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Gina Lollobrigida a los 90 aún da pelea

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Gina Lollobrigida

NOMBRES DEL DOMINGO

Fue la “mujer más bella del mundo”, estrella indiscutida del cine italiano y eterna rival de Sofía Loren. Ahora los herederos quieren su fortuna.

Gina Lollobrigida

Se dijo que era la mujer más bella del mundo. Voluptuosa, sensual, avasallante con una sola mirada, en su época de oro rompió algunos de los corazones más exclusivos. Fue una de las dos bellezas italianas que rivalizaron por el trono: Sofía Loren y Gina Lollobrigida. Pero la Lollo, como le decían en su entorno, asegura que nunca le disputó ningún cetro a Sofía, que eran puras invenciones de esta. Ahora, a punto de cumplir los 91 años, Gina Lollobrigida vuelve a estar en los grandes titulares de la prensa europea. Pero esta vez no es por su talento. En 1961 protagoniza Desnuda frente al mundo, junto a Tony Franciosa (por entonces era Anthony) y Ernest Borgnine, donde los chispeantes diálogos iniciales parecen un cómico presagio. Franciosa interpreta al joven hijo de un magnate que queda flechado por Gina durante una recepción. El joven se acerca a su mesa y la aborda:

—¿La molesto?

—Sí, mucho.

—Allá usted (el joven se va airado, pero regresa casi de inmediato).

—Pero no habrá nadie que se le acerque a los 90 años.

Lo cierto es que la profecía se cumplió exactamente al revés. Las nueve décadas no han impedido que hombres jóvenes y apuestos sigan encadenados a sus encantos. O al menos a su fortuna valuada en 36 millones de euros, como sospecha un juez de instrucción que investiga el escándalo que la involucra.

La legendaria estrella del cine italiano sigue asediada por hombres, aunque ahora sean su hijo y su nieto, así como un exmarido que se sumó a la disputa, que celosos de su herencia quieren declararla inhábil para proteger su patrimonio. Pero fiel a su genio, la Lollo ha sido contundente: "Con mi dinero yo hago lo que quiero".

Lo cierto es que el magistrado romano resolvió embargar sus bienes en forma preventiva, mientras dirime en el pleito. Pero quien ha quedado bajo el foco es el joven y apuesto Andrea Piazzolla, factótum de la actriz que comenzó a trabajar para ella como chofer hace unos años, pero se ganó su plena confianza para que gestionara las dos empresas de las que ella es titular.

Bajo las bombas.

Luigina Lollobrigida nació en la villa de Subiaco, Lacio, el 4 de julio de 1927. Era hija de un fabricante de muebles, pero durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial el negocio familiar quedó totalmente destruido. Una vez finalizado el conflicto, la familia Lollobrigida se trasladó a Roma, donde Gina terminó sus estudios.

Pero la vida en las montañas junto a sus tres hermanas —Giuliana, Maria y Fernanda— templó a esta mujer con la fuerza de un alud. Su belleza pronto comenzó a llamar la atención, era apenas una adolescente cuando fue seleccionada como modelo y también a hacer sus primeras y fugaces apariciones en el pujante cine italiano.

En 1947 la despampanante Lolla obtuvo por mérito propio el tercer lugar en el certamen de Miss Italia. Este reconocimiento resultó vital para empujarla definitivamente a la carrera que comenzaría en breve. Y casi al mismo tiempo comenzó su leyenda, pronto se supo que el multimillonario y excéntrico Howard Hughes había volado a la península para conocer a la mujer más hermosa del planeta en persona. De hecho, durante muchos años Hughes intentó por todos los medios convencerla para que se mudara a Estados Unidos donde le aseguraba un futuro como estrella de Hollywood. Pero Gina se resistió e hizo oídos sordos al magnate.

Dos años más tarde resolvía casarse con el hombre que se había adueñado de su corazón y que distaba bastante del glamour que ya la rodeaba. Se trataba de Milko Skofic, un médico esloveno con el que terminó en el altar y con quien tuvo un hijo, Andrea Milko.

La felicidad no duró mucho tiempo. El matrimonio comenzó a distanciarse cada vez más, mientras la fama de la Lollo crecía sin parar y no había hombre poderoso que no se le insinuara. Finalmente terminaron por divorciarse en 1971, apenas se aprobó la ley en Italia.

Para entonces Gina ya había viajado a Hollywood de la mano de Hughes y había protagonizado algunas películas. Pero su reino estaba en Cinecittá, donde se consagró como estrella indiscutida.

Ahora los hombres de su vida vuelve a pelear por ella, o más bien por su herencia.

Una vida signada por el éxito

“Cuando me ofrecieron mi primer papel, lo rechacé. Pero insistieron. Le pidieron a mi madre que me convenciera y me dijeron que me pagarían mil liras. Así que les contesté que mis honorarios ascendían al millón de liras, pensando que así zanjaría el asunto. Pero ¡dijeron que sí!”, contó Gina Lollobrigida en una entrevista. Su carrera fue así desde el principio, siempre acompañada por el éxito. “Jamás tuve que pedir nada. Me limitaba a decir que sí, porque siempre me ofrecían muchísimo más”, aseguró la diva.

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