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Correr en el límite

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Las carreras de aventura pueden durar 10 días

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Las carreras de aventura combinan tres disciplinas: trekking, ciclismo y remo. Se compite en equipo y llegan a durar diez días. Es una experiencia distinta a todo, dicen.

Hay algo, dicen, que es distinto a todo, a todas las disciplinas y a todos los deportes. Hay una adrenalina que es difícil de comparar, unas emociones tan fuertes que no se encuentran haciendo nada más. Es que resulta difícil imaginar algo más extremo que correr, remar y andar en bicicleta por dos, cinco, seis o hasta diez días, sin parar y durmiendo solo cuando el cuerpo ya no responde. Las carreras de aventura son una experiencia diferente a todo, según los corredores. Para empezar, dicen, solo hace falta voluntad y tener en cuenta que el entrenamiento requiere de constancia. Se trata de una carrera que combina al menos tres disciplinas: running -en muchos casos trekking (o senderismo)-, ciclismo y remo; en general se realizan en ambientes naturales, como montes, montañas, bosques, desiertos, y siempre se corren en equipos que tienen que ser mixtos. A diferencia de las carreras de calle, en las de aventura el recorrido lo arma cada equipo. “Cuando empezás te dan una hoja de ruta y el orden en el que van a ir las diferentes disciplinas. En el recorrido hay varios puestos de control, que son los lugares por los que tenés que pasar a lo largo de la carrera, pero el equipo es el que decide cómo llegar a esos lugares. Es como una búsqueda del tesoro, si no pasás por uno de esos puestos, quedás descalificado”, cuenta Nicolás Davyt, corredor y presidente de la Asociación Uruguaya de Corredores de Aventura, que el próximo domingo 16 realiza la carrera Aventura Urbana, por la ciudad de Montevideo para invitar a conocer este deporte que, aunque puede parecer duro, al final (según dicen) es una experiencia que toda persona debería probar al menos una vez en su vida.

Los locales

Si bien en Uruguay no hay profesionales, hay varios equipos que corren y compiten a nivel mundial. Ese es el caso de Gonzalo Smaldone, Federica Fornitni y Ruben Manduré, que forman el equipo de Uruguay Natural, vienen de participar en el mundial de carreras de aventura y están primeros en el ranking latinoamericano. Los equipos, dice Gonzalo, son de cuatro personas, pero ellos alternan al cuarto integrante según la carrera y las condiciones de los corredores.

Para él, este fue el tercer mundial que corrió y también una de las carreras más duras a las que se ha enfrentado en los últimos años. “La experiencia fue muy buena, porque fue una carrera muy difícil, en los últimos 5 o 6 años nunca tuvimos una con tantas dificultades como esta: el terreno era muy complicado, había muchísimo desnivel, todo el tiempo se subía y se bajaba, no tenía planos y eso para nosotros es un desafío en sí mismo, porque no podemos entrenar en montañas acá en Uruguay. El remo también era muy difícil, porque era en ríos peligrosos; fue una carrera con mucho riesgo, nos hacían hacer trekking en lugares con precipicios; pero a su vez fue hermosa, porque el lugar donde se desarrolló es increíble, mágico. Isla Reunión es una islita que está en el medio del océano Índico, del tamaño de Canelones más o menos, con dos volcanes en el medio, rodeado de selva, ríos maravillosos, una costa oceánica tremenda, un paraíso”. El equipo estuvo ocho días compitiendo y clasificó en la mitad de la tabla. Si bien su objetivo principal era meterse entre los primeros diez, con todos los inconvenientes que tuvieron, conforme avanzaba la carrera la única meta era, justamente, poder llegar a la meta. “A medida que la carrera iba transcurriendo dijimos: ‘Bueno, tenemos que terminarla sea como sea’, que no era poca cosa. Más de 20 equipos no pudieron terminar”.

Sin embargo, recuerda al Mundial de Brasil 2016 como el más duro que ha tenido que correr en toda su vida, no por la carrera en sí, sino por un error de la organización. “Fue espantosa porque tuvimos trekking de dos días y no había agua en todo el recorrido. Tuvimos que recorrer kilómetros y kilómetros con temperaturas de 45 grados al rayo del sol con una caramañola que tenía medio litro de agua y la teníamos que compartir”. A esa carrera decidieron abandonarla porque había “tres o cuatro equipos al borde de la muerte. La organización calculó que los competidores iban a demorar 20 horas en hacer ese recorrido y demorábamos dos o tres días, fue un caos”. Tanto así, que terminaron desviándose solo para llegar a una laguna que aparecía en el mapa y poder encontrar algo de agua. “Fuimos a la laguna, era una cosa horrible, de agua marrón, asquerosa, pero llenamos la caramañola, y la tomábamos como si fuera Coca Cola helada de la desesperación que teníamos”, recuerda Gonzalo.

En el otro extremo está Laura Rossi (48), que se dedica este deporte hace más de diez años y que acaba de correr la Patagonian Expedition Race, algo así como “el examen de los corredores de aventura”, como le gusta definirla. Fue una carrera de nueve días en los que la nieve, el frío, la lluvia y el viento no cesaron y que ella y uno de sus compañeros corrieron con dos integrantes de un equipo italiano. “Fue durísima porque el lugar la hace mucho más difícil al tener montañas y por la condición climática. El primer día fue todo en la nieve y además estaba nevando, ibas caminando y se te enterraban las piernas hasta las rodillas, pero bueno, se puede, te ponés en un modo robot y continuás”, cuenta. Durmieron entre tres y cuatro horas por día, menos sobre el final, que solo pararon dos horas. El último día, recuerda Laura, sintió que no iba poder, que no sabía cómo iba a hacer para terminarla. Entonces su compañero de equipo, el que corre siempre con ella, la alentó y le conversó lo que quedaba de camino para que ella se mantuviera despierta.

Una aventura para probarse

Una carrera que recorre Montevideo
Una carrera que recorre Montevideo. Foto: Carlos Perdomo

El 16 de diciembre se lleva a cabo la carrera Aventura Urbana Montevideo, que consiste en un recorrido de trekking, bicicleta y remo por lugares de la ciudad. “La idea es acercar a la gente a este deporte, que se haga más visible, que se animen”, dice Nicolás Davyt, presidente de la Asociación Uruguaya de Corredores de Aventura. Se compite en equipos de a dos integrantes y las inscripciones se realizan en www.auca.org.uy. Aclara Nicolás que esta no llega al extremo de las carreras de aventura, sino que es para adentrarse en la disciplina y divertirse.

El equipamiento que se requiere para una carrera de aventura es amplio y cada integrante deberá tener el suyo propio. En el caso de Aventura Urbana, lo único que se requiere es una mochila para cargar con algunas cosas obligatorias (como un pequeño botiquín), una bicicleta de montaña con luz trasera, casco, un silbato y una campera impermeable. Los kayaks, remos y chalecos en tanto, los brinda la organización. El tramo de remo son 2 km en kayaks del tipo sit on top, seguros y estables para que puedan hacerlo incluso quienes nunca han remado.

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