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Fuerza, músculos y baile

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Líber Mesa trajo la medalla de bronce de los Juegos Odesur

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Líber y Josefina son los primeros atletas fitness de categoría olímpica. Juntos participaron de los Juegos Odesur por fitness coreográfico, una disciplina que combina al físico y la danza.

De Montevideo a Aeroparque, de ahí a Salta, de Salta a Santa Cruz y de Santa Cruz a Cochabamba. Cuatro escalas para poder llegar a Bolivia. Doce horas de viaje para poder ir a competir. Fueron sin equipos, sin remeras que dijeran Uruguay, fueron sin su entrenador y sin un delegado. Fueron porque por primera vez en la historia, el físicoculturismo y el fitness fueron incluidos como deportes olímpicos. Fueron porque, aunque lo hicieron como deporte de exhibición, Líber Mesa y Josefina Ferret son los primeros deportistas uruguayos de categoría olímpica en este deporte. Fueron porque, aunque no lo sabían el martes 5 de junio, cuando partieron a los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 (Odesur), los dos traerían una medalla y con ella se darían cuenta de que están al nivel de los mejores sudamericanos.

Líber y Josefina fueron los deportistas que la Asociación de Fisicoculturismo y Fitness del Uruguay eligió para llevar a la competencia. Como en principio podían llevar a un atleta solo (la asociación se hacía cargo de todos los gastos), pusieron un poco más de dinero de su propio bolsillo para poder viajar los dos. Líber tiene 32 y Josefina 24. Los dos compiten en fitness coreográfico, una disciplina que parece nueva pero que en realidad existe desde el 2005. "El tema es que en los eventos de culturismo somos muy pocos los atletas que competimos en fitness, entonces se conoce poco", explica Líber.

Ahora, ¿en qué consiste el fitness coreográfico? "Es una disciplina que evalúa la apariencia física y también el estado atlético a través de una coreografía de un minuto y medio en la que puedas hacer alguna destreza física. Cuanto más cosas hagas, mejor. Tiene que haber ejercicios de fuerza, de velocidad y de flexibilidad", dice Líber. "La coreografía es una mezcla de gimnasia artística, tiene algo de baile y algo de aeróbica", cuenta Josefina.

Josefina Ferret obtuvo la medalla de plata
Josefina Ferret obtuvo la medalla de plata

En este sentido, la competencia consta de dos instancias: la coreografía, en la que se evalúa el tiempo, el estilo, la personalidad, la condición atlética y el rendimiento en general. Tiene que ser una coreografía equilibrada, que incluya baile, movimientos de gimnasia, de fuerza y flexibilidad. La otra instancia es la evaluación del físico, en la que los atletas posan, como en cualquier otra categoría de culturismo. A nivel estético, son cuerpos muy distintos los que se ven en fisicoculturismo clásico, que los suyos; en su caso, es mucho más estilizado y equilibrado. Se valora, entre otros aspectos, que sea simétrico, es decir, que esté igual de marcado del lado derecho que del izquierdo; la proporción: que de la cintura hacia abajo esté igual de tonificado que la parte superior; la muscularidad, o sea que cuantos más músculos marcados tengan, es mejor; la condición y el tono de la piel y la confianza y elegancia con la que posan.

En total eran pocos competidores en los Juegos Odesur, y por eso cada categoría (Fisicoculturismo tradicional, Mens Physique, Bikini y Fitness coreográfico) tenía a pocos deportistas. Líber salió tercero y se trajo el bronce para Montevideo y Josefina la medalla de plata. Pero hubo algo más, más allá de las medallas y de la historia. La competencia los hizo darse cuenta de que están en un buen nivel, de que tienen muchas cosas para mejorar, pero sobre todo, de que el esfuerzo, aunque suene a cliché, había valido la pena.

El camino

Está esa convicción del maestro Tabárez que nos contagió un poco a todos de que el camino es la recompensa, y también están ellos, Líber y Josefina, para quienes haber llego a competir a nivel internacional y haberse medido y aprendido de sus colegas y competidores, es la recompensa de un camino que fue arduo y de mucho trabajo. Porque la preparación que requiere esta disciplina, el fitness coreográfico, es igual a la que llevan los fisicoculturistas, e incluso más. Y es que además de entrenar a nivel físico, de llevar una dieta estricta, implica horas de ensayo de una coreografía que, en el caso de ambos, la crearon y la armaron por su cuenta.

