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Quién es Tulsi Gabbard, la candidata demócrata que sorprende

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Tulsi Gabbard. Foto: AFP

NOMBRES

La sigue un 2% de los demócratas de Estados Unidos, sin embargo Tulsi Gabbard no abandona la contienda.

Tulsi Gabbard tiene una voz serena y una gran elocuencia, de vocalización pronunciada. Cautiva. Así ingresa a un salón lleno de gente, saluda, toma el micrófono y habla: “Para los que preguntan por qué sigo aquí, por qué todavía compito para presidente, eso es porque sus voces no han sido escuchadas todavía”. La candidatura de la tercera demócrata en carrera presidencial de Estados Unidos es, para todos los que miran desde afuera, una sorpresa. Con menos del 2% de los votos en las primarias demócratas decidió seguir la carrera presidencial.

Hace dos años, cuando los demócratas hablaban de encontrar un nombre clave que superara a Donald Trump, algunos medios se animaron a nombrarla como ejemplo. Era 2018, Gabbard veía la campaña como una posibilidad. Hoy, con los nombres deJoe Biden yBernie Sanders aún muy fuertes y bastante superiores en votos al resto de los demócratas, los medios hablan de “lo extraño” , porque aunque todos los demás se han dado de baja, Gabbard optó por jugar con todo. Aunque no gane (es difícil que cambie el panorama en unos meses), su nombre cobrará otra fuerza y llegará a sus 39 años con más popularidad. Asimismo, en el famoso supermartes del 3 de marzo pasado la candidata logró un delegado en la Samoa Americana, el archipiélago donde nació.

El camino hacia las elecciones

Cuando los medios estadounidenses hablaban de Gabbard como ejemplo de candidata decían, a su vez, que la juventud era una posible complicación a la hora de captar votantes. Pero su experiencia comenzó desde temprana edad y se convirtió en la política más joven del equipo legislativo de Hawai, el estado norteamericano donde creció. Por ese entonces tenía 21 años, pero ya en su adolescencia había creado una ONG en pos de cuidar el medioambiente. En febrero de 2019 lanzó su campaña en Hawai.

De nuevo voz serena frente a una multitud y una pronunciación marcada a la hora de decir “Aloha”. Otra vez hablando sobre su vocación de servir a otros. “Al crecer me di cuenta de que era feliz protegiendo a la gente, al agua, nuestros océanos, nuestra tierra. Y sentí que era un tipo de felicidad diferente a cualquiera que sentí cuando pensaba solo en mi misma. Es una felicidad más profunda que permanece en mí”.

En la Cámara de Representantes de Hawai estuvo en dos ocasiones. Fue vicepresidenta del Comité Nacional Demócrata, puesto al que renunció por estar en desacuerdo en la gestión de las primarias de 2016 y para apoyar a Sanders. Desde 2013 es miembro representante de Hawai en el Congreso estadounidense. Además, Gabbard es conocida como la veterana de guerra que sirvió de voluntaria en Oriente Medio, y es, actualmente, comandante en la Guardia Nacional del Ejército de Hawai. Desde esa perspectiva cuestiona fuertemente las medidas de política exterior estadounidense y ha sido polémica su visión contraria a las medidas tomadas por Barack Obama cuando su gobierno. Gabbard solía aparecer bastante seguido en televisión por este asunto. Su imagen de demócrata rebelde se fue construyendo.

A The Huffington Post cuenta que la carrera militar ha sido parte esencial en su formación como política, que le ha dado, asegura, las herramientas principales para enfrentarse al mundo de Washington y la motivación suficiente para saber que quiere cambiar algo en la vida de los otros.

Entre sus pronunciamientos más criticados por otros demócratas está la idea de que Estados Unidos debería trabajar en conjunto con Bashar al-Assad, presidente sirio, y Vladimir Putin. Incluso llegó a ponerse a Hillary Clinton en contra, quien sin nombrarla dijo en octubre lo siguiente: “No estoy haciendo ninguna predicción, pero creo que tienen la mirada puesta en alguien que actualmente está en las primarias demócratas y la están preparando para ser la candidata de un tercer partido”. Gabbard se dio por aludida y a comienzos de 2020 inició una demanda por difamación contra Clinton. Otra actitud muy cuestionada fue su abstinencia a votar en el impeachment a Donald Trump en diciembre.

