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¡Porón pon pon!

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Cabeza de Turco

Ya hace una semana en la que he podido vivir sin fútbol mundialista. Con sinceridad, lo extraño. No sé cómo hice todo el mes anterior para mirar partidos en el teléfono móvil, derivar reuniones y decir que tenía actividades relevantes. Mentí. 

Me escapaba al baño para ver Argentina. Miré a Brasil en un boliche, solo. Francia campeón. Me lo banqué.

Me quedé tranquilo cuando vi que algunas intendencias, oficinas estatales y hasta el propio gobierno miraba lo mismo que yo. Como uno es un "disidente" de casi todo, pensé que era mi espíritu libertario el que me animaba a semejante osadía. Me equivoqué, éramos montones los que andábamos detrás de la pelotita.

Pasados unos días entendí mi alienación: me tiene harto la realidad (soy freudiano). Creo que fue como ingresar a una dimensión paralela o algo así (Rick y Morty, dibujos animados para adultos, Netflix, consejito.)

Me hice eco de todo —lo serio y lo berreta— que hay por allí en el mundo del fútbol. Me comí todos los debates porteños. Soy de los pocos uruguayos que no gocé cuando Argentina quedó afuera del Mundial (soy disidente en todo, ¿no dije?) Me cae bien Messi, es más víctima que otra cosa. Maradona me superó. Aluciné cuando casi espícha y un pariente morfaba un sandwichito mientras tanto. ¡Exquisito!

Hubo un momento en que pensé que Tabárez era Confucio. Estuve a punto de hacerle un templo. Luego advertí que viví en un espejismo y que la grapita con limón era la evidencia. Pero cuando Cavani me iba llevando, me la comí toda. A Suárez no lo vi en el Mundial. Dicen que jugó. Claro, no lo dice nadie porque este país es así: garqueta (¿cuál es el problema de decir que no anduvo en el partido con Francia? No an-du-vo. ¿Ta claro?).

Me pudrió la alcahuetería de mucho periodista hacia Rusia. No se dan cuenta de que es un sistema político de pésima calidad y con un líder que se parece más al triste pasado que a lo que debería ser. ¡La eficacia rusa! ¡La prolijidad! ¡Qué divinas las rusas! ¿Alguno preguntó cómo vive la gente adentro del país? ¿No vieron a la Oreiro remando por los gays prohibidos allí? ¿Cómo son los conflictos con Chechenia y Ucrania? ¿Putin homofóbico? ¿Alguno sabe cómo actúa Rusia con Siria? Es impactante cómo los millones de dólares le sirvieron a Putin en su negocito de visibilidad planetaria. Y todos chochos y algunos mostrando lo precioso que están las calles. ¿Solo yo vi cómo la Policía rusa agarraba a palazos a varios por allí? ¿Eso es una democracia? ¿Si eso hubiera sucedido en el Estados Unidos de Trump qué estaría diciendo la barra? No jodan muchachos.

Igual, insisto, extraño el Mundial. Solo de pensar en las canchas uruguayas, en el Troccoli, en los cuadros locales y en el choripán, me viene depresión y debería aumentar la dosis de Aceprax. Le agrego la dirigencia local del fútbol, que es otra delicia del país, que siempre tiene esas ocurrencias que son un desborde de talento, dedicación e inteligencia. ¡Ay mamita!

La verdad, en el fondo, creo que extraño esa cosa mincha que somos. Narcisismo social. El fútbol mueve más de 200.000 almas que están federadas en este país. Hay cuadros que acá están dirigidos por primates. Y sobreviven, y siguen mangueando a Paco, y dale que va. ¡Es un milagro el fútbol uruguayo muchachos! ¡Mi-la-gro!

Vuelve el baby fútbol con padres imbéciles gritando agresiones a sus hijos (¿no se podría cachetear a los padres que les gritan a sus propios hijos chotadas dominicales? Me ofrezco como voluntario).

Vuelven los periodistas que nos hacen sentir que Juan Domingo Nadie es Ronaldo.

Vuelve el fin de semana pensando en lo mal que le tiene que ir al rival tradicional, para gozarlo (más que disfrutar de las victorias de nuestro cuadro). ¡Ahh placer de los dioses!

Vuelve la política a meterse de costadito en el fútbol, donde se hace carrera, allí, igual que en el "cursus honorem" que tenía la vieja política romana (¡gracias Progreso! ¿Do you remember?).

Vuelve todo esto y mucho más. ¡Vamo arriba! ¡Sin "s"! ¡Ashí nos gushta! ¡Vamo que vamo! ¡Porón pon pon, porón pon pon, el que no salta es un botón!

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