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Festivales de música: del campo al aire libre al lobby del hotel

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VIAJES

Varias cadenas hoteleras descubrieron que la música puede ser una alternativa para atraer clientes, y organizan sus propios encuentros masivos para generar experiencias nuevas.

Al lado de la piscina, las frecuencias graves del bajo retumbaban desde los altos parlantes. El ascensor abrió sus puertas —una estaba abollada— y una horda de juerguistas salió con pulseras en las muñecas. Estaba en un hotel cinco entrellas, pero durante un fin de semana, ese hotel se convirtió en una fiesta bailable de 48 horas.

Conscientes de la popularidad de reuniones masivas como Coachella, varios hoteles están organizando sus propios festivales de música, en un intento de atraer viajeros obsesionados por descubrir el próximo nuevo gran nombre de la música para poder publicarlo en sus redes sociales.

En diciembre, el Hotel Paseo de Palm Desert, en el estado de California, montó el “Airstream Palooza”, un festival con entrada gratuita armado en torno a casas rodantes. Un mes antes, el complejo turístico Careyes (en Jalisco, México), había tenido la tercera edición del festival Ondalinda, un bacanal que la revista Vogue bautizó “El Burning Man deluxe” (en referencia al festival Burning Man que todos los años se realiza durante siete días en el desierto de Nevada, Estados Unidos).

En la isla Bali, en tanto, estrellas como Fergie (ex Black Eyed Peas) y Liam Payne se presentaron en el marco de la fiesta del 1° de mayo que el hotel Mulia organiza para sus huéspedes. ¿Otro ejemplo? Estrellas de la movida EDM como Calvin Harris y Zedd han estado en el festival del complejo turístico Vidanta en Los Cabos, México.

Pero ninguno de esos hoteles está alzando el puño del festival de música hotelero con tanto entusiasmo como W Hotels, una cadena subsidiaria de Marriott. W Hotels se percató que a sus clientes les gustaba “parrandear” intensamente pero no querían lidiar con las grandes aglomeraciones y la logística de los festivales de música convencionales, que pueden durar varios días. Entonces inventó el festival itinerante Wake Up Call.

“Nuestros clientes tienen entre 25 y 45 años, son gente de mundo, que han viajado, profesionales con poder adquisitivo y a los que les gusta divertirse sin guardarse nada,” dice Anthony Ingham, líder de la marca W. Hotels —54 locales en todo el mundo— a nivel global. Las primeras tres ediciones del festival fueron en Hollywood, Barcelona y Bali, y la próxima será en Dubai, este año.

Antes, W Hotels cortejaba a artistas musicales a través de su programa Living Room, en el cual músicos emergentes actuaban en el lobby de los hoteles, y también a través de W Sound, en donde algunos hoteles de la cadena eran equipados con estudios de grabación. “Cuando empezamos a pensar en qué podríamos hacer como paso siguiente, sentimos que producir un festival de música era evolucionar”, según Ingham.

Uno podría pensar que un festival de música que se lleva a cabo en un hotel —un lugar cerrado, con detectores de humo y huéspedes que quieren descansar— sería menos bullanguero que uno celebrado al aire libre, en el medio de la nada. Error. Al menos en el caso de Wake Up Call Barcelona, que tuvo lugar en setiembre del año pasado y convocó a 4.300 personas gracias a artistas como Martin Solveig y Robin Schulz.

Video: W Barcelona

Cuando mi esposo y yo hicimos el check-in, el W Barcelona aparentaba ser como cualquier otro hotel (más allá de un gran hall y una pared de lentejuelas rojas y plateadas en el lobby). Un señor de cabello gris nos recibió y en los parlantes sonaba música samba, a un nivel agradable y bajo, como para poder conversar.

Todos en el hotel de 473 habitaciones llegaron sabiendo del festival, que arracanba a las dos de la madrugada, y aquellos que habían reservado habitaciones pero no querían saber nada de la fiesta fueron realojados, según Ingham.

