Un clásico que se volvió gourmet

22/01/2017, 05:07

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Los comienzos fueron en un rancho de paja de Cabo Polonio, hace ya más de cinco décadas. Jacinto Pereira, alias "El Virunga", lo construyó, y más adelante su hija Gladys y su marido "Machaco" Calimaris levantaron lo que se convertiría en un clásico: el restaurante y la hostería La Perla del Cabo. Terminaron la obra en 1982, el mismo año que nació su hija Rosario, hoy al frente del emprendimiento con su esposo Gustavo Huertas.

Emplazado sobre la playa, el restaurante La Perla del Cabo cuenta con una imponente terraza. Las puertas se abren bien temprano, ya que allí preparan el desayuno para los huéspedes de la hostería. Luego, salvo un breve descanso después del almuerzo, permanecen abiertos todo el día. Con capacidad para 90 cubiertos, a mediodía suele sonar reggae; para la noche el jazz es parte de la ambientación habitual.

Más allá de su espíritu tradicional, el primer restaurante que tuvo el agreste balneario rochense dio hace dos años un giro hacia la gastronomía gourmet o "de nivel", a decir de Huertas. "Tenemos pocos platos pero todo es seleccionado para que cada uno sea espectacular", señala. La pesca, claro está, es artesanal. Los demás ingredientes son algunos de la zona, otros de San Carlos, Maldonado e incluso Montevideo. Lo que importa es la excelencia.

Entre las entradas se destacan los Langostinos Pahhh!!!! ($ 420), lardeados con bondiola curada con salsa de tomate confitado, hierbas, nueces, parmesano y ajo. Si de plato principal se trata, Huertas confiesa que tiene debilidad por el Ojo de bife ($ 630), que viene con persilade y puré de papas, aunque hay otras opciones tentadoras, como la pesca Dejeps ($ 580), artesanal a la plancha, con tapenade, limones en conserva, zucchini alimonado, puré de berenjena ahumada y aceite de menta.

La propuesta tiene también un punto fuerte en las bebidas, con una barra que, según Huertas, es "por lejos" la más completa de Rocha.