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¿Por qué la China del siglo XXI hace planes quinquenales?

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La Gran Muralla China. Foto: Wikipedia
De Marco, Juan Pablo

Poco se parece la economía china actual, capaz de mandar naves al espacio o construir trenes de alta velocidad, a la de Mao Zedong, con sus granjas colectivas y su industria pesada, pero algo sobrevive: los planes quinquenales.

China, donde solo un 25% de su industria es aún pública y que desde su entrada en la OMC en 2001 parece consagrada a las leyes del mercado, sigue fiel a la planificación por lustros que Moscú inculcó a Pekín hace 60 años.

"Es un modelo económico que entró en China desde la Unión Soviética y que no ha cambiado demasiado", explica a Efe el experto Meng Yuanxin, del centro de estudios Nuevo Continente.

Para algunos, el plan quinquenal tiene en la China del siglo XXI la misma finalidad que el rojo de la bandera o el retrato de Mao en Tiananmen: pura estética. "Muchos expertos dentro del sistema piensan que el plan quinquenal se ha convertido en algo sin sentido", subraya Meng.

Los máximos líderes del gobernante Partido Comunista iniciaron la semana pasada las reuniones para diseñar el XIII plan quinquenal, para 2016-2020 con el reto de continuar cambiando el modelo económico frente al pánico de ralentización que ello supondrá.

"El plan sigue teniendo mucha importancia en China y es determinante en la gestión de su economía por la transcendencia de sus objetivos y las implicaciones que aun tiene para el sector público", opina el analista Xulio Ríos, del Observatorio de Política China.

La única vez que Pekín decidió "desobedecer" un plan quinquenal, en 1958, produjo el llamado Gran Salto Adelante, en el que se calcula que las hambrunas causaron la muerte de unos 30 millones de personas. "Su supresión en 1958 tuvo efectos desastrosos para la economía y el país, y sigue siendo un indicio de continuidad en la nueva normalidad", destaca Ríos a Efe.

Pero los planes quinquenales chinos han cambiado: los 10 primeros eran oficialmente considerados "planes" propiamente dichos, mientras que desde el undécimo (2006-2010) el gobierno alude a ellos como "guías" o "líneas de actuación". Con ello Pekín parece dar a entender que las verdaderas políticas de actuación se trazan en los presupuestos anuales. Desde el primer plan, para el lustro 1953-1957, ha habido aciertos y fallos en sus diseños, que se pueden resumir en una excesiva obsesión por las cifras de crecimiento que produjo desequilibrios en distintas épocas y olvidó a muchos sectores. En los 50 la fijación fue el desarrollo de la industria pesada que abandonó el campo, a mediados de los 70 se generaron desequilibrios en la inversión; en los 80 los objetivos fueron sociales y desde inicios del siglo XXI se pasó a aspectos medioambientales. Sea por los planes o incluso a pesar de ellos, China es hoy la segunda economía mundial.

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La Gran Muralla China. Foto: Wikipedia

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