Para el primer día del festival, dos escenarios habían sido construidos cerca de la piscina y en el lobby, y ya en el horario del mediodía había una cola de gente, en shorts y tops, para hacer el check-in. La música de Jamiroquai salía de los parlantes, y él cantaba que no quedaba más que bailar, pero nadie bailaba. Todavía.

Tal vez eran las cabinas que habían sido construidas para entregar pulseras que habilitaban el ingreso a la fiesta. O quizás eran los comentarios escuchados por ahí entre los huéspedes, que hablaban de festejar “fuerte”. Lo cierto es que había una atmósfera palpable que una fiesta se iba a apoderar de todo el hotel. Y ese era, efectivamente, el propósito de W Barcelona.

Una de las ventajas de un festival de música en un hotel, en contraposición a uno convencional, es que público y artista pueden llegar a interactuar. Después de todo, tanto uno como el otro se quedan en el mismo lugar.

“Una cosa que detesto, y hasta detesto el término, es el Meet & Greet (en la jerga de la industria musical, un breve encuentro entre artista y seguidor/a)”, dice el DJ francés Martin Solveig. “Uno tiene apenas un par de minutos, así que todo se reduce a sacarse una foto con un fan y nada más. Esto es diferente, y lo bueno es que puedo estar conversando con gente que conoce mi trayectoria, que sabe lo que hago, durante un buen rato”.

Uno de los que fueron al festival, el madrileño Alan Conde (46 años), dice que “esta es la excusa perfecta para hacer algo que de otra manera no haría. En los festivales hay mucha gente, es difícil moverse, y hay que hacer cola para todo. Y esto me parece un concepto muy creativo”.

Cinco propuestas

Una selección de hoteles que convierten sus lobbies, piscinas, bares y terrazas en espacios para bailar y disfrutar de música grabada o en vivo con DJ, bandas o solistas.

Kimpton Hotels

En varias de sus locaciones, esta cadena ofrece conciertos más o menos íntimos (200 personas) de artistas como St. Lucia, que se presentará en el Kimpton Goodland Hotel, en Goleta, California. El hotel tiene sus propia tienda de vinilos y tocadiscos en cada habitación. Otras ciudades en las que habrá conciertos así son Austin, Nashville, Tennessee, San Francisco, Toronto, Boston y Los Ángeles.

Hotel Ace

Siempre en el mes de abril, el Ace Hotel & Swim Club de Palm Springs (California), organiza desde hace una década el festival Desert Gold. Este año será del 12 al 21 de ese mes. Todavía no han confirmado los artistas, pero en ediciones pasadas estuvieron solistas como Blood Orange y Florence Welch.

W Hotels

El Wake Up Call será en Dubai en la segunda mitad de este año, pero otros locales de la cadena tendrán música en vivo con distintos solistas.

Hotel Fellah

 Del 28 al 31 de marzo, el Hotel Fellah de Marrakesh (Marruecos) tendrá el Festival Beat Hotel, organizado por la misma gente que produce el festival de Glastonbury, en Inglaterra. Confirmados para esta edición: la banda británica Young Fathers y el DJ holandés Hunee, pero habrá más anuncios.

Hoteles Hard Rock

La música en vivo es importante para los hoteles de la marca Hard Rock. La cadena tiene un programa llamado The Sound of Your Stay (algo así como “El sonido de tu estadía”) que habilita a quienes se hospedan ahí a acceder a guitarras eléctricas marca Fender, llevarlas a la habitación y crear su propia “experiencia de estudio de música ”. Este año, el festival de los hoteles Hard Rock se llevará a cabo en el complejo Mission Hills en la ciudad de Shenzhen en China, que tiene 258 habitaciones y donde será posible cruzarse con los artistas que participarán conversar y sacarse fotos. Las fechas y los artistas aún no están definidos.

Traducción: Fabián Muro.

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