Uruguay no se caracteriza por la elegancia de sus ejemplares masculinos, mucho camping, mucho short del verano que sobrevive y mucho jogging. Hablemos de las excepciones.

Julio Ríos es un tipo elegante pero arriesgado a la hora de seleccionar su indumentaria. A veces, me hace acordar a un tipo de parodistas de los ochenta con trajes de colores estridentes que si estás distraído te electrocuta. Igual, a él todo le queda bien porque su personalidad histriónica le permite sortear lo que sea. Capo total. Me matan sus zapatitos de charol (Gardel usaba eso). Un grande mi amigo Julito.

El presidente Vazquez —por paliza— es el número uno de todos los presidentes de este país en lo que a vestimenta top se refiere. Selección de telas adecuada, entretelas justas, solapas ni grandes, ni pequeñas, estupendas y buenas camisas (la tela no es de acá papi). Un lujo tener un presidente Armani. Bello que la izquierda "progre" asuma ese estilo fashionista. ¡Sin dudas el mejor presidente empilchado luego de la redemocratización de los ochenta!

Jorge Batlle usaba unos trajes raros, los pantalones nunca le quedaron cómodos, a veces hasta se los arremolinaba con algún cinturón trucho que no combinaba con el resto de los colores y como era muy alto semejante asimetría no se resolvía con sencillez (de jovencito dicen que supo tener su porte, pero de grande se ve que le embolaban semejantes asuntos).

El caso de Mujica es paradigmático porque demostró que no es que no le gustan los sacos, es algo más jodido: no hay manera de que alguno le siente bien. Ese de cuadraditos azules es muy look conductor argentino de programa de chimentos y se le desencaja por todos lados. Es un cuerpo difícil de encorsetar. Hasta en eso…

Nubel Cisneros posee un estilo clásico, colores oscuros demasiado intensos y un corte de traje tipo Errol Flynn. A mí se me ocurre que el largo de ese traje ya no está a la moda. (vieron que se usan cortitos). Es tiempo de que Canal 4 vaya reparando estos asuntillos. Miren el traje de Oscar Andrade ahora que es star televisivo, tiene los brazos cortos y eso que en su carrera por convencer a la pequeña burguesía no tiene límites.

El senador Javier García sigue con el mismo traje de Asceep-Feuu de los ochenta. Innecesario querido doctor, estamos en el 2017. Renovando que usted puede ser ministro.

Mi amigo el abogado Andrés Ojeda es ¡por paliza! de todos mis colegas el número uno. Trajes perfectos, pantalones chupín y camisas en contraste con corbatas petiteras. Yo lo veía cuando lo sacó libre a Amodio Pérez y supe que el juez quedó impactado por su facha. Es que tiene pinta el tipo. Nati lo sabe bien.

De los jugadores de fútbol criollos el uno es Pablo Forlán. Cuando se pone un traje parece Brad Pitt. El que anda flojo es el Lolo Estoyanoff, lo vi hace un tiempo en Sonríe con un saco color celeste a manchas que parecía el mar Adriático inundado de petróleo (Lolo te banco a muerte, me llamás y te paso unos piques de onda, vamos juntos con Javier García, los llevo a los dos de onda.)

De la nueva generación, el mago es Fer Vázquez, cero error, perfectito y sabe que la rompe. ¡Disfrutala flaco! (Toda mi envidia "no" sana).

¿Ya les dije que Astori me tiene deprimido con sus trajes lúgubres de siempre? ¿No se le puede donar un saco color crema que levante? Digo, perdón ministro.

Sin duda el peor vestido del elenco político es Daniel Martínez. Desde que es intendente no sabe si vestirse tipo péndex, si ponerse un traje y andar en bicicleta, si dar perfil laburante de recolección de residuos, no sé, el tipo nos marea y como es pelado uno se pierde más aún porque los pelados siempre te distraen con sus calvicies (en una buena lo digo, no hay manera de no mirarle la bocha, para mí que es un distractor premeditado) ¡Por eso te tenés que vestir perfil candidato a presi pelado! (guiñada de ojo, clic, clic.)

La elegancia masculina no es lo nuestro. Acá somos gronchos y hay que asumir eso. Por suerte tenemos al progre de Víctor Hugo Morales que es un dioso hasta en eso. ¡Volvé, macho, volvé! ¡Educanos que somos terrajas!

CABEZA DE TURCO