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Helen Mirren vuelve a entrar en escena

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Hellen Mirren. Foto: difusión

NOMBRES

La actriz coprotagoniza una nueva película, no es de lo mejor de su carrera en el cine pero ella es el espectáculo aparte.

Es la nieta de un coronel ruso que huyó de su país cuando estalló la revolución bolchevique. Y por la parte materna, se dice, tiene sangre gitana. Sin embargo esa peculiar herencia familiar poco explica el enorme talento y magnetismo que destella en las pantallas. De algún modo lo confirman los cuatro principales premios que recibió por una sola actuación, uno de los contados casos en que una misma intérprete resulta galardonada con el Bafta, el Oscar, el Globo de Oro y el Premio del Sindicato de Actores.

Helen Mirren (74) tiene una extensa carrera en la actuación, empezó en el teatro y tuvo al director Peter Brook como mentor. Desde su debut en un lejano 1965 con un clásico de Shakespeare como Antonio y Cleopatra, seguirían otras interpretaciones de los textos del genio de la dramaturgia, incluido, nada menos, un papel de Lady Macbeth. Pero su temprano interés en la actuación la llevó pronto al séptimo arte, aunque ello no implicó abandonar los clásicos. En 1968 una joven Helen Mirren interpretó a Hermia en la versión cinematográfica de Sueño de una noche de verano, ese sería el principio de una carrera que llega hasta hoy luego de pasar por varios registros. Su última actuación es una comedia negra junto al también enorme Ian McKellen, El buen mentiroso.

Nobleza rusa

Nació como Helen Lydia Mironoff el 26 de julio de 1945 en una Londres devastada por la guerra que estaba llegando a su fin. Su abuelo había pertenecido al ejército ruso y cuando tuvo lugar la revolución de octubre de 1917 se hallaba destacado como representante del gobierno imperial en la capital británica. Debido a los fuertes lazos con el zarismo la familia Mironoff debió permanecer en el exilio forzoso, al igual que muchas otras familias. La madre de Helen, empero, provenía de orígenes más humildes. Era hija de un carnicero, su abuelo había sido el carnicero de la Reina Victoria, se cuenta que tenía sangre gitana.

Helen recibió una esmerada educación en el colegio de St. Bernard, en Essex, y pronto descubrió su vocación por la actuación.

Hellen Mirren. Foto: AFP
Hellen Mirren coprotagoniza una nueva película. Foto: AFP

Entre fines de la década de 1970 y la de 1980 la joven actriz comenzó a tener papeles cada vez más importantes en el cine, sobre todo en adaptaciones del teatro clásico. Durante los 80 directores de la talla de John Boorman y Peter Weir acuden a ella para papeles femeninos protagónicos. En 1984 Helen Mirren obtiene por primera vez un premio en el prestigioso Festival de Cannes por su actuación en la película Cal, del director Pat O’Connor, donde interpreta a la viuda de un hombre asesinado por el IRA que vive un romance con un integrante de la banda terrorista.

De esa época es también su participación en la recordada película de Peter Greenaway El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante. Y también un papel importante en la película protagonizada por Harrison Ford La costa de los mosquitos.

Pero su popularidad comenzó a consolidarse en forma definitiva cuando finalmente llegó a la televisión. Tal vez muchos la recuerden como la detective Jane Tennison en la serie policial británica Prime Suspect (Principal sospechoso), un trabajo por el que además recibió numerosos reconocimientos y que se emitió entre 1991 y 2006 con un éxito enorme.

Desde 1997 la actriz está casada con el cineasta estadounidense Taylor Hackford (El abogado del diablo, con Al Pacino y Keanu Reeves, entre otros títulos), con quien no ha tenido hijos, alegando que “no tiene instinto maternal”.

En este período también regresa al cine con un título que le valdrá el segundo gran reconocimiento —de una larga lista de premios— de su carrera. Se trata de su papel como la reina Charlotte en la laureada La locura del rey Jorge (1994), por el que recibió el premio Palma de Oro y luego su primera nominación al Oscar como actriz de reparto.