Aunque la política exterior es su principal preocupación, también defiende la lucha contra el cambio climático, el matrimonio igualitario y la legalización del aborto. Incluso, destaca un artículo de 2018 publicado por Vanity Fair, fue una de las primeras demócratas en proponer legislación promedioambiente antes del Green New Deal. Además es una defensora de la salud pública, la transición energética y aboga por una reforma del sistema penitenciario. En su contra tiene el haber defendido algunas restricciones contra migrantes sirios e iraquíes, por ejemplo.

En sus redes sociales se muestra consciente de que su campaña no es demasiado bienvenida. En su última publicación a la hora de escribir esta nota dice: “¿Por qué los medios corporativos intentan borrar mi candidatura? Continúo compitiendo por la misma razón por la que originalmente comencé esta carrera: para provocar un cambio radical en nuestra política exterior de larga data de llevar a cabo guerras de cambio de régimen, poner fin a la nueva guerra fría y la carrera de armas nucleares, e invertir los billones desperdiciados en tales guerras en el pueblo estadounidense”.

En la vida y en el agua

De la vida personal de Gabbard se sabe, sobre todo, que ama la cultura de Hawai. Aunque nació en la Samoa Americana, creció en la isla hawaiana y es por esa tierra que tiene un sentimiento especial. “Amo nadar, amo surfear, amo divertirme en este paraíso”, reconoce en su discurso de lanzamiento de campaña. Es su hogar.

“Llego a casa, dejo mis bolsos, me pongo el traje, y así sea para sumergirme por cinco minutos, es mi prioridad número uno”. En un video para The Huffington Post surfea, se sienta en la tabla y allí, entre las olas oceánicas habla de lo que siente por el deporte. Cuenta, por ejemplo, que cada vez que sale del agua se siente fresca, inspirada, motivada, y que aunque ahora su trabajo la retiene en Washington, su primera parada cada vez que llega a casa es el océano Pacífico.

Aunque el surf era un deporte bastante copado por varones, Gabbard ha contado que crecer con tres hermanos la preparó lo suficiente como para enfrentarse a quien sea y lograr sus objetivos. “Incluso en el servicio militar o en la política nosotras las mujeres todavía un número muy pequeño, así que en el surf o en el trabajo o en la vida es con lo que crecí”.

En casa también se encuentra con su esposo, Abraham Williams, un cineasta independiente y freelance que también la acompaña por las olas. Su historia de amor comenzó con él ofreciéndose para participar en una de sus campañas políticas y el compromiso fue en la playa con un atardecer de fondo y sobre las tablas de surf.

Su formación básica fue en casa y los estudios terciarios los realizó dentro de la propia isla. Allí, la religión era otro asunto bastante presente en su vida. De su padre heredó la oratoria al crecer escuchándolo leer el Nuevo Testamento a ella y a sus hermanos. De su madre vino el hinduismo, religión a la que adscribe por decisión personal.

No es mucho más lo que cuenta ni lo que dicen sobre ella, pero de a poco, y aún con ese dos por ciento, el nombre Tulsi Gibbard va cobrando fuerza.

Rumbo a noviembre

Lo que viene

Aunque el lado de los demócratas haya tenido más resonancia en la prensa internacional, las elecciones primarias de los Republicanos también van marcando un rumbo. En este segundo caso, Donald Trump se posiciona con clara diferencia frente al otro candidato que sigue en juego, el exgobernador de Massachusetts William Weld. Hasta ahí cada candidato debía lograr el delegados que lo apoyen para la elección.

El próximo paso rumbo a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos está en las convenciones partidarias que se celebrarán, según lo previamente establecido, del 13 al 16 de julio en Milwaukee, Wisconsin la Convención Nacional Demócrata, y del 24 al 27 de agosto en Charlotte, North Carolina la de los Republicanos. En esas instancias cada uno de los partidos elige a su candidato a presidente.

Hacia finales del año están programados los debates presidenciales para el 29 de septiembre, el 15 de octubre y el 22 de octubre. Finalmente las elecciones nacionales de Estados Unidos son el 3 de noviembre, cuando además se eligen gobernadores, senadores y representantes

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