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Mujeres: ¡clemencia!

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Resulta que me pudrí. Sencillo. Me repudrí de sentir algunos discursos de mujeres que libran la batalla por la igualdad de su género en el terreno del odio, con vejaciones y blasfemias hacia todo aquel que es hombre por el solo hecho de serlo.

Una burrada pluscuamperfecta. Resulta que ahora "todos" somos sospechosos (los hombres) por unos cretinos que detentan la representación monopólica del género (y que nadie se la otorgó).

¡Pues, no señor, no se las dio nadie y me tiene podrido la cantinela de que "todo puede ser usado en mi contra" por ser hombre! Llegamos al ridículo que hay que pedirle permiso a una dama para decirle algo bonito o terminamos en los tribunales. ¡Es un extremo paranoico! ¡Ya está! ¡No es así la cosa!

Entiendo los femicidios. Es más, me río de los abogados conservadores (mis colegas) y estoy dispuesto a ir hasta el infinito con el incremento de la pena. Entonces, no nos pongan a todos en la misma bolsa. Es injusto. De veras creo que hay delitos aberrantes y me importa muy poco la "simetría penal". (¡Lo dije toda la vida eh!)

El feminismo posmoderno, tiene momentos que va de caza de brujas. Si se juntan "ellas" para conversar y platicar es una reunión estupenda, justa y correcta. Si lo hacemos "nosotros" somos primates, básicos, hablamos de burradas, miramos glúteos más lolas, solo sabemos de fútbol y no tenemos sensibilidad. Casi somos el Neanderthal. Ya basta del stand up feminista y militante.

Me cansa también —en medio de esta guerra loca en que ubican a los géneros— los hombres que creen que por quedar bien, por ganar agradecimientos de mujeres, hacen de focas aplaudidoras ante todo tipo de relato feminista. Porque hay un feminismo de damas, de coraje y de seriedad y hay otro demagógico, oportunista e inmisericorde. A esos muchachos los considero baldosas y ya veremos cuando vengan por la vuelta a llorar sus penitas. Corsi e ricorsi. (¡Ubicol muchachos, ubicol!)

Obvio que mucho del pasado da vergüenza, Cacho Castaña es irreproducible en muchas letras del ayer y hasta Sabina tuvo un pasado derrapado en sus canciones. Pero fue una época, tampoco vamos a ponerlos a todos en la hoguera. ¿O sí? Todos maduran, espero. ¿O los enjuiciamos a todos?

Ya sé que me van a relajar en copto por lo que afirmo, pero es lo que sentimos un montón de tipos que no jodemos a nadie. Los hombres de hoy no queremos dominar a las mujeres, lo quisieron nuestros antepasados, no nosotros. Es más, yo, por mí, les dejo todo, conduzcan todo, organicen todo y que nos manden. Cero estrés. Me importa una perinola. Pero lo que no aguanto más es la vejación y el bardeo permanente. ¡Un día de estos nos van a pasear como perritos con correa por las calles y podremos hacer pipí en algunas esquinas si nos autorizan!

Las mujeres, que quede claro, para nosotros (la inmensa mayoría de los hombres) son el asunto más fabuloso y superior que hay en la Tierra. Madres, esposas, hijas. ¿Qué más, adoradas? Son lo máximo, pero de allí a pedir perdón por existir, ser sospechoso de violencia doméstica, tener que hacer saltos ornamentales, piruetas, llorar en la misa dominical por ser varón, no sé, parece un exceso. No creo que Dios —¿que era hombre no?— comprenda tanto cacheteo. ¿O sí?

La batalla de las feministas sensatas, las que luchan en serio, (no las del té de las cinco y de reuniones estupendas para hablar de lo mal que va el mundo) deben contar con todos los hombres sensatos (que, insisto, somos la mayoría) pero basta de humillación y ponernos en el rinconcito con el cono en la cabeza de "machito hijoelamadre" a todos. A veces siento que mucho de esto tiene más olor a venganza que a reivindicación de género. Pelear por la igualdad de género, todo la que quieras. Es más, soy de los que estoy dispuesto a dar todo y más, insisto, no me duelen prendas. Pero no nos escupan y nos hundan como a ratas. No es necesario y rebaja el debate a un terreno microscópico, sectario, dogmático e innecesario. Chicas, con ustedes hasta el fin del mundo, pero con onda. Y respeto, solo queremos un poco de respeto. Un poco de respeto.

CABEZA DE TURCO

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