Al comenzar la década de 2000 Helen Mirren trabaja en varios proyectos cinematográficos, por los que varias asociaciones de críticos y sindicatos de actores coinciden en considerarla como la mejor actriz del año en 2002. A esta época pertenecen las películas El juramento, la multipremiada Gosford Park, el misterio de cámara de Robert Altman, Las chicas del calendario y La primavera romana de la señora Stone.

Consagración

No cabe duda que el mayor logro de su carrera es La Reina (The Queen), donde encarna a la Reina Elizabeth II y por la que recibió los cuatro mayores premios de la industria cinematográfica internacional. Pero su carrera ha continuado en producciones de distinto valor, en las que casi siempre ella es el valor agregado cuando todo lo demás no está a la altura.

Algunos críticos han señalado que algo de eso ocurre con esta última producción donde coprotagoniza con McKellen la historia de una viuda y un hábil estafador.

“Hay películas en las que tienes que hacer un gran esfuerzo psicológico, pero no ha sido éste el caso debido a las muchas capas que tiene la historia. El corazón de la trama es bastante oscuro, aunque no te des cuenta de ello al comienzo. Por eso requiere la mano de un gran director que domine su arte”, comentó la propia actriz sobre la película en una reciente entrevista.

Lo cierto es que, a esta altura de su carrera, Helen Mirren es un talento indiscutible. Su relevancia artística la ha llevado a recibir una de las máximas distinciones del Reino Unido, la condecoración de Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico. De perfil extremadamente bajo en lo que tiene que ver con su vida privada, a diferencia de muchos de sus colegas, la actriz hace gala de un gran sentido del humor. Por ejemplo cuando recuerda sus primeros años en Hollywood y cómo, para hacer frente a la soledad que sentía en aquel ambiente, se dedicó a mentirle a sus ocasionales interlocutores en las fiestas interminables.

“Como me sentí bastante intimidada ante todo aquello, me dediqué a mentirle a todas esas personas que no me conocían hablándoles de dónde venía, bromeando con el tatuaje que tengo en la mano y diciéndoles que me lo hice en la cárcel, ya que formaba parte de una banda de moteros. ¡Lo divertido es que la gente me creyó! Es curioso comprobar cómo algunos se creen lo que les cuentes”, recordaba la actriz.

La sola enumeración de premios parece por demás significativa para describir su carrera. Tres nominaciones al Oscar y uno ganado; 12 nominaciones al Globo de Oro y tres ganados; cuatro nominaciones al Bafta y dos ganados; del Sindicato de Actores ha obtenido siete nominaciones y cinco ganados; del Festival Internacional de Cannes dos premios, y en teatro un premio Tony.

¿De novia con keanu reeves?

El destino parece jugar con algunos famosos, a veces con resultados divertidos. Algo de eso ocurrió hace poco cuando el actor Keanu Reeves presentó en sociedad a su novia y de inmediato muchos hallaron un fuerte parecido con la actriz Helen Mirren. Durante un evento de gala el actor concurrió en compañía de Alexandra Grant, una artista de gran prestigio en su medio. Su presencia no pasó inadvertida ya que hacía años que no se le conocía una pareja a Reeves, pero de inmediato el parecido físico comenzó a rebotar en todas las redes. “Eso fue muy halagador para mí. Obviamente parece una mujer encantadora”, reconoció Mirren durante el estreno de su última película. Y recordó su conocimiento personal con el actor. “Además conozco a Keanu muy bien porque rodó una película con mi marido hace años. Por eso sé que es la persona más adorable y amorosa del mundo”, señaló Mirren. Aludía a uno de los títulos más celebrados de la filmografía de Taylor Hackford, El abogado del diablo, donde Al Pacino interpretaba al ubicuo Lucifer y un jovencísimo Keanu Reeves al abogado que debería representarlo. Durante la gala Reeves, sobriamente vestido de negro y con largo cabello y tupida barba se mostró del brazo junto a Alexandra Grant. “Así que solo puedo decir que ella es una mujer afortunada y estoy segura de que él también lo es por tenerla como pareja”, comentó Mirren. Ni la mismísima reina podría haberlo dicho mejor.

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