no lo sabremos.

Los puntos críticos del diagnóstico(*) no son el crecimiento, el déficit ni la inflación, ni siquiera parece ser el dólar, pero la abundancia de financiamiento y condiciones externas pueden no mantenerse, entonces el estrecho margen de sostenibilidad y capacidad de competencia de algunos sectores, podrían dejarlos cerca de un brete, tal como a partir de los ´90. No siempre coincidimos con Deloitte pero en este caso lo hacemos plenamente.

Grandes pendientes.

Si bien no aparece aquí el foco en aspectos más micro, me lo voy a permitir en este caso porque lo vale. Aunque no suelo hacer elogios al ex Presidente Lacalle, debo reconocer que es original y revulsivo: hace pocos días en el marco de la relación de comercio e inversiones con China refirió "el ferrocarril integra, el camión no". 100% de acuerdo, hemos manifestado que esa fue la historia de Estados Unidos, sin ferrocarril no hubiera sido tal y en gran parte el éxito de la Unión Europea también. Con ese mismo criterio pragmático (bien chino) señaló que China es clave para contribuir sustantivamente con la infraestructura proyectada del anunciado "Ferrocarril Central".

Dos ideas, una aleja la discusión extraviada de exigir a este modo el mismo retorno que a un proyecto común y otra reconocer la necesidad de participación de riesgo y equity privado, además reconocer la importancia de China por el volumen de recursos, la magnitud del Proyecto, la necesidad de no afectar los equilibrios macro y lo apremiante de la necesidad de su concreción.

Agregaría la inversión del Hospital de Clínicas, otro caso crítico, en una sociedad enferma de discusión banal, la cual no tiene chance de concretarse si no es con modalidad PPP. No habrá ninguna mejora sustantiva del Hospital sin transferir el riesgo al privado, pero no la propiedad; el resto es ignorancia.

Llevamos en esta discusión 30-40 años de frustraciones, pero se puede lograr con obstinación y falta de criterio que pasen más. En el caso del ferrocarril, pasaron casi 100 años de falta de visión y de coraje.

(*) Ver informe Deloitte jul/17, a nuestro juicio uno de los informes más serios del mercado hoy por hoy entre todos los analistas

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Hospital de clínicas

JUAN SÁNCHEZ

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