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Ocurrió en Pascua

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Alfonsín saluda a la multitud en Plaza de Mayo. (Foto: Google)

Desde masacres a rescates, de un golazo inolvidable al triunfo de un latinoamericano en el Masters, la historia recoge diversos episodios del último domingo de Semana Santao deTurismo.

Además de su importancia como celebración católica, el Domingo de Pascua es identificado por los uruguayos como el final de la Semana de Turismo: el último día de las vacaciones extras para miles de personas, la llegada de los ciclistas de la Vuelta y, como consecuencia de ambos hechos, el virtual comienzo del año según un viejo chiste. Pero el año empieza antes y no se detiene por las tradiciones, ni siquiera por la de saborear los huevos de Pascua.

La Pascua cristiana recuerda la resurrección de Jesús, tres días después de su muerte en la cruz según los Evangelios. Se trata de una fiesta móvil; la fecha se obtiene a partir del día de la Resurrección (el domingo siguiente a la luna llena del mes de Nissan según el calendario gregoriano), por lo cual puede caer desde fines de marzo hasta ya avanzado abril.

Un repaso por los hechos históricos ocurridos ese domingo muestra todo tipo de acontecimientos, aunque por la cercanía física y por la frase que definió el episodio ("¡Felices Pascuas!") quedó en la memoria la resolución del conflicto del entonces presidente argentino Raúl Alfonsín con los militares rebeldes "carapintadas" en 1987. Los hechos posteriores mostraron que lo acordado por Alfonsín con los uniformados no merecía tanto festejo (ver aparte).

Paz y golazo.

Repasando los titulares de la prensa del día siguiente a Pascua, a través del tiempo se repite uno: "El Papa hizo un llamado a la paz". Cambiaron los pontífices, pasaron los conflictos de Corea, Vietnam u Oriente Medio, pero la angustia por la guerra representó una constante en los mensajes que desde el Vaticano se emitieron cada Semana Santa.

El 10 de abril de 1966, Tomás Correa ganó la 23ª edición de la Vuelta Ciclista, convirtiéndose en el primer sanducero que conquistaba la prueba. Pocas horas más tarde se jugó un clásico por la Copa Libertadores. Quien haya ido al Centenario esa tarde, hoy ya veterano, recordará que fue el día que Pedro Virgilio Rocha marcó los tres goles de la victoria de Peñarol. Y que el tercero representó una jugada de antología: el formidable futbolista salteño picó a buscar un pase largo del Tito Goncálvez, llegó al área, eludió al arquero Jorge Paz, entró al arco con la pelota dominada, recorrió con ella el fondo de la red y luego la pateó hacia el medio de la cancha para que el rival moviera.

Masacres.

También ocurrieron hechos espeluznantes. Hubo uno que la prensa amarilla, sin utilizar demasiado la imaginación, llamó enseguida "la masacre de Pascua". El domingo 30 de marzo de 1975, James Ruppert mató a su madre, su hermano, su cuñada y a los ocho hijos de la pareja, de entre cuatro y 17 años en Hamilton, Ohio (Estados Unidos). Luego llamó a la Policía y se entregó.

La noticia causó estupor en el pequeño pueblo, aunque luego se supo que Ruppert atravesaba una profunda depresión por sus fracasos sentimentales y laborales y envidiaba en ambos asuntos a su hermano. El homicida fue condenado a dos cadenas perpetuas. Y en este 2016 todavía sigue preso en la cárcel de Oakwood en Lima, Ohio, porque las audiencias de libertad anticipada fueron todas rechazadas.

No fue la única masacre de Pascua, porque con ese nombre se conoce un trágico episodio ocurrido en Lisboa en 1506: el ataque de una turba a cientos de personas acusadas de ser judías. El hecho ocurrió nueve años después de ordenarse la conversión forzosa de los judíos en el país. Se dice que todo comenzó con un hecho mínimo: cuando la luz del sol iluminó una imagen de Cristo, alguien comentó que era un milagro. Y un judío converso se atrevió a opinar que no se trataba de eso. Los feligreses lo atacaron y lo mataron en el acto. La furia se expandió por la ciudad, mientras algunos frailes azuzaban a la multitud, prometiendo la absolución de los pecados al que ultimara a más "herejes". La matanza solo terminó cuando ultimaron a un escudero del rey, creyéndolo también judío, ante lo cual por fin intervinieron las tropas reales. El monarca Manuel I mandó colgar a los instigadores, pero eso no evitó que el antisemitismo se expandiera en Portugal durante siglos. Un monumento recuerda hoy a las víctimas en la capital portuguesa.

Greta, votos y rescate.

La actriz Greta Garbo, uno de los mayores mitos de la historia del cine, falleció un domingo de Pascua, el 14 de abril de 1990 en un hospital de Nueva York. La Garbo tenía 84 años y, pese a que había dejado el cine casi medio siglo antes, mantenía fascinados a sus admiradores. Dicen que cuando se vio a sí misma en La mujer de las dos caras (1941) llegó a la conclusión de que estaba entrando en su decadencia, pese a que entonces tenía apenas 35 años, y decidió retirarse del ambiente. No volvió a aparecer en películas y ni siquiera en público. Dejó de concurrir a fiestas y rechazó un Oscar honorífico antes de que se lo otorgaran. Los paparazzi montaron guardia durante años frente a su apartamento neoyorquino, pero las pocas veces que pudieron verla salir, lo hizo escondida detrás de lentes oscuros y grandes sombreros.

El siguiente Domingo de Pascua, el 31 de marzo de 1991, se produjeron en la Europa del Este dos acontecimientos derivados de la implosión del comunismo y la Unión Soviética. En Albania, la población concurrió a votar por primera vez, tras 45 años de monopolio comunista. Se eligió una asamblea constituyente. En Georgia, un referendo aprobó la independencia del país de la URSS: votaron a favor 99.5% de los ciudadanos que concurrieron a las urnas, aunque grupos étnicos no georgianos boicotearon la consulta.

Mucho después, el estadounidense Richard Phillips, capitán del buque de carga Maersk Alabama, celebró la Pascua de 2009 de la mejor forma: ese día fue rescatado de manos de piratas somalíes, que lo habían retenido tras fracasar el secuestro del barco en el océano Índico. El operativo estuvo a cargo de la Marina de Estados Unidos, enviada por el presidente Barack Obama. El episodio llegó pronto al cine bajo el título Capitán Phillips, con Tom Hanks en el papel principal.

El mismo domingo de la liberación de Phillips, el 12 de abril de aquel año, el argentino Ángel Pato Cabrera se convirtió en el primer latinoamericano en conquistar el Masters de Augusta, el torneo más exclusivo del golf mundial.

Alfonsín en 1987: "La casa está en orden".

"¡Felices Pascuas! La casa está en orden", afirmó el entonces presidente argentino Raúl Alfonsín, el último día de la Semana Santa de 1987, una jornada que pasó a la historia. Una multitud reunida en la Plaza de Mayo lo ovacionó, en el supuesto que era el final de un alzamiento militar que había puesto en peligro la recién reconquistada democracia.

Con el exoficial de la guerra de las Malvinas Aldo Rico como cabecilla, reclamaban el fin de los juicios contra los militares acusados de gravísimas violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1976-1983), que había puesto en marcha el propio Alfonsín apenas asumió en 1983.

Los uniformados realizaron motines en varios regimientos y se oscurecieron la cara con betún, por lo cual pasaron a ser conocidos como "carapintadas". Como los militares supuestamente leales se negaron a reprimir a sus colegas, Alfonsín concurrió personalmente a parlamentar con estos en el regimiento de Campo de Mayo. Al regresar a la Casa Rosada, anunció en su discurso público desde el balcón que los amotinados habían depuesto su actitud. La expresión completa de Alfonsín fue más larga de lo que se recuerda a menudo: primero fue su "¡Felices Pascuas!", luego explicó la situación y lo cerró con la frase: "Hoy podemos dar gracias a Dios: la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina".

Si bien la noticia de la rendición llevó alivio a la población, no fue bien recibido que Alfonsín se refiriera a ellos como "héroes de las Malvinas", por lo cual se escucharon muchos silbidos. Con el tiempo, se supo que en realidad el presidente tuvo que contemplar las exigencias carapintadas, por lo cual impulsó la ley de Obediencia Debida, que absolvía de culpa a los militares de rango medio y bajo, acusados de diversos delitos, amparándose en haber recibido órdenes. Rico recibió prisión domiciliaria, pero escapó y protagonizó un nuevo alzamiento en 1988. Esa vez fue condenado, pero otro presidente, Carlos Menem, lo indultó. Y después ingresó a la política. Alfonsín, criticado en su momento, fue reconocido años después por sus esfuerzos para consolidar la democracia. También con los años se reanudaron los juicios a militares y más de 1.600 de ellos resultaron condenados.

Alfonsín saluda a la multitud en Plaza de Mayo. (Foto: Google)
Alfonsín saluda a la multitud en Plaza de Mayo. (Foto: Google)
Pedro Rocha, autor de un golazo un Domingo de Pascua (Foto: Archivo El País)
Pedro Rocha, autor de un golazo un Domingo de Pascua (Foto: Archivo El País)
James Ruppert, autor de la llamada Masacre de Pascua. (Foto: Google)
James Ruppert, autor de la llamada Masacre de Pascua. (Foto: Google)
La gran Greta Garbo murió la Pascua de 1990. (Foto: Google)
La gran Greta Garbo murió la Pascua de 1990. (Foto: Google)
El capitán Richard Phillips, rescatado en Pascua. (Foto: Google)
El capitán Richard Phillips, rescatado en Pascua. (Foto: Google)

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