Publicidad

Los fantasmas

Compartir esta noticia

CABEZA DE TURCO

Nos pasamos la vida oyendo hablar de Herrera, Batlle y Ordóñez, Wilson Ferreira Aldunate, Líber Seregni, qué sé yo… y así pasamos nuestras existencias conjeturando qué harían hoy ante lo que se vive cotidianamente. Amamos el anacronismo.

Es más, los utilizamos creyendo que los podemos aplicar como al Cid Campeador (muerto), asustando moros montado en su caballo Babieca.

El Uruguay vive idealizando el pasado y sus fantasmas nos gobiernan la mente. ¡Tony Kamo un poroto! Cada cosa que se hace, por nimia que sea, miramos para atrás. Estamos atados al pasado casi como una maldición eterna. No pasa un día en que un guillotinazo del ayer no se nos cuele como lección.

El fútbol es una de las prisiones predilectas de nuestra mente. Desde Obdulio Varela al maestro Tabárez nadie se plantea nada revolucionario. El que lo hace teme que lo cuelguen en la plaza de los Treinta y Tres Orientales (allí colgaban a más de uno y el público iba a ver el espectáculo).

En política se vive en el recuerdo obsesivo y permanente del pasado. Hasta los modernos miran los tótem históricos y se persignan ante ellos. La liturgia mandata. O son traidores. Los fantasmas andan por todos lados.

No se me negará que el Che es "el" fantasma icónico-supremo con su imagen en todo el planeta. Nadie sabe mucho de él pero todos dicen que lo admiran. Es curioso cómo la derecha capitalista, que ganó la batalla de la hegemonía del mercado y de la libertad individual (nos guste o no), no produjo una imagen icónica voluminosa para empatar el partido. Steve Jobs no será nunca el Che (pero quizás sí Apple como marca.) Ni Gates, ni Zuckerberg, divinos ellos, logran generar ensoñación, ni producen admiración por sus "ideales" excepto en las sectas lúcidas (TED no es el mundo.) Y es raro porque el Che era sanguinario mismo. Los humanos son así: irracionales.

He preguntado hasta el cansancio —revisado libros— y sigo sin entender varios momentos de las peripecias de Winston Churchill. El mejor hombre en medio de la peor guerra. No termino de asimilar cómo lo desalojaron del poder. Quizás fue tanto lo que exigió —para ganar la batalla— que cuando llegó la paz, otro era el rostro que los ingleses querían ver. No lo sé. Rostros para la paz y rostros para la guerra. Vaya uno a saber.

No me seduce la novela con rictus histórico. Más bien me inquieta, no porque la literatura no me enganche, es más que nada miedo a que vaya "mareando" a la historia real y que así logre construir y deconstruir a personajes. Demasiada ignorancia por allí. Mundo ñeri, too much.

El Simón Bolívar que conocí no tiene nada que ver con el Simón Bolívar chavista. A esta altura me tiene confundido el tironeo ideológico al que lo sometieron.

Con Artigas, en algún sentido, me ha pasado algo parecido. He ido y venido con Artigas y sus fantasmas. No creo en el Artigas de los gobiernos, menos en el que usan los políticos para sus chacritas. El Artigas militar y el Artigas tupamaro casi casi me resultan ofensivos por el esfuerzo de "producirlos" para sus causas propias. El Artigas que está en un lugar privilegiado en Washington D.C. merece también alguna explicación. El Artigas independentista (que nos sanatearon de niños) tampoco me lo creo. El mito de la redota es otro invento casi sobrenatural. El Artigas enojado con su tierra tampoco es sencillo de comprender. ¿Se entiende? Artigas que está allí, a mano, es fruto de tergiversaciones, construcciones fantasmagóricas e ideologizaciones intencionales. ¡Y se supone que lo conocemos! ¡Los chucos que nos comeremos de individuos que sabemos poco y nada!

Los historiadores tienen entonces un desafío feroz: desestructurar ficciones, aniquilar mitos y acotarse a lo real que se pueda probar. El resto: minga.

La literatura es hermosa, pero para eso están Borges o Neruda. No deberíamos contaminar la historia con los fantasmas. Los fantasmas no existen y son fruto de la imaginación.

PD. Pueden criticar con fruición. Tocar al Che es —para mucho dogmático— un atentado de lesa humanidad. Para mí no. Peguen y sean felices. Os amo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad