Publicidad

Muchas esperanzas, pocas certezas

Compartir esta noticia
Entre los científicos del mundo predomina el optimismo.

Probado en patologías de la sangre y el sistema inmune, el uso de las células madre aún requiere mayor regulación. Ahora se empezó a investigar en cáncer y autismo.

Entre el mar de médicos, investigadores y público general que asistió al primer día de la XII Cumbre Mundial de Células Madre, realizada hace algunas semanas en Estados Unidos, estaba Nathaly Schulz (72). Acompañada de su marido, se paseaba en silla de ruedas entre una y otra sala de conferencias, interesada en saber más sobre estas microscópicas pero prometedoras células, que tienen la capacidad de convertirse en muchos tipos diferentes de células en el cuerpo.

Nathaly necesita un reemplazo de cadera —una fractura hoy le impide caminar con normalidad— y confía en que esta terapia la ayude. "Se ve interesante, pero los resultados aún son a corto plazo y al parecer es algo muy caro", dice.

Sin ser experta, la señora Schulz pudo resumir parte del panorama en torno al uso terapéutico de las células madre. Un campo que, a juicio de los expertos reunidos en Florida, ofrece un amplio rango de opciones esperanzadoras a futuro, pero muy pocos usos en la actualidad.

Las células madre tienen el potencial de convertirse en otras células y así regenerar cualquier daño en el organismo. Se pueden extraer de la sangre del cordón umbilical, de la médula ósea, de tejido adiposo y de la pulpa dental, entre otros.

"El número de enfermedades para las cuales ya está aprobado el uso de células madre es aún muy reducido; y se sigue trabajando en confirmar sus beneficios potenciales, y también los posibles riesgos", dice el doctor Gary Smith, investigador de la Universidad de Michigan.

En concreto, hoy solo existe aprobación por parte de organismos reguladores —como la FDA en EE.UU. y la EMA en Europa— para su uso en regeneración de la córnea, en trasplante de médula ósea, para la artrosis de rodilla y para la enfermedad de Crohn. Asimismo, existe bastante evidencia en torno a su utilidad en patologías de la sangre (como leucemia) y del sistema inmune.

Para el resto de enfermedades, el tema sigue a nivel experimental, con más avances en unas que en otras, como precisa el doctor Shane Shapiro, de la Clínica Mayo y que participa en investigaciones con células madre en lesiones deportivas.

Durante el congreso se mostraron avances en patologías como la esclerosis múltiple, infartos, diabetes, artritis, enfermedades degenerativas y pulmonares, así como su uso en parálisis cerebral y autismo. Precisamente las áreas en las que trabaja la doctora Joanne Kurtzberg, de la Universidad de Duke, una de las pioneras en realizar ensayos clínicos para descubrir cómo las células madre —específicamente aquellas extraídas del cordón umbilical— pueden ayudar en tratamientos para patologías hereditarias, como enfermedades hematológicas y algunos cánceres. "Estamos muy entusiasmados por nuestros resultados con niños con autismo —podría facilitar la reparación de las células neuronales en el cerebro y mejorar el lenguaje y la conducta—, a pesar de que recién hemos completado las primeras fases", precisó.

Optimismo es lo que predomina en los investigadores. Pero también cautela. "Si se va a ofrecer procedimientos con células madre a los pacientes, es preciso analizar la ciencia detrás de ellos", precisa Shapiro. Su advertencia alude al gran número de centros y clínicas que ofrecen terapias con células madre sin ningún respaldo científico. Solo en EE.UU. hay 570 clínicas de este tipo, según una investigación publicada en junio de 2016. Junto con poner en riesgo a la gente, se daña la imagen alrededor de las células madre, advierten.

Gran parte del problema pasa por la falta de regulación, según el consenso general. "Eso abre paso a una gran cantidad de clínicas que ofrecen terapias para las que no hay evidencia y en las que, incluso, a veces ni siquiera usan células realmente", comenta el doctor Marcelo Ezquer, director del Centro de Medicina Regenerativa de la Universidad del Desarrollo, que realiza investigación con células madre en Chile.

Por ello, los expertos concuerdan en la necesidad de informar a la gente a la hora de elegir dónde someterse a una terapia de este tipo y cuál es el estado actual de la investigación en este campo. "La terapia celular es una promesa, muy interesante —precisa el doctor Fernando Figueroa, director del programa de terapia celular de la Universidad de los Andes—; pero requiere de mucha inversión y muchos años de trabajo para poder dilucidar hasta qué punto esa promesa contiene elementos de realidad y, entonces, poder ofrecer curaciones".

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Entre los científicos del mundo predomina el optimismo.

SALUDEL MERCURIO/GDA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad