Antes de convertirse en la revelación de la serie Orange is the new black casi abandona la actuación porque sentía que no tenía cabida.

Dos años antes de la noche del 25 de agosto de 2014, cuando recibió el premio Emmy a la Mejor Actriz Invitada en Comedia de manos de Morgan Freeman, Uzoamaka Aduba (34) pensó seriamente en dejar de ser actriz. "Estaba decidida a dejar la actuación. No veía a nadie como yo en la industria, me sentía desilusionada", cuenta ahora Aduba, que con su papel como Suzanne Warren, la loquísima y encantadora "Crazy eyes" en la serie Orange is the new black, conquistó no solo a la audiencia, sino también a la industria televisiva.

Después de ese premio —que le llegó inesperadamente, pues muchos apostaban a que lo ganaría la actriz Laverne Cox, su compañera en la serie original de Netflix—, llegaron otras sorpresas: fue nominada a los Globos de Oro y a los Screen Actors Guild.

Hija de padres nigerianos y nacida en Massachusetts, Uzo Aduba cuenta que justo el día en que pensó en renunciar a todo recibió una llamada de los productores de Orange is the new black, que le permitió entrar a la TV. Eso significó dejar, por un tiempo, su trabajo en el teatro, donde había alcanzado sus primeros logros: un Helen Hayes Awards en 2003 —premio que reconoce la excelencia teatral estadounidense desde 1980— por su interpretación en la obra Translations of Xhos, además de su debut en Broadway en 2007, con Coram boy.

"Empecé en la ópera y luego me acerqué al teatro cuando me mudé a Nueva York después del bachillerato, pero siempre me ha interesado la televisión. Lo que pasaba conmigo es que ya había ido a muchos castings y no pasaba nada. Por eso empecé a creer que esto de la actuación no era para mí. Es que me veía, y lo que veía era a una persona totalmente diferente a las que estaban en las pantallas de televisión. La verdad es que antes de Orange is the new black, sentía que no encajaba en ningún lugar" —cuenta la actriz—. Y creo que eso pasa en gran parte por mi físico. Hay gente a la que simplemente no le gusta cómo luzco, por mis rasgos, que son muy africanos. Veo gente que se opera mucho para lograr adaptarse a la industria y no pienso hacer eso, me gusta como soy. La verdad, me considero diferente por muchas razones, ni sé por dónde empezar. Desde mi voz, mi forma de comportarme, que de hecho hace que otras mujeres se sientan intimidadas. Además, tengo maneras de pensar que algunas veces se salen de lo convencional". Quizás por eso, cuando puede destaca que siente gran placer en que su carrera como actriz haya resurgido en una plataforma tan distinta e innovadora como Netflix.

Su nombre, que en igbo (lengua nigeriana) significa "la ruta es buena", es otra cosa que Uzo Aduba considera que la diferencia de otras actrices. Cuando estaba en la escuela, recuerda que un día llegó a casa para pedirle a su mamá que le cambiara el nombre a uno más sencillo como Zoe. Todo, porque sus compañeros no podían pronunciarlo. Ella simplemente le respondió: "Si ellos pueden aprender a decir Tchaikovsky, Michelangelo y Dostoievski, entonces pueden aprender a decir Uzoamaka". Nunca volvieron de nuevo sobre el tema, pero para hacerlo más sencillo, prefiere que la llamen Uzo.

Quizás tan diferente es que Suzzane "Crazy Eyes", el personaje que interpreta en la serie que cuenta el día a día de varias reclusas, también resalta porque es una mujer que se sale del molde de la normalidad. Y eso que está rodeada de otras que han desafiado las leyes del deber ser en la sociedad y por eso son prisioneras de Litchfield, el escenario principal de la producción. Su interpretación es la de una mujer que no está en sus cabales psicológicamente, pero que a pesar de ello causa simpatía, por sus sentimientos algunas veces demasiado inocentes y otras veces, extremadamente sinceros.

Para crear todo el aura de este personaje que suele tener mirada desorbitada y que habla con el lampazo mientras lava los baños de la prisión, Uzo Aduba dice que se inspiró en la actitud de los niños. "Ellos suelen moverse a sus anchas, sin estar conscientes de los espacios y así se comporta ella. Si la mirás bien, toda su expresión corporal es la de un niño", cuenta.

Cuando habla se siente la emoción sobre cómo Orange is the new black le cambió la vida. "He hecho cosas que jamás me imaginé". Por ejemplo, la semana pasada posó por primera vez para una editorial de moda de una revista neoyorquina y, además, se confirmó que ella, junto al actor John Stamos (recordado por interpretar al simpático tío Jess en Tres por tres), será la encargada de anunciar el 16 de julio los nominados para la próxima entrega de los Emmy.

—¿Alguna vez te imaginaste que la serie sería tan exitosa?

—Jamás. La verdad, no puedo estar más que agradecida con personas como Jen Hudson, quien me abrió la puerta un día de agosto para entrar al casting y con Jenji Kohan, por crear una serie tan extraordinaria en la que tantas personas que antes no estaban representadas, ahora lo están. De eso me di cuenta especialmente después de un viaje que tuvimos a Brasil por la promoción de la nueva temporada, me di cuenta del gran impacto social de la serie. Conocí a mucha gente agradecida por representar a las lesbianas, a los transgéneros, a los negros, a los latinos, a todos, como lo que son: humanos.

—¿Y recuperaste la fe en la actuación después de Orange is the new black?

—¡Claro, me cambió la vida para siempre! No sé, gracias a la serie me siento nuevamente viva. 

La actriz sabe que su personaje "Crazy eyes", una mujer inestable, impredecible y lúcida, se convirtió en uno de los personajes favoritos de Orange is the new black. "Yo había audicionado para todos los demás personajes, no sé qué hizo que los productores creyeran que estaba destinada para ese rol. Ahora que ya pasó un tiempo no tengo dudas de que era lo correcto", contó la actriz. Prueba de eso es el Emmy a la Mejor Actriz Invitada que obtuvo en 2014.

"Me siento tan completa, es por eso que me brotan estas lágrimas. Misión cumplida, gracias", manifestó tras obtener el galardón.

Nombres del Domingo  El Mercurio/GDA