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La astrología viene ganando terreno gracias a plataformas como Instagram. Es ahí donde está conquistando y creando lazos con un público joven y ávido por lo que los signos dicen.

Que si Mercurio retrógrado afecta el estado de ánimo. Que si Urano en Tauro está haciendo de las suyas. Que si se es de Virgo con ascendente en Leo es una cosa, pero si el ascendente está en Géminis es algo completamente distinto.

Para los escépticos, todo esto seguramente sea un sinsentido. Pero para quienes forman parte del mundo de la astrología, la cosa cambia y el lenguaje se entiende. Sin embargo, por más desconfiado que se sea, para la astróloga uruguaya -y autora del blog elcielolatierrayyo.com, Carolina Goldman- todos en algún momento sienten curiosidad por la lectura de los astros. Y obvio que ya hay quienes a esta altura analizaron lo que será 2019 para su signo. No es para menos: estamos a mediados de diciembre.

En este mundo digital, en el cual el cara a cara se alterna con vínculos virtuales, la astrología también se está haciendo un nicho (bastante grande) en las principales redes sociales.

Ya es posible hablar de celebrities de la astrología en las redes. La principal sea tal vez Mía Pineda, que es más conocida como Mía Astral. Además de astróloga, es cabalista práctica (como indica su biografía en Instagram) y califica para el mote influencer. Su canal de Youtube cuenta con más de 175.000 suscriptores y sus videos -que publica semanalmente- son reproducidos aproximadamente 50.000 veces cada uno. Además, Mía ya publicó libros, tiene cuentas de Facebook y Twitter de gran alcance, pero es sobre todo en Instagram donde brilla: un millón de seguidores de su cuenta personal, y más de 400.000 para su otra cuenta, Astral Facts.

La astróloga —que defiende una variante “más psicológica” de su especialidad— mantiene un vínculo diario con sus seguidores a través de videos, transmisiones en vivo y publicaciones. Su alcance ha crecido tanto que incluso tiene un equipo que incluye a diseñadores y community managers. Con Mía Astral, la astrología parece haber conquistado a un nuevo público y, en consecuencia, un nuevo rumbo. Por lo menos entre los usuarios de Instagram. Sus seguidores suelen ser jóvenes, por lo que muchos hacen referencia a ella como una astróloga para millennials.

Además, su legitimación ante el público -como ocurre con buena parte de lo que pulula en Internet- también viene por el lado de otros influencers que la consumen y promovuen. Los perfiles de Mía están pensados para seducir: colores cálidos, letras cursivas y amenas, videos en los que habla directo, en segunda persona. Además, Mía Astral define su trabajo como algo similar al de una coach y aunque semanalmente y mensualmente comenta qué viene para cada signo, postula la idea de que cada uno es dueño de su propio destino. Saber sobre los astros es más un mecanismo para conocerse y aprender a ser, que unas profecías.

Ella empezó con un blog en el que “escribía sobre eclipses, luna llena, luna nueva. Al principio solo lo veían mis amigos”, contó a El País de España. Luego fue una amiga suya la que le recomendó que fuera por la red social del pajarito y aunque hoy en día es Instagram su canal principal junto a su página web, fue tuiteando que comenzó a hacerse un nombre. Incluso empezó a tener una columna en un periódico gracias a eso. Después “fue como una bola de nieve”, resumió al hablar de su carrera.

Aunque Mía Pineda no es la única que hizo de las redes un canal de comunicación para transmitir el saber astrológico -considera que pueden ser un canal transformador para otros-, es un ejemplo del poder que tienen estos medios tan presentes.

 Para la astróloga uruguaya Lourdes Ferro, “a través de las redes, puntualmente Instagram, se acercan muchas personas a la astrología”. Su caso es distinto al de la venezolana. Su influencia en el tarotismo y la astrología viene desde mucho antes que existieran las redes o los blogs. Aún así, Lourdes está presente en Instagram y hoy en día tiene más de 37 mil seguidores. A su perfil le da una impronta algo más personal, con contenidos autorreferenciales, pero también con mensajes del saber ancestral.

Tanto a Lourdes como a su colega Carolina les importa enfatizar en que aunque ahora hay un boom astrológico en Instagram, no hay que olvidar de dónde viene ese conocimiento: “La Luna, los eclipses, los plenilunios, los movimientos planetarios siempre existieron. Las fases lunares desde siempre influyeron en las mareas, en el ciclo menstrual femenino y desde niños nos cortaban el pelo en luna creciente para que creciera más sano y fuerte”, comenta Lourdes.

Por su parte, Carolina, que también tiene una presencia fuerte en la misma red con 7.000 seguidores, recalca que para ella es un canal de difusión del blog que escribe desde hace seis años. Para ella, la creciente presencia de la astrología en las redes acompañan al crecimiento que está teniendo a nivel mundial. “Hoy, la astrología no es solamente predictiva, sino también una corriente psicoterapéutica -la psicología transpersonal la toma como una herramienta importante-, entonces sí se viene desarrollando en el último tiempo una aceptación más profunda de la astrología. No como lenguaje de adivinación ni determinismo, sino como uno que nos permite conocernos en relación al cielo, planetas, estrellas y la tierra con los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua)”.

“¡Vaya que noto un cambio en la relación de las personas con la astrología!”, exclama Lourdes, para quien “el avance de las redes apareja cosas muy positivas”. Pero tanto la tarotista como su colega hacen hincapié en el uso responsable de esas vías de comunicación. Para las astrólogas es primordial que se entienda que es uno mismo, con sus acciones, el responsable y “el hacedor” de su destino. “¿Es el eclipse? ¿Es la luna? No, sos vos. Claro que sos vos acompañado por esa energía actuante que te potencia para una cosa u otra”, aclara Lourdes. Para ella también es notable el acercamiento que hay de las nuevas generaciones a la astrología.

Pero tanto ella como Carolina creen que hay que tener cierto control. Lourdes considera que hay que apartar un momento para la reflexión, sin pantalla. Y Carolina dice que no hay frivolizar el saber astrológico. “Instagram es una red social muy visual, con lo cual los textos y las reflexiones quedan relegadas. Pero la astrología es bastante más grande que Instagram: es el estudio de los movimientos del cielo”.