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Montevideo futbolera

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El legendario Parque Pereira, donde hoy está la Pista de Atletismo.

Muchos lugares de la ciudad encierran un significado deportivo: un imaginario tour puede pasar por estadios, museos y sitios donde se jugaron partidos históricos.

"Montevideo es un campo de fútbol con casas. Toda la ciudad es una excusa para jugar al fútbol, para ver fútbol, para hablar de fútbol", decía el técnico argentino Ángel Cappa, ayudante de César Menotti en el Peñarol de 1990. Si la ciudad gira alrededor de la pelota, vale la pena una recorrida para apreciar los lugares con significación en el presente y el pasado. Algunos son grandes estadios, pero también museos. Y quedan esquinas que albergaron historia grande. Estos son algunos ejemplos.

Tour celeste.

Todo comenzó en la avenida 8 de Octubre y Mariano Moreno, donde hoy se levanta el Hospital Militar y durante la segunda mitad del siglo XIX estuvo el English Ground, el campo de deportes del Montevideo Cricket. Allí, en octubre de 1878, se jugaron los primeros partidos de los que se guarda memoria en este país. En una entrevista publicada por la revista Mundo Uruguayo en 1924, Pedro Campbell Towers, entonces subgerente del Banco de Londres, recordaba haber disputado dos partidos entre uruguayos y residentes ingleses. "El primer partido resultó empatado y en el segundo ganaron los uruguayos", relató Towers.

Cuando en 1889 comenzaron las obras del Hospital Militar, el Cricket se mudó bien cerca: Cardal 3223, a escasa distancia de la avenida Larrañaga, hoy Luis Alberto de Herrera. Allí continuaron los partidos de fútbol, además de rugby, tenis, atletismo y por supuesto cricket, ya que la institución fue gran difusora del deporte. El campo fue vendido en 1945 a la firma Manzanares, que instaló un edificio de depósitos, todavía existente.

Otro punto de expansión del fútbol fue Punta Carretas, aunque al visitante le resultará imposible identificar el sitio de aquellas canchas primitivas, pues todo era un enorme descampado que convocaba a decenas de noveles jugadores a fines del siglo XX. La mayoría llegaba en el tranvía de caballos que salía desde la Estación del Este, donde ahora está la OSE, por lo cual ese punto de la calle Constituyente era lugar de reunión futbolera.

Sobre la avenida 18 de Julio, entre Tacuarembó y Vázquez, se puede ver el marco de una puerta, conservado sobre la vereda. Era el acceso al viejo local de la Asociación Uruguaya de Fútbol. En la planta baja estaba la administración y subiendo por una empinada escalera la sala de reuniones de la Junta Dirigente. Por esa puerta pasó dos veces la Copa del Mundo y eso la preservó cuando el edificio fue demolido.

Tour tricolor.

El punto de partida es Soriano 922. Allí era la casa de Ernesto Caprario, donde el 14 de mayo de 1899 se fundó el Club Nacional de Football. Después, el viaje en el tiempo lleva al hincha hasta José Ellauri y Solano García: donde hoy se encuentra la iglesia del Sagrado Corazón estaba la cancha que utilizó originalmente el equipo. Allí, Nacional disputó el primer partido de su rica trayectoria el 18 de junio de 1899 ante el Uruguay Athletic. Simultáneamente, otra formación tricolor (aunque este apodo todavía no se aplicaba) jugó en Sarandí y Juan Lindolfo Cuestas, lo que entonces era la cancha del Polígono de Tiro del Batallón 3º de Cazadores.

Claro que la mayor parte de la vida tricolor transcurrió en el Parque Central, en la manzana comprendida entre Jaime Cibils, Carlos Anaya, Comandante Braga y General Urquiza. Inaugurado en 1900, reconstruido en cemento en 1944 y ampliado a partir de 2004, fue una de las sedes del Mundial de 1930, junto al estadio Centenario y el de Peñarol en Pocitos. El estadio se puede visitar todos los días de 10 a 17 horas, por la entrada de Carlos Anaya. Durante años, el ingreso al Parque Central se realizaba por un camino arbolado desde 8 de Octubre. En ese terreno se encuentra ahora la sede del club, donde el visitante puede ver los trofeos conquistados por el club a imágenes de sus grandes equipos (de lunes a viernes de 19 a 18 horas).

Tour de Peñarol.

El club tiene su museo, ubicado en el Palacio Cr. Gastón Güelfi (entrada por Cerro Largo), que se puede visitar sábados de 11 a 18 horas y domingos de 11 a 15. La entrada cuesta 70 pesos, aunque para los socios hay libre acceso. Todavía no se han organizado visitas al estadio Campeón del Siglo.

