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Cuando el trabajo es un problema

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Al menos 8% de las depresiones son por causa laboral, dicen los expertos.

Jornadas eternas, poco respeto del tiempo libre, compañeros complicados e incluso hasta acoso son frecuentes en el ámbito laboral. Expertos aconsejan cómo actuar.

Cargas laborales desiguales, jornadas que sobrepasan las ocho horas, trabajo durante los fines de semana y feriados, y el hecho de tener que llevarse tareas para la casa... Esa, sin exageraciones, es la realidad de muchos trabajadores. El escenario se complica si se agregan palabras fuertes del jefe, llamadas en horario no laboral (incluidas altas horas de la noche o muy temprano en la mañana) o un ambiente "serruchapisos" entre los compañeros, incluso llegando al mobbing o acoso laboral.

Más allá de lo abrumador que esto pueda parecer, el asunto es que la suma de todos los factores se traduce en empleados estresados, con fatiga crónica, ansiosos, depresivos y con variedad de malestares físicos, como problemas gástricos y dolores musculares o jaquecas, que terminan incapacitándolos. Los especialistas lo denominan síndrome del burnout (o quemado laboral).

Estudios internacionales hablan de que al menos 8% de los trastornos depresivos son atribuibles a desencadenantes laborales.

Los especialistas coinciden en que existe una serie de interrogantes que se requiere contestar para darle un abordaje adecuado a este síndrome. Por ejemplo, no todos los pacientes muestran los mismos síntomas y no todos los médicos están informados de cómo procede una incapacidad en estos casos. "Hay ciertas situaciones en las oficinas que detonan enfermedades. Por ejemplo, recibir durante mucho tiempo órdenes contradictorias de los jefes, que las relaciones con los compañeros sean malas o que el trabajo sea de una responsabilidad muy alta. Un médico, un policía, un psicólogo, un trabajador social o los guardaespaldas pueden tener más tensión que los exponga al burnout ", explicó la psiquiatra Ingrid Dormond. "Las mujeres también son más vulnerables a este síndrome, pues suelen tener doble jornada laboral: en el trabajo y en la casa", añadió la experta costarricence.

Para los especialistas, enfrentar estos cuadros afecta el bienestar de la persona y también repercute en sus familiares, pues ellos conviven con un individuo depresivo o que experimenta cambios de humor, se aísla y no disfruta de las actividades.

De acuerdo con la psiquiatra Sisy Castillo, el burnout y el acoso no son asuntos fáciles de tratar. "Es muy común para las personas decir: Si denuncio o me quejo, me despiden, y esto hace que entren en un círculo que es como un mal matrimonio. Es bueno que acumulen todas las pruebas posibles y denuncien. Sí es recomendable que la persona busque cambiar de empleo y, mientras tanto, desarrolle estrategias para mitigar el estrés, como hacer ejercicio y dedicarse a otras cosas que no sean de trabajo", dijo Castillo.

La solución para los empleadores tampoco es sencilla. "No basta quitarle el exceso de cargas al empleado: es validarlo como persona y como profesional, motivarlo y darle un lugar. Un trabajador quemado o víctima de acoso no solo se enferma, también bajará los resultados para la empresa", concluyó Dormond.

Señales y acciones.

Varios expertos coinciden en que hay determinadas cuestiones a prestar atención. Por un lado la impotencia (ante el exceso de responsabilidades), desesperanza (ya no disfrutan de sus actividades favoritas o del tiempo con la familia y amigos y pasan pensando en el trabajo), sumado al agotamiento, que suele derivar en baja de rendimiento. A eso se suma que la persona suele aislarse debido a la insatisfacción y puede sufrir trastornos en el sueño, tanto insomnio como dormir en exceso. Algo similar sucede a nivel alimentario: da mucha hambre o desgano; se presentan males digestivos.

A su vez, para evitar el bornout aconsejan defender el tiempo libre y también buscar los factores que más desencadenan el estrés e intentar evitarlos. Si el tema es el acoso: plantéelo a su superior y si hay varios compañeros en la misma situación, vayan juntos en el proceso. Valore buscar otro empleo; busque ayuda. Si lleva mucho tiempo sintiéndose mal, recurra a un profesional en psicología.

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Al menos 8% de las depresiones son por causa laboral, dicen los expertos.

COMPORTAMIENTOLA NACIÓN DE COSTA RICA/GDA

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