Publicidad

Cómo combatir la caspa

Compartir esta noticia

Se considera que aproximadamente la mitad de las personas adultas padecen o han padecido caspa en algún momento de la vida. Esta fina descamación blanquecina surge a partir de una inflamación de la piel del cuero cabelludo que provoca una aceleración en el ciclo de renovación de las células de la zona.

El agente causal implicado en su desarrollo es el hongo Pityrosporum ovale, que vive en la cabeza tanto de aquellos que tienen el trastorno como en la de los que no lo padecen. Es decir, existe una predisposición genética a tener caspa.

El estrés es otro factor desencadenante ya que produce un descenso en las defensas del organismo que facilita el desarrollo del hongo. Por eso que es frecuente que aumenten los casos de caspa en los estudiantes en épocas de exámenes, o momentos de tensión a nivel laboral o familiar.

Clínicamente se pueden distinguir dos tipos: la seca, que se acompaña frecuentemente de picazón, y se ve en personas que tienen el pelo también seco, y la grasa o seborreica, que se acompaña de escamas de mayor tamaño, más gruesas y de color amarillento, que se adhieren al cuero cabelludo. Quienes padecen esta última, tienen un cabello graso y la piel de su cara también tiene estas características.

Existen muchos mitos en relación a la caspa. Por ejemplo, ser considerada como una infección contagiosa, que se puede transmitir por contacto directo de una persona a otra o por el uso de peines y broches. Esto no es así, como tampoco es cierto que la caspa afecte a aquellos que no asean su pelo de forma correcta o con la frecuencia suficiente.

En cuanto al tratamiento, lo primero que hay que saber es que no se puede erradicar en forma definitiva. Si bien se puede obtener una rápida mejoría y control, la predisposición genética estará siempre presente, lo que determina que el brote vuelva a producirse en caso de aparecer otra vez factores desencadenantes.

La oferta de champús anticaspa es muy grande, pero dentro de las formulaciones más recomendadas por los dermatólogos están los derivados del sulfuro de selenio, el pitrionato de zinc y el ácido salicílico. Los productos que incluyen ketoconazol al 2% son muy efectivos, ya que logran disminuir grandes cantidades del Pityrosporum ovale.

En todos los casos, se indica la aplicación del champú directamente sobre el cuero cabelludo, dejándolo actuar durante algunos minutos antes de enjuagarlo. Al comienzo, es conveniente utilizarlo todos los días o al menos tres o cuatro veces por semana. Una vez que se logra el control de la caspa, se puede distanciar la frecuencia de su uso hasta hacerlo semanal antes de suspenderlo por completo.

EN CONSULTA I DR. PABLO PERA PIROTTO

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Pablo Pera PirottoEn consulta

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad