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Ricardo Darín, el indomable

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Ricardo Darín, un actor que no se guarda nada cuando habla de su país.

Lleva casi cinco décadas sobre los escenarios. Ha mostrado ser un actor de gran versatilidad y también un afilado crítico de la realidad.

Tiene 60 años y hace más de cuatro décadas que es actor. Trabajó en varias películas que compitieron por el Oscar y en una que lo alcanzó. El rostro de Ricardo Darín representa al argentino de a pie, al que masca bronca por los acomodos, por los pequeños atropellos cotidianos que afrentan a todo hombre corriente. Y también al galán, al que peinan canas pero que todavía hace suspirar a mujeres de todas las edades.

Darín casi nació arriba de un escenario. Tenía apenas diez años cuando debutó en una obra de teatro junto a sus padres Ricardo Darín y Reneé Roxana. Pero no le faltó calle, aprendizaje que luego daría una pátina de realismo a cada uno de los personajes que compondría a lo largo de su extensa carrera actoral.

El teatro fue su primer amor, aunque su relación con la pantalla empezó desde muy joven. Era apenas un adolescente cuando ya quedó a las órdenes de Alberto Migré en algunas de las telenovelas que supusieron un éxito en la pantalla chica rioplantense. La mezcla italiana y libanesa en su sangre le dio fibra primero como integrante de la pandilla de "galancitos" que comenzaron a copar la televisión argentina a mediados de la década de 1980 en producciones como Estrellita mía, o Rebelde, junto a Andrea del Boca y Grecia Colmenares, respectivamente. Su relación con la diva Susana Giménez, que se extendería por nueve años, contribuiría a consolidar la fama de galán.

Pero su éxito en la televisión llegaría a principios de la década de 1990 con su veta cómica en una tira protagonizada junto a Luis Brandoni, la recordada Mi cuñado, reversión de una serie de la década de 1970.

Mientras tanto, Darín continuaría en teatro trabajando en varias obras durante todo ese período, a la vez que su éxito en pantalla no hacía más que aumentar. También comenzaría su labor en cine, aunque en producciones de menor tenor que aún no revelarían la veta dramática que lo llevaría al éxito más tarde.

Los reconocimientos comenzarían por su papel en una película dirigida por Juan José Campanella, El mismo amor, la misma lluvia, cineasta junto al que volvería a repetir algunos resonantes éxitos del cine argentino.

De ese modo Darín entra en la década de 2000 con ese y otro recordado éxito, esta vez en la dirección de Fabián Bielinsky, como lo fue Nueve Reinas, una mezcla de policial y picaresca con acertados toques de cine negro que hicieron de la película un clásico.

En todos esos años, hasta lo que sería su consagración definitiva al protagonizar El secreto de sus ojos y su premiación en Hollywood como Mejor Película Extranjera, la figura de Darín no ha hecho más que crecer y traspasar el ámbito meramente artístico. De hecho, sus opiniones políticas lo han convertido en una molestia para el poder de turno, con posturas críticas esbozadas fuera de toda adhesión partidaria.

La voz de la calle.

"Estamos medio dormidos. Cuando uno está al tanto de los maltratos, las humillaciones, los atropellos, las postergaciones… Me pregunto: ¿Habrá sido siempre así? ¿Hasta cuándo vamos a seguir asistiendo con naturalidad a las aberraciones? ¿Cuánta gente vamos a necesitar ver durmiendo en la calle para darnos cuenta de que algo no ha ido bien? Estamos hiperdomesticados. Llegamos a la conclusión: Bueeeno, esperaremos a que las cosas cambien; a que lo que nos prometen los señores de turno por las vías correctas se modifique", filosofa sobre lo inmediato Simón, el personaje que compuso para Relatos Salvajes (2014), dirigida por Damián Szifron.

La película, que también compitió por el premio Oscar, reunía seis historias no ligadas entre sí, que compartían el aire de comedia negra que, con distintos acentos según la historia, le dieron la tónica general. Allí el personaje interpretado por Darín era un ingeniero experto en demoliciones que termina poniendo sus conocimientos al servicio de una suerte de acto de "justicia por mano propia", en el que hace volar por los aires la playa de estacionamiento a la que es llevado su coche mal estacionado.

Muy lejos de ese papel, que también le valió una nominación para los premios Goya, en la vida real Darín ha sido un afilado crítico de la situación política de su país. Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner el actor quedó en el centro de una inesperada polémica con la propia mandataria. El episodio ocurrió cuando Darín sostuvo en una entrevista con la revista Brando: "Quisiera que alguien me explicara el crecimiento patrimonial de los Kirchner".

Esta afirmación no pasó inadvertida para la entonces mandataria argentina. En su cuenta de Facebook Cristina Fernández salió al cruce diciendo que el actor "fue investigado por el delito de contrabando de una camioneta", en un recurso que utilizó muchas veces —tanto el uso de redes sociales, como el de información contra sus críticos— durante su gestión.

Tiempo después de este incidente, el actor volvió a referirse al tema. "El tratamiento de ciertas cuestiones nunca me terminó de conformar. Ni siquiera me refiero a la presidenta, sino al tratamiento de un entorno que tiene mucha facilidad para ofenderse o que tiene la necesidad de exaltarse cuando en realidad lo que necesitan es que quienes gobiernan bajen la temperatura y digan: Ok, vos pensás distinto, opinás tal cosa, charlemos, abramos el debate. Mis reflexiones siempre giran en torno a eso", opinó.

Paralelamente, Darín se había manifestado a favor en términos generales de la llamada Ley de Medios, aunque fue crítico en relación con muchos aspectos de su implementación por parte del gobierno.

Más recientemente, Darín expresó alguna opinión crítica en relación con el gobierno de Mauricio Macri, a quien dijo conocer en forma personal. "Me preocupa mucho la gente que está pasándola mal, que está sumergida en una situación desastrosa, sin trabajo", señaló durante una entrevista con Radio 10 en la que fue consultado sobre la situación del país. Fiel a su estilo, el actor no se ahorró cuestionamientos a la actuación oficial.

La "escuela de la calle" y la familia.

"Cuando mis padres se separaron, me aferré a la calle. Estaba todo el tiempo afuera. Y empecé a percibir cómo funciona: no podés permitirte estar distraído", relató Ricardo Darín a El País de Madrid. El actor siempre resalta la suerte que tuvo en la familia que pudo formar con Florencia Bas. "Soy todo lo feliz que se puede ser. Tengo una familia increíble".

TRES MOMENTOS DE SU CONSAGRACIÓN.

Nueve reinas.

Estrenada en 2000 y dirigida por Fabián Bielinsky, esta película coprotagonizada junto a Gastón Pauls le valió numerosas distinciones y tiene una remake en EE.UU.

Luna de Avellaneda.

Una historia mínima bajo la batuta magistral de Juan José Campanella, que narra la historia en torno a un club barrial a punto de cerrar y la lucha por salvarlo.

El secreto de sus ojos.

La película consagratoria a nivel internacional, que ganara el Oscar en 2009, y terminara de proyectar a Ricardo Darín como actor dramático de primer nivel.

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