En tres meses la aplicación alemana Dubsmash lleva más de 15 millones de descargas. Permite grabarse imitando la voz de políticos y artistas.

Ser por un instante Martin Luther King y pronunciar con su voz el célebre "I have a dream", cantar como Shakira, insultar como el Tano Pasman o sonar como China Zorrilla diciendo "Yo hago puchero, ella hace puchero" en Esperando la Carroza son algunas de las opciones que permite Dubsmash, una aplicación para teléfonos inteligentes que es furor, también en Uruguay.

Si el año pasado la moda eran las selfies (autofotos), ahora la novedad son los autovideos breves. Y en parte la tendencia es gracias a Dubsmash. Esta app alemana que posibilita crear un video con voces dobladas de celebridades, sonidos de animales o hasta canciones famosas salió al mercado en octubre y ya supera las 15 millones de descargas.

¿En qué radica su éxito? "En la diversión que implica", opina Pablo Buela, director de la agencia uruguaya de marketing online Pimod, en referencia a lo gracioso que quedan algunas filmaciones. De hecho, en Argentina los mediáticos lo usan como pasatiempo y Nazarena Vélez llegó a cargar once videos en cuatro horas. La otra clave está "en la súper facilidad de uso".

La aplicación es gratuita y está disponible para iOS y Android. Una vez instalada, el usuario ingresa a un menú en donde selecciona una categoría de sonido (comedia, animales, humor, etc.) y puede escuchar el audio. Luego se enciende la cámara interna del celular —esa que se usa para la selfie— y al apretar el botón "comenzar" se puede grabar el video haciendo la imitación estilo playback. Una vez que se carga —hay varios usuarios que critican el tiempo de demora en este paso—, puede compartirse en las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram o WhatsApp) o bien copiar en el teléfono.

¿Cuál fue el origen de esta app? Una vez a Roland Grenke le regalaron para su cumpleaños un teclado que imita sonidos. Sin saberlo fue el disparador de la exitosa aplicación. Él, alemán que terminó de estudiar programación, conoció en un hackaton de Berlín a otros dos veinteañeros entusiastas: Jonas Drüppel y Daniel Taschik. Fue entonces que resurgió la idea del particular obsequio. La primera versión surgió en un fin de semana y fue probada con familiares. El resultado: una conquista.

De ahí crearon una startup (pequeña compañía) con el objetivo de convertir a la aplicación en la más exitosa de Alemania. Pero, ¿cómo ganar dinero? Es un paso que aún no resolvieron estos emprendedores. "Una opción es ofrecer una versión Premium con filtros especiales que sea paga", respondieron a la revista alemana Gründerszene. La otra es aprovechar el auge para que la idea sea comprada por una multinacional.

Pero no todo es color rosa para estos tres emprendedores. Hoy, a poco más de tres meses de salir al mercado, afrontan demandas por derechos de autor. Lo cierto es que varios fragmentos de películas y, sobre todo, de canciones, están registradas bajo licencia de copyright.

Mientras el uso del video sea privado, los abogados alemanes entienden que se está en la legalidad. El problema surge al compartir la filmación con el doblaje en las redes sociales o en un blog que adquiere carácter público. Lo seguro es que hay sonidos, como los que imitan a animales, que no tienen derechos de autor. Daniel, Roland y Jonas dicen que "están trabajando en ello" y que atienden "las consultas una por una". Pero como todo lo que se viraliza, el control ahora es de los usuarios.

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