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El escritor Martín Caparrós vuelve con un policial ambientado en el Buenos Aires de 1933, con mucho tango, crisis y violencia.

La obra del argentino Martín Caparrós recorre una línea sinuosa que entra y sale de la ficción y la crónica. Con ejercicios notables en uno y otro género, como la ambiciosa novela La Historia o la cruda crónica en El Hambre.

Caparrós vuelve con una obra de ficción, en este caso un policial ambientado en 1933. El título es ya de por sí un guiño, Todo por la patria (Planeta, $ 379), uno de los tantos con los que juega Caparrós en este texto.

Argentina vive una de sus crisis más agudas. En medio de la desesperanza toda la fe se deposita en el fútbol y su santoral de cracks. En este contexto el jugador más cotizado y célebre de su tiempo, Bernabé Ferreyra, desaparece misteriosamente. Las crónicas de los diarios dicen que en realidad se volvió a su Junín natal y que la jugada lo que busca es aumentar su cotización en el club River Plate. Y esto es lo que mueve al héroe de la historia, Andrés Rivarola, a quien todos conocen como el Pibe, que se precia de ser amigo del proveedor de cocaína del goleador desaparecido. Sí, otros tiempos. Y el Pibe se tiene fe como para convencerlo de volver y aplacar lo que ya empieza a ser clamor de la hinchada.

Pero un asesinato se le cruza en el camino al Pibe Rivarola. Un crimen que amenaza con convertirse en un escándalo con todos los ingredientes. Y el Pibe se decide a probar suerte improvisándose como detective y trata de averiguar qué hay detrás del crimen mientras se mueve en un ambiente viciado por las conspiraciones fascistas, la pobreza y la crisis galopante. El Pibe, que de a ratos escribe letras de tango —le hace uno a Jorge Luis Borges, donde el maestro de las letras no sale muy bien parado— recorre las calles de la Recoleta, Matadero, el Hipódromo de Palermo, se deja caer por el Plaza Hotel, o la confitería Richmond, los recovecos de la Jefatura de Policía, la redacción del diario Crítica, los conventillos y los cafés literarios. Una vieja Buenos Aires reconocible y nostálgica para ambientar esta novela negra por momentos paródica y llena de humor.

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) se licenció en Historia en París, vivió en Madrid, Nueva York y Barcelona. Tiene una extensa carrera periodística y ha recibido los premios Planeta, Herralde, Rey de España y Moors Cabot.