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Para cuidar la piel del sol y el calor

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EN CONSULTA

Además de los conocidos efectos dañinos que tienen las radiaciones solares en cuanto al envejecimiento y desarrollo de lesiones premalignas y malignas, también llevan a un resecamiento de la piel.

Esto se ve incrementado cuando se toman baños prolongados en el mar o en piscinas, en donde la sal y el cloro empeoran aún más la situación. De allí que la hidratación tenga un papel relevante a la hora de recuperar un manto cutáneo saludable en esta época del año.

Al retornar de la playa, a la que siempre se debe concurrir en los horarios en el que el sol es menos agresivo, es decir, antes de las 10 de la mañana o después de las 16 horas, lo ideal es bañarse para retirar la salinidad y los rastros de arena. El agua debe ser tibia o fría y usar jabones cremosos o los llamados syndet, que dermatológicamente restauran el manto ácido cutáneo. El secado también es importante, debiendo realizarse con suavidad y evitando refregar demasiado. Luego, cuando la piel todavía está húmeda es el momento ideal para aplicar productos humectantes, ya que, en estas condiciones, la absorción es máxima.

Hay en el mercado una gran cantidad de cremas, lociones y aceites formulados y aprobados dermatológicamente que aseguran una buena nutrición, incluso en pacientes con terreno alérgico o piel extremadamente seca. Lo ideal es que sea el especialista el que indique la mejor opción para cada persona de acuerdo a sus características específicas.

De todas formas, en líneas generales, es conveniente utilizar productos que sean hipoalergénicos, que contengan un pH similar al de la piel, que no obstruyan los poros, y que combinen agentes hidratantes y emolientes de fácil absorción y buena textura cosmética tanto a nivel del cuerpo como del rostro.

En relación a la pregunta de si se deben seguir usando cremas antiarrugas o exfoliantes durante el verano, generalmente suele aconsejarse suspender aquellas más potentes, en base a ácidos, sustituyéndolas por otras que contengan antioxidantes o sustancias con acción que repare los componentes cutáneos. No está de más recordar que el protector solar es fundamental para poder disfrutar con seguridad de las actividades al aire libre, aplicándolo en las áreas expuestas y reaplicándolo luego de aproximadamente cuatro horas.

Por otra parte, también hay que tener en cuenta que las altas temperaturas hacen que se pierda mayor cantidad de líquidos. Si tomar agua es muy bueno para la piel en cualquier época del año, específicamente en verano es conveniente redoblar su ingesta. No hay que olvidar que tanto los niños como los ancianos tienen una superficie cutánea más delgada y delicada que la de los adultos, por lo que son mucho más susceptibles a la deshidratación.

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