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Tecnología para estudiar la piel

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Poder observar con precisión una lesión en la piel es algo fundamental para el dermatológo a la hora de realizar un diagnóstico. Es por eso que los especialistas usamos en la práctica diaria un instrumento llamado dermatoscopio, que es un aparato que posee un lente que amplifica de 10 a 30 veces lo que capta el ojo a simple vista.

Además, al ayudarse de una fuente de iluminación especial, permite apreciar con gran detalle las estructuras que están a mayor profundidad, sobre todo aquellas que caracterizan a las lesiones pigmentadas.

La dermatoscopía o microscopía de epiluminiscencia es una técnica no invasiva e indolora, ya que basta apoyar el instrumento con suavidad sobre la superficie cutánea para realizar correctamente el examen.

Hoy en día, también existen equipos digitales que permiten no sólo la visualización con mayor aumento sino que además posibilitan el registro de las imágenes de las lesiones en una computadora. Con esta tecnología se puede realizar un mapeo exhaustivo de los lunares que están localizados en las distintas áreas del cuerpo, permitiendo la comparación de sus características a lo largo del tiempo. Es decir, de esta forma es más fácil detectar si una lesión pigmentada ha cambiado de forma o de color, o ha aumentado de tamaño o aparecido recientemente, todos elementos de sospecha de una transformación maligna.

Es por eso que la videodermatoscopía tiene especial importancia en la detección temprana del melanoma maligno, el cáncer de piel que es más agresivo y tiene mayor riesgo de mortalidad. Por lo tanto, cuando la sospecha es alta, la indicación es la extirpación quirúrgica para el posterior estudio anatomo-patológico, que confirmará o descartará el diagnóstico.

Si bien todas las personas deben realizarse un chequeo de su piel al menos una o dos veces al año, el estudio clínico y dermatoscópico está especialmente indicado en aquellas que tienen mayor riesgo: individuos con muchos lunares, los de una piel muy blanca, los que han tomado mucho sol a lo largo de su vida y quienes tienen antecedentes de cáncer de piel en alguno de sus familiares cercanos.

A pesar de lo avanzado de esta tecnología diagnóstica, de todas maneras no hay que olvidar que las imágenes y datos obtenidos en última instancia siempre deben ser interpretados por el médico especialista, quien será quién decidirá cuál será la conducta a seguir en cada caso.

En Consulta I DR. PABLO PERA PIROTTO

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