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Saltar y bailar para ser feliz

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Katelyn Ohashi
Katelyn Ohashi during an NCAA college gymnastics match, Friday, Jan. 4, 2019, in Los Angeles. (AP Photo/Ben Liebenberg)
Ben Liebenberg/AP

NOMBRES

Sus rutinas son virales pero en la historia de la gimnasta Katelyn Ohashi, hay desventuras y una moraleja.

Todo era cuestión de saltar. Aunque al principio, cuando tenía tres años, también era cuestión de juego. Y de un talento y un gusto especial que Katelyn Ohashi demostraba ante sus padres y hermanos por la gimnasia artística. Aquella niña (cerquillo moreno, hoyuelos en las mejillas y mirada con chispa) hacía todas las piruetas posibles en cualquier espacio que encontrara. Reía y los hoyuelos se marcaban más, saltaba y cada vez le gustaba más.

Katelyn tiene 21 años. Salta impecablemente y entre cada movimiento de su rutina, baila. Lo hace al ritmo de Michael Jackson porque es su ídolo. La platea se divierte, sus compañeras, las otras chicas que junto a ella son del equipo de gimnasia olímpica de la Universidad de California (UCLA), le siguen los pasos y celebran ante cada movimiento que sale bien. Katelyn sonríe y se le forman los mismos hoyuelos que a aquella niña, de la que ahora hay un montón de videos circulando en redes y en YouTube. Katelyn, como habrá apreciado el lector, es la gimnasta que en los últimos días se volvió viral por su gracia y por los “10” que se lleva en la competencia de suelo de un torneo universitario. El video de Twitter lleva 48 millones de reproducciones y el de YouTube más de 27 millones, en las cuentas oficiales de la UCLA en las que están desde el 12 de enero. ¿Pero quién es esta chica?

Katelyn Ohashi
Vea el video viral de Katelyn Ohashi

“Hubo un tiempo en el que estaba en la cima del mundo. Una aspirante olímpica (...) La alegría de esa chica era simplemente estar presente. Solo seguía y seguía. Vivía el día a día y disfrutaba cada segundo. De niña incluso cuando no había clase de gimnasia, ella estaba en el gimnasio. Era su mundo”, en esa tercera persona, contó Katelyn sobre su vida en un video para The Players’ Tribune, una plataforma fundada en 2014 que brinda espacio para que los atletas puedan expresarse.

“Hubo un tiempo en el que estaba en la cima del mundo (...) Fui imbatible hasta que no lo fui más”

Katelyn Ohashi
Katelyn OhashiGimnasta y estudiante de sociología

Nació en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington en 1997. Como de chiquita mostraba afición a la gimnasia y la practicaba desde los tres años, sus padres decidieron anotarla en el club Grat American Gymnastics Express del estado de Missouri, a donde se mudó. Su amor por el salto empezaba a profesionalizarse. No tardó mucho en hacerse notar y ya en 2009 recibió su primera medalla de oro por su rutina de suelo en una competencia junior nacional. Ese año también se mudó a Texas a la World Olympic Gimnastics Academy y la gloria parecía tocarla: ingresó al equipo nacional de gimnasia olímpica de Estados Unidos. Sus logros la posicionaron como competencia directa de su también compañera en el equipo (y amiga): Simone Biles, que después sería campeona mundial y olímpica. En su debut en el American Cup de 2013, Katelyn superó a Simone. Todo iba bien, o casi.

El video de esa competición está disponible para todos en YouTube. Malla rosa, rostro atento, respiración y saltos y giros en las barras que a simple vista parecen perfectos. Pero la narración de los comentaristas recae siempre en lo mismo (tanto en este video como en otros): “Una muy buena puntuación, pero ella puede ser mucho mejor” o “Sabemos que es capaz de más”. Terminan los saltos y aparece en Katelyn una sonrisa a medias a la que le sigue un rostro que lo dice todo: para Katelyn también lo podría haber hecho mucho mejor. Al mes, debieron operarla de los dos hombros, tuvo que parar y entonces la chispa se calmó del todo.

Katelyn Ohashi de niña
En su Instagram, Katelyn suele compartir fotos entrenando o compitiendo en su niñez

Si Katelyn seguía saltando, probablemente seguiría siendo de las mejores en el equipo nacional y su nombre podría haber llegado igual o más lejos que el de Simone Biles. “No es por desmerecer, pero esta chica no podría acceder en ningún caso al equipo nacional. En el pasado pudo competir con Biles, pero se retiró y ahora el nivel de Biles es otra cosa”, comenta Gervasio Deferr, campeón olímpico español a ABC. Quién sabe. ¿Habría sido olímpica, mundial? Ya no le interesaba. Hubo otra operación, su espalda también estaba rota, y además venía arrastrando todo el desánimo que ya se notaba en aquella American Cup. “Fui imbatible hasta que no lo fui más”, dijo en ese video para The Players’ Tribune.

Katelyn también escribe. Por necesidad, escribe. De adolescente tenía un diario donde se descargaba cada vez que la gimnasia, aquella profesión que un día le había prometido glorias y alegrías, le estaba dando tristeza, frustraciones y una brutal paliza a su autoestima. “Desde que formé parte del equipo el año pasado, sentí la presión de estar a la altura de cierto nivel y ajustarme al tipo de cuerpo estereotipado de un gimnasta. Mi entrenador cree que cuando lo arruino o me caigo, es porque peso demasiado, así que tengo la costumbre de medir mis muslos con las manos todos los días para ver si he ganado algo de peso (...) Normalmente puedo llegar hasta la mitad de ellos, pero hoy, cuando lo intenté, no pude”, escribió en él. Era 2010, tenía 13 años y ese día decidió dejar un sandwich por la mitad.

Ahora lleva un blog —que comparte con la también gimnasta y amiga María Caire y donde copió extractos de ese diario— y allí, más que desahogarse, reflexionan. Según el blog, Behind The Madness, parece una chica sensible, empática que tanto se detiene a pensar en las personas sin techo como en una reflexión sobre la individualidad inspirada en Oscar Wilde. También lo usa para denunciar todo lo que está mal en el mundo de la gimnasia olímpica profesional. Porque sabe que las exigencias están bien, que para crecer y llegar a los objetivos, hay que entrenar. Pero también sabe que ningún entrenador que compare a niñas con “elefantes” (como le pasó) puede estar haciendo las cosas bien. Después de dejar aquel sandwich por la mitad, Katelyn pasó a otra cosa: quería comer, poder disfrutar de una hamburguesa, por ejemplo, como cualquier niña ¿La solución que encontró? Un problema aún mayor: la bulimia. Desde hace un tiempo se ha vuelto activista en contra de los abusos por parte de los dirigentes de la Federación de Gimnastas de Estados Unidos por la imposición de estándares de belleza.

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#tbt to when I enjoyed looking at my reflection lol

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Para muchas atletas soñadoras, tener que parar de entrenar y ver las expectativas truncadas por una operación puede ser devastador. Sin embargo, para Katelyn fue un alivio. “Estaba feliz de estar lastimada”, confesó. El amor a ella misma había disminuido. En junio de 2013 subió a Instagram una foto de cuando era niña, jugando con un sombrero elegante y un collar de perlas. En la mano tenía un espejo y le sonreía. Junto a la foto, escribió: “Volver a cuando disfrutaba mirando mi reflejo”.

Entonces se dio cuenta de que algo debía cambiar y cuando decidió volver a la gimnasia, sabía que tenía que ser disfrutando. Comenzó sociología en la UCLA y ahí conoció a Miss Val, la directora del equipo de gimnastas. Con ella, volvió a encontrar “alegría y amor dentro del deporte”. Lo demás, se volvió viral.

Lo que cuenta en la web

Su coach
La gimnasta Katelyn Ohashi junto a su entrenadora Miss Val

Miss Val: “Una segunda mamá”

La Universidad de California fue un antes y un después en su vida. Allí conoció a Miss Val, su profesora de gimnasia y desde que está en el equipo, además de destacar en las competencias, ha entendido el deporte como cuando era niña: por puro placer. En Instagram, compartió esta foto y escribió: “Es raro encontrar una coach para la vida, segunda mamá y coach actual todo en una, pero la prueba existe”.

Campeona olímpica
Katelyn Ohashi en una de las tantas fotos que tiene con la campeona olímpica Simen Biles

Simone Biles: competencia y amistad

Es una de las tantas fotos que Katelyn ha compartido en su Instagram junto a la campeona olímpica Simone Biles. En 2013, le ganó en la American Cup. Después, Simone siguió su carrera y triunfó y Katelyn paró por salud. Siguen siendo amigas. En sus stories, Simone ha celebrado el video viral de su amiga. A la inversa, Katelyn ha homenajeado con fotos a su amiga olímpica en cada triunfo.

Behind the Madness
Katelyn Ohashi

El blog: escribir para reflexionar

En el blog Behind The Madness, Katelyn escribe y reflexiona. En la última publicación, de junio de 2018, Katelyn habla sobre el granuloma anular, una enfermedad crónica de la piel que padece desde los 10 años. “En un mundo donde la mayoría de las personas solo hablan de lo ‘bueno’, a veces puede hacer que te sientas solo cuando experimentas las cosas ‘malas’, anormales, extrañas y aterradoras dentro de tu cuerpo natural”, comienza

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