NOMBRES DEL DOMINGO

"Jamás me sentí tan sola, pero tampoco tan fuerte”. Nicole Neumann es la tapa del número de agosto de la revista Gente, de Argentina. Tiene el pelo dorado y con movimiento que pretende naturalidad y le cae sobre la cara como si fuese una lluvia que no moja, los ojos verdes en un marco negro que miran entre la frialdad, la seducción y la inocencia, los labios pintados de forma sutil, la boca entre abierta que descubre unos dientes blancos, perfectos, pulcros. Una camisa blanca abierta que deja ver el torso entero: un soutien en tonos de verde, la piel sin manchas, sin lunares, sin rastros de imperfección, el cuerpo delgado, fino, delicado, sutil. Hegemónico.

“En charla íntima revela cómo atravesó el coronavirus junto a sus tres hijas: ‘Me iba a dormir con pánico pensando qué sería de ellas si me pasara algo’”, dice la portada en letras negras. Nicole, modelo, empresaria y conductora argentina, sostiene entre los brazos a un gato igual de blanco, igual de sutil, igual de delicada que ella. El animal, que tapa un poco el cuerpo de Nicole, mira a la cámara con unos ojos iguales a los suyos, con la expresión de alguien que sabe lo que está haciendo.

Nicole subió esa misma foto a su Instagram. En la descripción cuenta que el gato, en realidad, es una gata, que se llama Nieves, que la adoptaron a fines del año pasado, que la vida a veces te cruza con gente que está en tu misma sintonía, que así conoció a una mamá del cole que ayuda a gatitos de la calle como ella siempre ha hecho con los perros (y con algunos gatos también).

“Asegura: ‘Lo que vivimos juntas nos hizo más equipo que nunca’. El shock ante la imprudencia y desinterés del padre de las chicas. La trama de filtraciones, espionajes y mentiras para desestabilizarla. Y la decisión de no volver a hablar de amor ni mostrar a ningún novio: ‘Se marean un poco cuando los hago públicos’”. Así termina la presentación de la entrevista de la revista Gente de agosto, que la tiene como protagonista a ella, Nicole Neumann, 39 años, argentina con sangre alemana y austríaca, modelo desde los 12, madre de tres hijas, expareja de Fabián Cubero —futbolista— rival mediática y eterna de Pampita, la panelista de Nosotros a la mañana, de Canal 13, la que es vegana y creó una marca de zapatos “libre de crueldad animal”, la que tiene una granja con cerca de 40 perros, algunos caballos, algunas ovejas, algunos patos, algunos gatos y una gata blanca que se llama Nieves.

Nicole Unterüberbacher Neumann tenía 4 años la primera vez que se paró frente a una cámara para hacer una publicidad de televisión. Lo hizo impulsada por su madre, una empresaria de orígenes alemanes. Su padre, Bernd, era un instructor de esquí y también empresario austríaco que se fue de la Argentina a su país de origen a los pocos meses del nacimiento de Nicole.

A los 11 años fue a un casting para un comercial en el que buscaban a una niña. Nicole ya medía más de un metro setenta y tenía el cuerpo de alguien que es todo menos una niña. Le sugirieron, en el casting, que mejor se dedicara al modelaje.

Con 12 años Nicole desfiló por primera vez en una pasarela. Recuerda, ha dicho, que si alguien quería hablarle, decirle algo de cómo se hacía, de dónde se tenía que parar o de cuándo tenía que salir, se dirigían a su madre. Ella todavía era una niña. Esa fue la primera vez que salió en la tapa de Gente. El título, en ese caso, era: "Sexy a los 12".

De pasarela en pasarela, Nicole se transformó en la modelo más joven de Argentina y desde entonces nunca se alejó del medio. Entre desfiles, eventos, publicidades, Pancho Dotto y Roberto Giordano, Punta del Este, París, Milán y Nueva York, Marcelo Tinelli, Bailando por un sueño, algunas películas, algunas novelas, un disco y varios escenarios, con una belleza que mantiene igual con los años, con las formas intactas, con la misma cara y los mismos ojos y el mismo pelo y el mismo cuerpo, se transformó en una de las modelos más importantes de esta época en Argentina.

Pero Nicole también es otra historia. Es la de una niña que se sintió sola y que no tuvo un buen vínculo con su madre y que no conoció a su padre hasta la adolescencia, que se sintió siempre insegura y desprotegida, que sufrió violencia de género por parte de una pareja y que siempre quiso ser madre para salvarse.

A los 18 años se reencontró con su padre. Ella estaba en París por trabajo y le escribió una postal con su teléfono. Ese encuentro, ha contado, cambió su manera de ver las cosas y de vincularse con los hombres.

Estuvo en pareja por 11 años con Fabián Cubero, futbolista argentino, con quien tiene tres hijas. El vínculo polémico con Cubero la hizo estar otra vez en boca de todos: tras contraer coronavirus, Nicole y sus hijas se quedaron aisladas en su casa y, en su versión, el padre de las niñas nunca fue a ver si necesitaban algo.

En Argentina todos los medios han hablado de Nicole. Han inventado rumores, han dado primicias, han publicado fotos suyas sin permiso, le han hecho entrevistas y producciones de fotos, han contado sobre peleas y sobre divorcios y sobre llantos y sobre engaños.

En Argentina todos han hablado de Nicole. Han dicho que es fría, distante, seca. Ella dice que no es así, que es la forma que encontró para mantenerse fuerte tantos años en un medio que es por lo menos turbulento y que exige la exposición casi como forma de vida y permanencia.