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Space Ace ya no vuela

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Sin maquillaje, Ace Frehley busca retazo de sus vieja gloria.

El primer guitarrista original de Kiss estaba llamado a ser una leyenda del rock. Su talento se opacó por sus vicios y su resentimiento.

Allá por 1977, en la cresta de la ola, Ace Frehley parecía un tipo sensato de 26 años. Estaba preocupado por separar su personaje arriba del escenario —Space Ace, el guitarrista extraterrestre del grupo Kiss, proveniente del planeta Jendell— del tipo nacido como Paul Daniel Frehley el 27 de abril de 1951 en Nueva York, fracaso escolar en varios institutos del Bronx y con una afición a la bebida que no haría sino empeorar. "Debo mantenerme sano y manejar la fama. En el escenario, soy Ace Frehley; y fuera de él, soy un chico del Bronx. Mick Jagger será siempre Mick Jagger, pero yo puedo sacarme el maquillaje y ser quien soy. Cuando todas las chicas gritan, no es a mí a quien llaman. Es a lo que represento", le decía a la revista Rolling Stone. "La fama es una etapa temporal. Te convertís en un candidato para el manicomio cuando creés que esto va a durar para siempre", añadía.

Desgraciadamente para Ace, el tiempo no fue bueno con él. Podría ser peor, claro. Podría estar arruinado, inactivo o completamente olvidado. Es más, podría estar muerto. Pero, evidentemente, no supo manejar la fama. Tanto, que a sus 65 años, su mayor notoriedad como rockero veterano pasa por despotricar a sus viejos compañeros de banda, esa que hoy gira por todo el mundo festejando sus más de 40 años de trayectoria. Y a ellos culpa por su ostracismo, de una forma u otra.

Con sus caras pintadas, sus riffs contundentes y sus letras sobre sexo, juergas y poca cosa más, Kiss fue una banda que resumió los excesos, el lujo y la decadencia del rock de masas estadounidense de los 70. Era la respuesta yanqui a la primera oleada británica de hard rock, que tenía a Led Zeppelin como fortísimo mascarón de proa. Si Paul Stanley, el Chico Estrella de la garganta de oro, era el divo, y Gene Simmons era el Demonio cínico y feroz (y verdadero líder de la banda tras bambalinas), Ace era el que personificaba el rock detrás de su maquillaje espacial. ¿Y el baterista Peter Criss? Básicamente, un tipo que se disfrazaba de gato...

Space Ace, amante de los ovnis, la astronomía y la ciencia ficción, tuvo sus primeros contactos en el rock siendo adolescente formando varias bandas y trabajando como plomo de Mitch Mitchell, el baterista de la Jimi Hendrix Experience, durante la actuación de este power trio en Nueva York en 1970. Era un tipo alto y de rostro exótico, que muchos atribuían a una no comprobada sangre indígena de su madre. Tenía una gran timidez que, empero, no le impedía tener gran éxito con las mujeres; pese a ello, mantuvo una "relativa" fidelidad con Jeannette Treratola, su novia desde 1970, su esposa desde 1976 y la madre de su única hija, Monique, desde 1980. Fue el último en entrar a Kiss. Su audición como primera guitarra fue a fines de 1972. Varias cosas le llamaron la atención a sus tres futuros compañeros: su aspecto, su insistencia en un planeta inexistente llamado Jendell, que usara un champión naranja y otro rojo, y su destreza con las seis cuerdas. Esto último fue lo que decidió a los ya líderes del grupo —Gene y Paul— a contratarlo entre más de 60 postulantes, a pesar de que su personalidad les pareció un tanto freak. Peter Criss, en cambio, se convirtió en su amigo inmediato. En una banda en la cuál las individualidades de cada uno de sus miembros estaba potenciada como en muy pocos casos (quizá con la excepción de —oh, herejía— The Beatles), los bandos ya quedaron marcados desde el inicio.

Si Kiss era —según la óptica norteamericana— la respuesta a Led Zeppelin, Ace lo era a Jimmy Page. Para la Kiss Army, la legión de fans de la banda, Ace era el rock. Bastaba escuchar su guitarra en Deuce, Strutter, She o Cold gin (compuesta por él) para entender el porqué. El truco de su Les Paul humeante en escena se destacaba en el show de un grupo que le daba gran importancia a lo visual. Cuando cada uno de ellos sacó su álbum solista, en 1978, hubo unanimidad en que el mejor era el suyo.

Pero el alcohol y las drogas lo estaban convirtiendo en una caricatura. De hecho, debió ser reemplazado por otros guitarristas en varias grabaciones y se ausentó en más de una presentación. La partida de la banda de Peter Criss en 1980, también a causa de sus excesos, lo aisló cada vez más. El nacimiento de su hija lo calmó, pero no del todo. A principios de los 80, su afición a correr picadas con su auto lo puso varias veces en las páginas policiales y en los hospitales. De milagro no se mató él ni mató a nadie. En 1982, Gene Simmons —para quien el amor por el show business es más fuerte que cualquier vínculo personal— le mostró dónde estaba la puerta. Vinnie Vincent lo sustituyó.

En 1983 comenzaron su carrera solista y sus intentos por limpiarse. En 1986 se separó de Jeannette. Seguía siendo idolatrado por fans más ortodoxos de Kiss —en cuya formación no lograban hacerlo olvidar virtuosos como Vincent, Mark St. John o Bruce Kulick—; pero esa idolatría iba mermando a medida que pasaba el tiempo y que el material propio del viejo Space Ace, ahora sin maquillaje, no era demasiado convincente. Cuando Simmons y Stanley vieron que la reunión del cuarteto original podía generar pingües ingresos —¿nostalgia?, ¿acercamiento?, nada...—, Ace volvió a la banda y a pintarse el rostro. Eso fue entre 1995 y 2002. Volvieron el éxito, el lucro, el rock y las disputas: así que de nuevo le dieron salida. Cada tanto, Ace le dedica duras diatribas a Thommy Thayer, el nuevo "As del Espacio" que usa sus mismas plataformas. Es bueno mencionar que Thayer, a quien detesta y que ya colaboraba con Kiss desde mediados de los 80, fue quien re-enseñó a Ace a tocar sus partes cuando la histórica reunión.

"Si no me hubiera vuelto a ir de Kiss en 2002 creo que me hubiera convertido en una estadística más. Habría muerto. Sentí mucho alivio cuando me fui", dijo el guitarrista en marzo, luego de repetir sus burlas contra Thayer y calificar a Stanley de "uno de los peores guitarristas del rock". Cada vez menos fans le festejan esas gracias. Su último disco, Space invader (2014) rompió con cinco años de silencio. Y tirarle dardos a sus viejos compañeros de ruta fue una buena forma de obtener publicidad, de hacer prolongar esa fama que en tiempos jóvenes sabía no iba a durar. No siempre los años traen sabiduría.

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Fue el número 61 en audicionar como guitarrista para una banda que luego se llamaría Kiss. Llamaba la atención por su extraña personalidad, pero encajó perfecto. Tanto se consustanció con el grupo, que incluso diseñó el logo de la banda. Su trabajo en el disco en vivo Alive (1975), es considerado de escucha obligatoria para todo guitarrista de rock que se precie. Estaba en la cima, pero tomaba demasiado...

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Luego de la partida de Peter Criss, su estadía en Kiss fue muy difícil. Casi pierde su inmensa fortuna —que incluía una mansión en Connecticut, un estudio de grabación propio, tres autos deportivos y 35 guitarras— por culpa de su adicción. Comienza a limpiarse, pero no logra salvar su matrimonio con Jeannette, madre de su única hija. Con Frehley's Comet (1987) empieza su etapa solista. No pasa demasiado.

El regreso de las viejas caras pintadas

Si que nadie estuviera avisado, más viejos y más deteriorados los cuatro Kiss originales volvieron a maquillarse y así aparecieron en la entrega de los Premios Grammy del 28 de febrero de 1996. Fue la primera vez en 16 años que Peter Criss aparecía junto a sus viejos compañeros, en 13 que lo hacía Ace (segundo desde la izquierda), e igual tiempo desde la última vez que se pintaban la cara. Duró poco.

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NombresLEONEL GARCÍA

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