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Está escrito en las paredes

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El Ateneo de Montevideo, germen de la Universidad de la República.

Urbanismo

El escritor y arquitecto Carlos Rehermann propone una original mirada sobre la trama urbana de la ciudad y las inscripciones que han sobrevidido por décadas.

Es común el refrán que dice "las paredes oyen". Pero un inquieto escritor y arquitecto descubrió con su cámara de fotos que, en realidad, las paredes hablan. Y a veces lo hacen con autoridad contundente, elegancia y perseverancia. Es así que Montevideo ofrece junto a su heterogénea arquitectura una enorme galería de inscripciones en sus paredes.

Carlos Rehermann es conocido por su obra literaria, galardonada en varias ocasiones, que lo han señalado como una de las voces más originales de las letras uruguayas. Tal vez movido por su deformación profesional Rehermann ha sido un constante observador de los tesoros urbanos, de ese modo comenzó a reparar en las inscripciones y luego a tomar fotos.

"No pensé que estaba produciendo un libro, para nada, sólo tomaba fotos", dice Rehermann a Revista Domingo. "Los edificios no tienen valor arquitectónico por sí mismos, por eso me concentré en las inscripciones", aclara.

Y así, a lo largo de dos años, retrató la ciudad desde ese peculiar punto de vista. El producto de ello fue este libro, Letra en la piedra - Inscripciones en arquitecturas montevideanas. La obra obtuvo el apoyo de los Fondos Concursables para la Cultura del MEC, lo cual permitió la publicación de este volumen de 126 páginas con fotografías a color y de gran calidad a un precio más que razonable para este tipo de edición, $ 789.

La Comisaría Primera en la Ciudad Vieja.
La Comisaría Primera en la Ciudad Vieja.

"Sin escritura no hay conocimiento. La pérdida de las inscripciones en los edificios de la ciudad es significativa, y está conectada con la desvalorización de la escritura como herramienta de saber, huella y memoria de la sociedad. No es apenas consecuencia de los cambios tecnológicos que permiten un recambio rápido y barato de la cartelería. Las inscripciones fugaces, pasajeras, frágiles, acompañan un modo de pensar y de tratar el conocimiento, de desconfiar de la permanencia y el pasado", escribe Rehermann en un pasaje clave de la obra que sondea en el alma de estos signos repartidos por toda la ciudad.

El Hospital Italiano.
El Hospital Italiano.

Al comentar estos aspectos sobre los que había reflexionado a lo largo de su trabajo, Rehermann vio en ello un signo de nuestro tiempo. "La impresión que tengo es que antes había una intención de perdurar en los proyectos que hacía la gente, se pensaba que las cosas durarían de manera indefinida", opina el autor.

El extenso y cuidado muestrario exhibe ejemplos de la más diversa índole. Los más "anónimos" sean tal vez aquellos pertenecientes a instituciones públicas, cuyo carácter ha cambiado con el paso de los años. Pero, sin duda, los más llamativos son aquellos que pertenecieron a firmas comerciales emblemáticas de la primera mitad del siglo XX. Y en esa categoría están por ejemplo la señorial inscripción de las grandes tiendas London-Paris (ver foto), o de las tiendas Introzzi, por citar sólo dos muestras.

"Las inscripciones en edificios montevideanos que se presentan aquí abarcan un periodo relativamente breve, que va desde el último tercio del siglo XIX al primero del siglo XX. Medio siglo de cambios estilísticos dramáticos, en parte debidos a igualmente extremos cambios tecnológicos, sociales y económicos", escribe Rehermann en el libro.

Por esta razón buena parte de estas inscripciones suelen acompañar los estilos arquitectónicos clásicos de la época, sobre todo el art decó tan típico de cierto paisaje urbano, sobre todo céntrico.

El libro de Rehermann cuenta, además, con una adecuada reseña histórica del desarrollo de la tipografía, de su correspondencia tanto con usos y costumbres como con ideas políticas y religiosas de peso en la época.

El dispensario de la Liga Contra la Tuberculosis.
El dispensario de la Liga Contra la Tuberculosis.

En tal sentido resultan del todo esclarecedoras algunas reflexiones que el autor va deslizando a lo largo de la obra.

"La sustitución del soporte arquitectónico por una cartelería degradable ocurre simultáneamente con el desconcierto universal acerca de qué hacer con los soportes de la escritura. Creamos espacios arquitectónicos para protegerlos, las bibliotecas, para conservar papiros y pergaminos antiquísimos. La cultura digital nos confunde, hoy, porque comenzamos a pensar que el papel es frágil, y que los viejos pergaminos y los papiros también van a desintegrarse con el tiempo, de manera que será mejor convertir todo en señales digitales. Pero no logramos encontrar un soporte convincente: para leer cualquier dispositivo —magnético u óptico, que de todas maneras no sabemos con certeza cuánto ha de durar— necesitamos una parafernalia externa que los fabricantes, para estimular el consumo, se empeñan en cambiar constantemente", escribe Rehermann.

La Asociación Uruguaya de Fútbol.
La Asociación Uruguaya de Fútbol.

Pero también el escritor advierte los peligros de esta fragilidad cuando comienzan a contaminar a instituciones perdurables, por definición. Y pone como ejemplo a la Presidencia de la República, en cuya fachada sobre vidrio palidecen el escudo y las letras. "Una visibilidad comprometida por la mala elección de los materiales y la pobre ejecución parecen expresar escasa confianza en la estabilidad de la institución que señala", apunta el autor junto a la foto.

La legendaria tienda London-Paris de principios del siglo XX.
La legendaria tienda London-Paris de principios del siglo XX.

Fragilidad que también contrasta con la de aquellos nombres inscriptos en piedra pertenecientes a marcas comerciales otrora muy famosas y, en algunos casos, ya inexistentes. Y resaltan, además, lo efímero de la cartelería comercial en muchas ocasiones de dudoso gusto y pésima ejecución, además de flagrantes faltas de ortografía o sintaxis.

Revelaciones que están a la vista de todo el mundo y que ofrecen un interesante material de reflexión. Nos hablan de lo que fuimos, lo que pudimos ser y lo que finalmente somos.

La histórica casa del Partido Nacional.
La histórica casa del Partido Nacional.

Letra en la piedra es, por último, un documento de gran calidad sobre la historia de la ciudad, o mejor aún, sobre los rastros que la historia dejó en la trama urbana y que, habitualmente, pasan inadvertidos para los ojos que conviven con este paisaje.

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