Publicidad

El desafío de la Vendée Globe, la regata más grande del mundo

Compartir esta noticia
La Vendée Globe es la regata más grande del mundo y tiene poca participación de mujeres
Les Sables D'olonne (France), 08/11/2020.- Racing yachts at the start of the Vendee Globe 2020 single-handed non-stop around the world sailing race, off the coast of Sables d'Olonne, western France, 08 November 2020. (Francia) EFE/EPA/CAROLINE BLUMBERG
CAROLINE BLUMBERG/EFE

DEPORTE 

Es la regata más desafiante del mundo. Dominada históricamente por navegantes hombres, en esta edición celebran a las mujeres.

El reto es colosal, pero Alexia Barrier dice no tener miedo. Primeriza en la Vendée Globe (una de las regatas más grandes del mundo), la navegante francesa embarcó el pasado domingo para cubrir en solitario, sin escalas ni asistencia, la circunferencia de la Tierra. La localidad costera de Les Sables d’Olonne es el origen y el destino de una aventura que en 2020 sedujo a otros 32 participantes. Entre ellos, otras cinco mujeres dispuestas a cubrir los 44.996,2 kilómetros de viaje planetario y climático. Navegarán por el Atlántico, el Índico y el Pacífico. Recorrerán los mares del Sur en pleno verano austral; el regreso a Vendée, en cambio, será en invierno.

“La carrera es difícil, la más difícil del mundo”, reconoce Alexia Barrier en declaraciones a EFE. “Pero no quiero pensar en ello. Quiero, simplemente, disfrutar del hecho de poder estar en la salida. El tiempo será duro, pero estoy preparada para ello (...) Espero acabar, volver a Les Sables d’Olonne con mi barco de una pieza y divertirme durante la carrera”.

Su determinación ha contribuido a establecer un récord femenino de participación. Con ella, Sam Davies, Pip Hare, Clarisse Cremer, Isabelle Joschke y Miranda Merron suman seis mujeres, un máximo histórico en la Vendée Globe. La cifra es celebrada tras el sintomático 0 de 2016.

“Más hombres han caminado sobre la Luna que mujeres han completado la prueba”, apunta Pip Hare. “Eso resume lo increíble que es para mí tomar la salida. Estoy aquí para terminarla; y no solo eso, quiero volver en 2024”, revela la británica en una entrevista a EFE.

Su experiencia le invita a observar “la navegación como un deporte dominado por hombres”. Apenas el 5% de los participantes en pruebas de navegación en alta mar son mujeres. Su presencia es aún incipiente, pese al buen hacer en el pasado de Ellen MacArthur, segunda clasificada en la edición de 2000/2001. En 94 días, 4 horas y 25 minutos obró la gesta. Ella elevó notablemente el nivel, si bien Isabelle Autissier y Catherine Chabaud son reconocidas por haber roto la barrera de la participación femenina en la Vendée Globe en 1996. Anne Liardet y Karen Leibovici compitieron en 2004 y Dee Caffari y Samantha Davies en 2008. Esta última regresa con opciones de mejorar la cuarta posición que logró entonces. En 2012 no le acompañó la suerte.

La directora general del evento, Laura Le Goff, contempla la inscripción de seis mujeres como “una buena demostración de cómo está cambiando la sociedad en la actualidad”. “En esta edición estamos dando un gran paso, demostrando que las mujeres tienen su lugar junto a los hombres. Con más razón en una carrera en la que no necesitas únicamente tener músculos, sino en la que también hay que ser estratega. Y las mujeres son buenas estrategas, por lo que podríamos ver a alguna en el podio final”, dijo en entrevista a EFE.

Más allá de los resultados, Pip Hare insiste en la necesidad de encontrar “modelos a seguir”, si bien lamenta la falta de oportunidades debido al género. “Un navegante es un navegante, sea hombre o mujer”, remarca. “Eso es lo que me atrae de este deporte. Espero que el hecho de ver a seis mujeres en la línea de salida contribuya a que más mujeres se atrevan, que también ellas sientan que pertenecen al agua y que cambien la cara del deporte que aman”, expone la británica.

Sintiéndose dueña de su propio camino hasta Les Sables d’Olonne, Hare recuerda que empezó su aventura “sin un gran patrocinador”, basándose “en la ayuda de familiares y amigos”.

Con el tiempo fue sumando apoyos de empresas locales, pequeños inversores y aficionados a través de campañas de micromecenazgo, hasta que Medallia cambió su realidad. “Ahora tengo el apoyo de un equipo profesional”, celebra. De esa manera se adentra al mar. Un medio donde se siente plena.

“La navegación en solitario me da la oportunidad de empujarme a mí misma en cualquier dirección, asumiendo cualquiera de las funciones que son necesarias conocer para navegar en un barco de estas dimensiones. Me gusta que no haya excusas, que tenga que seguir adelante hacia la marca”, agrega. Pip Hare se siente preparada para lidiar con el viento, el oleaje y el hielo durante más de 70 días, en los que tratará de conquistar el “Everest del mar”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

regata

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad