El reino de las papas cuña y las cervezas

28/06/2015, 04:07

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La esquina de Libertad y Viejo Pancho, siempre afín a recibir propuestas gastronómicas, alberga desde noviembre de 2013 a Montevideo Brew House (MBH). Con mucha madera y piedra, mucho beige y negro, y dos pisos con todo lo que un pub debe tener, la idea inicial era que todo girara en torno a las cervezas artesanales. Así lo indica su propio nombre: una brew house es ese local que elabora y comercializa su propia cerveza. Claro, uno propone y después...

"Nosotros al final no elaboramos la cerveza ahí porque no nos dio el local", señala Macarena Pérez, propietaria, debutante como el resto de sus tres socios en esto de la gastronomía. "Al final, la terminamos haciendo afuera y dándole énfasis a la parte del restaurante". El espacio necesario para crear la bebida más la demanda de la gente en probar las exquisiteces (hay capacidad para unas ochenta personas), terminaron haciendo cambiar los planes sobre la marcha. Aún así, la birra reina. Hay ocho cervezas distintas propias —llamadas MBH, como el lugar, para abreviar—, como la kölsch, la scottish, la belgian strong ale o la dry stout (la pinta —medio litro— está a $ 140). También manejan otras marcas artesanales, como Davok, Cabesas, Volcánica o Birra Bizarra.

El énfasis en la parte de comidas está en lo artesanal. "Quisimos que todo estuviera alineado con la idea original de la cerveza. Y esa es la diferencia con otros lugares. La gente que viene acá quiere eso: algo distinto y de calidad, un poco más cuidado", agrega Macarena. Para picar, las estrellas son las papas cuña (cortadas en gajos, lavadas, cepilladas, hervidas, fritas, enfriadas y vueltas a freír; $ 180), servidas con dips de alioli y ketchup. El chivito de bondiola ($ 220), el sandwich de vacío ($ 220), la tapa de tortilla ($ 150), el ojo de bife con guarnición ($ 410) o los raviolones caprese con salsa de tomates secos ($ 320) están entre los preferidos del público. "Para mí, venir acá es una experiencia que permite disfrutar bien de los sabores. Es tener la oportunidad de maridar una buena bebida y una rica comida", resume Macarena.