El club dispone de otro escenario, el estadio Cr. José Pedro Damiani, también conocido como Las Acacias, que en 2016 cumplió su centenario. Fue utilizado hace 20 años para algunos partidos oficiales, pero hoy se limita a juveniles.

Un punto histórico es el cruce de Coronel Alegre y Charrúa, a una cuadra de la avenida Soca. Allí se encontraba el estadio de Pocitos, a los fondos de la antigua estación del tranvía. Peñarol lo utilizó entre 1921 y 1933. En ese punto fue marcado el primer gol de los mundiales: el francés Lucient Laurent a Francia. Una investigación impulsada hace unos años por el arquitecto Enrique Benech permitió delimitar el lugar donde se encontraba la cancha, por lo cual se colocaron placas donde estaba el círculo central y el arco de aquel gol.

La historia aurinegra tiene sus raíces en Pueblo Peñarol, que merece una visita aunque no le importe el fútbol. Las viejas oficinas y talleres de la empresa ferroviaria Central Uruguay Railway y la estación, además de las viviendas para sus funcionarios, un centro de esparcimiento y otras construcciones, le dan un toque inconfundible. El barrio es Monumento Nacional desde 1971. En 2010, la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Cultura lo postularon como patrimonio de la humanidad ante la Unesco.

La cancha del CURCC estaba ubicada en Camino Vilarón (hoy Coronel Raíz) y Camino Casavalle, donde se emplaza actualmente un complejo de viviendas.

Otros colores.

Un club legendario de los albores del fútbol fue River Plate F. C., ya desaparecido. Hace un siglo tuvo su cancha, el Parque Lugano, en la esquina de la avenida Suárez y Lucas Obes, donde ahora hay una estación de servicio. No lejos de allí jugaba el Bella Vista del Mariscal José Nasazzi, en Agraciada y la calle Olivos (hoy Nasazzi). El campo estaba entre el patio del colegio Maturana y el estacionamiento policial, a sus fondos.

Los hinchas de Defensor que quieran seguir la ruta de sus canchas deberán empezar en Punta Carretas, ir al Parque Batlle y volver. Su primer escenario, hacia 1913, fue en Herrera y Reissig y García de Zúñiga. Dos años más tarde se trasladó a Joaquín Núñez entre Ellauri y Báez, al lado de la cárcel. Pasó luego por el Parque Ricci, en Capitán Videla y Alarcón, hasta instalarse en 1926 en el actual estadio Luis Franzini.

1917: PRIMERA VEZ CON LA COPA EN JUEGO

La Pista de Atletismo del Parque Batlle encierra el recuerdo de la primera Copa América donde estuvo en juego el trofeo, hace ahora 99 años. Entonces, el lugar era conocido como Parque Pereira, debido a que los terrenos fueron donados por Antonio Pereira, periodista y autor teatral. Tras la Primera Guerra Mundial pasó a llamarse Parque de los Aliados y luego de muerte del estadista colorado se le dio la actual denominación. Para aquel torneo de 1917, la Comisión Nacional de Educación Física construyó un estadio de madera, con palco techado y embanderado, que representó el mayor escenario deportivo montevideano hasta la inauguración del Estadio Centenario. El partido decisivo ante Argentina en aquel torneo convocó a 40.000 personas, según las estimaciones de la época. Su magnitud impresionó a la prensa, pero cuatro años más tarde fue desmontado para instalar en su lugar la pista.

MEMORIA DE TANTAS GLORIAS

Buena parte de la historia de la pelota está, por supuesto, en el Museo del Fútbol del Estadio Centenario. Se abrió en 1975, después permaneció cerrado varios años, hasta su reapertura en el siglo XXI. Figura entre todas las recomendaciones, tanto para locales como para turistas. Se puede visitar de lunes a viernes 10 a 17 horas; la entrada cuesta 100 pesos para uruguayos y 150 para extranjeros, 50 pesos para jubilados y menores de 12 años ingresan gratis. Es posible subir a lo más alto de la Torre de los Homenajes por 50 pesos más.

ESTADIO BREVE PERO IMPORTANTE

Para conocer el emplazamiento del primer estadio de fútbol que hubo en este país hay que trasladarse a la avenida 19 de Abril, en su esquina con Adolfo Berro, en pleno Prado. En ese lugar funcionó, durante pocos años, la cancha del Albion, con un coqueto palco y tribunas de madera. Se inauguró con gran pompa en 1899 pero duró solo hasta 1905. Fue el escenario del primer encuentro por la Copa Uruguaya (CURCC 2-Albion 1, el 10 de junio de 1900) y del primero oficial de la Selección uruguaya (20 de julio de 1902, Argentina 6-Uruguay 0).

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