La preparación física es similar a la de un fisicoculturista
La preparación física es similar a la de un fisicoculturista

Josefina empezó a hacer gimnasia artística cuando tenía 3 años y tiene experiencia de competencias en esa disciplina. Al fitness se acercó a los 17 o 18 años. En el caso de Líber, es al revés. Entrena desde la adolescencia pero nunca había estado cerca del baile y mucho menos de la coreografía. Es entrenador y al fisicoculturismo se acercó solo para aprender. Hizo el curso de entrenadores en el ENADE (Escuela Nacional de Entrenadores) para esa disciplina sin querer dedicarse realmente a ello. "Era para darme un gusto, para conocer un poco más". Fue allí que se encontró que dentro del fisicoculturismo había una categoría a la que no muchos atletas se dedicaban. Era el fitness coreográfico.

Tanto él como Josefina llegaron a los Juegos Odesur tras haberse preparado para las competencias de fisicoculturismo que se realizan a nivel nacional. Y cuando la AFFU les propuso viajar a Bolivia, no quedaba mucho tiempo para pensarlo. Se pusieron a entrenar inmediatamente. Por una parte, en el gimnasio, para acondicionar el cuerpo. "Los dos trabajamos como entrenadores, hay días en los que trabajo nueve, diez horas y a su vez tenés que entrenar para vos; es sacrificado, porque muchas veces te duele el cuerpo pero sabés que tenés que seguir. Y además, después de eso, tenés que seguir ensayando la coreografía", dice Líber. Lo mismo le sucede a Josefina, que además de trabajar como entrenadora, está terminando la carrera de Educación Física. Para ella, la coreografía es la parte más sencilla por su experiencia con gimnasia artística; para él, fue más complicado, e incluso, sabe que es su parte más "floja" y que si quiere seguir creciendo para competir a nivel internacional, tiene que lograr más fluidez en los movimientos y animarse a hacer más cosas.

Además de todo eso, tuvieron que seguir una dieta para poder llegar con el cuerpo tonificado como la competencia lo requiere. "En mi caso, la dieta era de proteínas, algo de carbohidrato para tener energía, que al final los cortás y comer más o menos porciones chicas, nada de sodio, nada de harinas, nada de azúcares", cuenta Josefina. Para Líber, el tema de la alimentación no es una cosa que le cueste, de hecho, hizo una dieta estricta recién un mes y medio previo a la competencia. "Lo primero que tuve que hacer fue aumentar un poco de peso y después empezar a poner a punto los músculos. Al igual que el fisicoculturismo nosotros tenemos que estar secos, pero no tan al extremo, por eso también hacemos la deshidratación que hacen ellos". El proceso consiste en ir eliminando los alimentos con agua, las ingestas de agua de a poco, hasta que dos días antes de la competencia no consumen para que la piel esté más pegada al músculo. Unos músculos que el día del torneo van a lucir como trozos de carne rígida y bronceada, que luego tendrán que ponerse en funcionamiento para saltar, moverse y bailar.

el mismo entrenador para los dos 

El fitness coreográfico es una disciplina que tiene dos etapas de evaluación: una física y otra coreográfica. Como es algo que no está muy extendido en Uruguay, no hay demasiados entrenadores que se dediquen puntualmente a entrenar a atletas para competir en ella. Sin embargo, Líber Mesa y Josefina Ferret, para prepararse para los Juegos Suramericanos de Bolivia tuvieron la ayuda de Julio Cejas, quien, entre otras cosas, es jurado de las competencias nacionales y entrenaba a Josefina desde hacía mucho tiempo. A ella la asesoraba especialmente con la parte física, de la dieta y alimentación, que tiene que ser cada vez más estricta en la medida que se acercan al día de la competencia. Si bien los dos armaron por su cuenta la coreografía, a Líber le indicaba qué agregar y qué sacar, lo alentaba a incluir más movimientos y ahora le propuso una profesora de gimnasia artística.

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