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Empezar a despedirse del auto

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Oslo

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En la capital noruega se están eliminando los espacios para estacionar. ¿Un presagio sobre el futuro del vehículo motorizado como símbolo de la movilidad?

Si piensa conducir en auto hasta el centro de Oslo, es mejor planificar para una estadía efímera. Porque no encontrará espacio para estacionar. La capital noruega eliminó los últimos 700 lugares de estacionamiento privados —se mantuvieron 128 lugares para personas con distintas discapacidades— para hacer del centro de la ciudad un lugar “libre de autos”.

“Lo estamos haciendo para devolverle las calles a la gente”, dijo Hanna Elise Marcussen, vicealcaldesa de Noruega, en una entrevista con The New York Times. “Y, por supuesto, es una medida amigable con el medio ambiente”. Este país escandinavo fue recientemente reconocido como uno de los más avanzados en materia de medidas ecológicas, y se ha propuesto convertirse en una nación “carbón-neutral” para el año 2030. Para 2025, la meta es dejar de vender autos con motores impulsados por combustibles fósiles.

Pero no es solo Oslo que empezó a rechazar a los conductores de automóviles. Otros destinos a lo largo y ancho del mundo están expulsando a los automóviles de zonas céntricas para reducir la polución atmosférica, disminuir las congestiones, y darle la bienvenida a ciclistas y peatones a sus calles.

Hace poco, Madrid impuso restricciones para el acceso con vehículos de no residentes de la ciudad. Londres, un poco antes, había aprobado un proyecto para prohibir los autos en muchas de las calles que conducen hacia la zona financiera de la ciudad. La aprobación de esa medida forma parte de un proceso que ya lleva un año y que se propone combatir la polución en la capital británica.

En otras partes del mundo están intentando emular esas inicativas. En París, Atenas y Ciudad de México, por ejemplo, ya se pusieron en marcha campañas para combatir la contaminación que causan los autos: en esas tres ciudades se pretende prohibir a los autos que funcionan a diesel en sus zonas céntricas para el año 2025.

En 2016, cuando en París se prohibieron los autos durantes las horas diurnas, se registraron caídas de 25% en los niveles de dióxido de nitrógeno, a la vez que la contaminación sonora también disminuyó.

En Oslo, el proyecto de sacar del centro de la ciudad a los autos comenzó en 2015, cuando una coalición de partidos políticos progresistas hizo campaña por “Una ciudad libre de autos”.

Ideas similares a las que se están aplicando en Oslo han encontrado resistencia en otras partes del mundo. Como en Dublín, donde las autoridades municipales presentaron proyectos para aumentar las zonas destinadas exclusivamente a los peatones. Y no fue fácil para Oslo llevar a cabo ese plan, aun cuando existe una extendida conciencia ecológica entre los habitantes de la ciudad. “Se ha debatido bastante este tema, hubo mucha polémica, y ha sido difícil llevar a cabo esto de una manera en la que tanto los ciudadanos como quienes tienen intereses comerciales puedan aceptarlo”, dijo Marcussen.

La resistencia más fuerte y marcada fue la de los negociantes locales, que expresaron su preocupación pensando que menos autos equivaldrían a menos clientes. Por eso, se llegó a un compromiso: en vez de una prohibición total, se aprobó una normativa regulatoria cuyo propósito es permitir solo la mínima cantidad de autos posibles en la ciudad.

Se eligieron ciertas calles solo para peatones y transporte colectivo, se limitó la posibilidad de turistas y visitantes de conducir en las calles céntricas, y se eliminaron cientos de lugares de estacionamiento, al tiempo que se mantuvieron algunos para personas con discapacidades y para tiendas y negocios que requieren de un auto u otro vehículo para poder funcionar.

La capital noruega espera poder ser una ciudad modelo para otras ciudades que están pensando en cómo restringir la circulación de autos en zonas urbanas densamente populadas. “Hace un par de décadas, era completamente normal fumar en ambientes cerrados”, comentó Marcussen. “Hoy, muy pocos harían algo así. Con los autos en el centro de la ciudad, pienso que es lo mismo. Un día miraremos hacia atrás y nos preguntaremos cómo pudimos pensar que era una buena idea”. 

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