Señor ciudadano: usted está caliente con el gobierno porque le aumentaron los impuestos, porque alguno de los gobernantes gasta dinero en imbecilidades, porque hay olor a curro en montones de lados y porque usted no vive en París. Bueh, jódase y aguante.

Acá somos como somos y al que no le guste que se las tome. Nosotros, los progresistas (un "suponer" como decía "La Chona") tenemos derecho a ser igual que todos. ¿O qué se creían, que íbamos a llegar y ser muy distintos? ¡Faltaba más! ¡No nos van a llevar de pesuca!

Lo que pasa es que no entienden que nuestra causa (sigo suponiendo carajo, no se lo tomen en serio) es revolucionaria, global, antimperialista y justiciera por eso se nos permite desbordarnos un cacho. En nuestro caso, todo lo que se pasó con Ancap son "daños-colaterales-inerciales", fruto de la dialéctica peperil y guevarista. Eso es lo que sucedió compañeros, tampoco la pudramos como que se cayó el Muro de los Lamentos. ¡No entremos en la trampa de explicar todo lo del Licenciado! ¡No les hagamos el juego al enemigo compañeros!

Es verdad que a veces nos vamos al carajo porque no es fácil seguir la línea dentro de esta murga delicuescente, y porque además la derecha reaccionaria de este país nos cobra al grito. Los tipos solo miran el error baladí, la bagatela y no terminan de entender que la lucha de clases nos obliga compañeros, nos obliga a vivir y pensar como la pequeña burguesía. Por eso nuestra gente está en misión oficial en ese estilo de vida acomodaticio, para comprenderlo y poderlo combatir. ¿No me digan que no lo entendían? ¡Poniendo seso compañeros!

Compañeros, hemos descubierto además otro asunto muy grave: la envidia revolucionaria. Jodida che. Más de uno de ustedes, mis eternos compañeros, me dicen: a mí no me tocó ni una milanesa y la barra de arriba vive comprando Toblerone en el free shop. ¡Feo eso compañeros! ¡Feo mismo muchachos! ¡Nosotros no somos así, ya se los dije a los del comité El Raviolito de Fidel! ¡Nosotros somos solidarios, inclusivos, con perspectiva de género, fraternales y tolerantes carajo! ¡Bieeen toleraaaantesss joder! Si un compañero entrañable se trae un chocolatito, bueh, que lo disfrute pero cuando se lo manduque que diga la oración revolucionaria: este trocito es por ti adorado Marx, por el espíritu eterno de Fidel y por el amado Chávez que nos miran desde el reino de los cielos. ¡Y ta compañeros, ta, tampoco es que el tipo se pasó con Novick! ¡A un revolucionario se lo defiende hasta el final haga lo que haga compañeros!

¿Podemos pedir más compañeros? ¡No jodamos! Y llamemos a Oscarito Andrade que sueña con ser Lenin para que explique toda esta joda como pueda. Él tiene rostro como para bancar y argumentar este experimento social como una patología hija del capitalismo. Andrade saca unas hojitas, versea y marea a la gilada. ¡Troesma!

¡No la compliquen compañeros! Nosotros no estamos pa la pavada. Somos gente grande, tenemos un sueño gigante y nadie nos va a bajar de esa película ahora que llegamos y podemos morder todos alguna cosita, colocar alguno en el Mides y empujar asuntitos pa la barra. ¡Muchachos, muchachos, con lo que nos costó llegar acá no nos regalemos gurisada! ¡Ni un paso atrás carajo!

¡Compañeros, en la izquierda no hay chorros, no hay ladrones, no hay afanos! ¿Tá claro? Repitan esa "consina" compañeros. Es una "consina" pa todos. Y si nos enrostran números, los negamos. Si traen pruebas de choleo decimos que las inventaron y argumentamos que nos están distrayendo de lo sustancial y mostramos a algún marginado de Salto que ya viven todos en canoa y rumbeamos pa allí con el relato. ¡Qué no nos marquen la agenda compañeros! La derecha es tremenda y nos quiere sacar a toda costa. Y los periodistas que creen que nos echan, duro con ellos, cortitos en la boca al estilo peperil. Hay que decirles de todo: nabos, antipatriotas, distractores, sátrapas, subversivos y antidemócratas. ¡No seamos giles! ¡Banquemos hermanos entrañables! ¡A resistir! ¡Compañeros, no se banca que la gente crea que somos iguales a ellos! ¡No somos iguales: somos mucho peores!

CABEZA DE TURCO