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Ahorro privado financia al resto del mundo

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Bóveda de banco. Foto: Pixabay

TEMA DE ANÁLISIS

Mejora el saldo en cuenta corriente por caída de las importaciones y mayor retorno de las colocaciones financieras en el exterior.

Con el cierre del año se van divulgando distintas cifras relativas al desempeño de la economía que sirven de base para la elaboración de políticas por parte de la nueva administración que se hará cargo del manejo del sector público a partir del próximo 1° de marzo. En lo que refiere al sector externo el balance de pagos muestra un ligero superávit en cuenta corriente, fruto de un ajuste importante del sector privado que contrasta con el déficit creciente del sector público.

Dada la magnitud del déficit fiscal urge la toma de medidas para revertirlo, al tiempo que a nivel privado se están procesando inversiones de gran magnitud y las últimas cifras muestran una incipiente recuperación del consumo privado. Dependiendo de las acciones que se adopten en materia fiscal será el saldo en cuenta corriente, pero en todo caso no es dable esperar un cambio dramático global, aunque si en su composición.

El balance de pagos, como su nombre lo indica es una hoja de balance que registra todas las transacciones económico-financieras entre los residentes de una economía y los del resto del mundo. Al ser un balance cada registro tiene su financiamiento correspondiente. Concretamente este balance anota en la cuenta corriente todas las transacciones de carácter real, sean comerciales o retribución de factores productivos y en la cuenta capital y financiera las de carácter financiero.

Siendo independientes unas de otras, al cierre del día del saldo de la cuenta financiera muestra el financiamiento del saldo corriente. Este último sintetiza el nivel de gasto de la economía. Si es superavitario (deficitario) significa que la economía gasta menos (más) que el resto del mundo por lo que genera un ahorro (deuda). Como en el resto del mundo sucede lo opuesto, ese ahorro (deuda) refleja el financiamiento a la contraparte.

En los doce meses a septiembre del pasado año el saldo en cuenta corriente fue positivo en US$ 368 millones, equivalentes a 0,6% del PIB. Ello quiere decir que a lo largo de ese año el gasto total de los no residentes en bienes y servicios uruguayos superó al de los residentes generando un ahorro de esa magnitud.

Tema de análisis (Economía y Mercado)

Haciendo un símil con las finanzas públicas, un saldo puntual no nos brinda mucha información, y lo importante es la tendencia. Un superávit permanente significa que la economía vive ahorrando y por ende los residentes tienen un estándar de vida inferior al que permitiría sus posibilidades. Por el contrario, un déficit continuo señala lo contrario, lo que lleva al endeudamiento de la economía. El endeudamiento per se no es ni bueno ni malo, lo relevante es si es sostenible, ya que de lo contrario lleva a un ajuste interno ante el cierre de las fuentes de financiamiento externo.

En la parte alta del cuadro se muestra la evolución del saldo en cuenta corriente. La historia que se cuenta allí está a tono con la marcha de la economía. Hasta el año 2014 el déficit en cuenta corriente, o sea el exceso de gasto, fue importante, del orden del 4% del PIB. A partir de allí comienza a procesarse un ajuste muy importante que lleva al superávit actual.

En el gráfico que aparece a la izquierda en la parte media del cuadro se cuenta cómo se procesó el ajuste. El mismo recayó exclusivamente sobre el sector privado ya que como se puede apreciar, el déficit del sector público no dejó de aumentar. El ajuste privado se centró en la inversión, que se redujo en un tercio a lo largo del período.

La caída de la inversión obedeció a las escasas perspectivas que ofreció la economía en los últimos años, pero que seguramente se revertirá a partir del presente año por las obras de gran porte que están en marcha.

De hecho, el dato de cuentas nacionales del tercer trimestre de 2019 mostró una suba de la formación bruta de capital físico del sector privado luego de once trimestres consecutivos de caídas.

El análisis de la cuenta corriente se puede abordar mirando por separado el intercambio comercial de la retribución de factores. Tal como se muestra en el gráfico que aparece a la izquierda en la parte media del cuadro, el balance del intercambio de mercaderías es superavitario y creció en los últimos trimestres al tiempo que cae el superávit en materia de servicios.

La mejora en mercaderías no responde a una suba de las exportaciones, que en valores absolutos se mantienen en niveles relativamente estables desde el último trimestre de 2017, sino a un descenso de las importaciones. Esta caída es fruto de la reapertura de la refinería, que mientras estuvo cerrada por reparaciones motivó que se importaran combustibles destilados, más caros que el crudo que volvió a procesarse una vez finalizadas las mismas.

Por su parte, el peor resultado en materia de servicios se explica por la caída en el ingreso de turistas debido a los problemas económicos en Argentina, principal origen de los visitantes extranjeros que visitan nuestro país, y en menor medida por el descenso de los fletes asociados al descenso de las importaciones de mercancías.

Turistas argentinos en Punta del Este. Foto: Darwin Borrelli
Turistas argentinos en Punta del Este. Foto: Darwin Borrelli

Los pagos por retribución neta de factores productivos o ingreso primario muestran una mejora en los últimos trimestres. Se explica por el doble efecto de un mayor retorno sobre un monto creciente de activos que poseen los residentes nacionales en el exterior. Ello se ve reflejado en el gráfico que aparece abajo a la izquierda como un descenso de los pagos netos.

Quienes se mantienen en niveles elevados son los dividendos que pagan las inversiones externas radicadas en el país a sus titulares en el exterior, en el orden de los US$ 3.800 millones anuales. Justo es decir que una parte de esa salida de capitales se reinvierte en el país y se registra como ingreso vía inversión extranjera directa.

La cuenta capital-financiera muestra cómo se financió la cuenta corriente. Debido a sus distintos comportamientos el sector público debió recurrir al financiamiento externo al tiempo que el sector privado hizo lo propio con el resto del mundo, tal cual se muestra en el gráfico que aparece a la derecha en la parte baja del cuadro.

En los últimos doce meses a septiembre del pasado año, la salida neta de capitales privados ascendió a US$ 2.000 millones que se destinaron principalmente a la adquisición de activos financieros externos (US$ 1.180 millones).

Por su parte, el mayor financiamiento externo neto del sector público al cabo del último año, que ascendió a US$ 1.650 millones no se explica tanto por el aumento de los pasivos, sino por la disminución de activos, concretamente los activos de reserva, que cayeron en US$ 1.722 millones.

La caída de las reservas se dio fundamentalmente en el tercer trimestre del año donde incidió la mayor demanda por moneda extranjera de los agentes económicos residentes. Los últimos datos indican un cambio en esta tendencia en medio de un contexto internacional más benévolo. Los próximos meses nos dirán si efectivamente se consolida una mayor aceptación del peso.

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