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Esos callejones amables

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José Benito Lamas, en Pocitos

A diferencia de los sombríos muros de las películas, Montevideo tiene calles cerradas con murales, jardines y vida de barrio.

LUIS PRATS

Es un clásico del cine de acción: los criminales llevan a sus víctimas a un callejón oscuro y allí, entre altos muros que cierran el camino hacia cualquier esperanza, los acribillan. Por esos pasajes tenebrosos anduvo también el Batman original. Y allí vivía el espectro del Spawn de las historietas, rodeado por vagabundos sin destino.

Montevideo, como toda gran ciudad, tiene sus paredones despintados, edificios altos que tapan el horizonte y calles que no llevan a ninguna parte. Pero en muchos casos se trata de callejones amables, con murales, jardines y escaleras que sirven de mirador. También los hay que se usan como canchita de fútbol improvisada y uno hasta conduce directamente a una cancha oficial.

En el origen de estas calles cerradas o cortadas hubo una anomalía edilicia. La ciudad se planifica en el papel, donde se dibujan líneas que serán después calles y se dividen rectángulos que se convierten en manzanas. Montevideo, como tantas ciudades levantadas por el colonizador español, tuvo su primitivo trazado en damero, con calles que se cruzaban en ángulo recto, alrededor de una plaza que albergaba la iglesia y la gobernación. En este caso, encerrada además por murallas en una pequeña península.

Al derribarse esos muros tras la independencia, la ciudad fue creciendo como una mancha de aceite hacia el Norte y el Este. A su paso, la edificación fue encontrando algunos obstáculos naturales, como elevaciones y arroyos, pero también quintas y chacras ya instaladas. Algunos barrios surgieron del loteo por promotores privados de esas antiguas propiedades, aunque varios predios grandes sobrevivieron. Las calles se abrieron eludiendo o salteándose esos obstáculos, lo que determinó que las vías de tránsito tuvieran un rumbo más desordenado y hasta caprichoso.

Fútbol y teatro.

Esto se puede ver en varios rincones de Pocitos. Por ejemplo, la calle Enrique Muñoz hace una ligera curva y luego se convierte en Cardona, que tras cruzar Luis de la Torre dobla en ángulo recto y desemboca en Cavia. Y Luis de la Torre termina enfrentándose con el muro posterior del colegio San Juan Bautista. El automovilista encuentra escape, porque allí nace Trabajo, formando una bocacalle de una sola esquina.

Pero no se trata de callejones, como sí lo es la cercana Atanasio Lapido, que termina a los fondos del amplio terreno de la Embajada de España.

Del otro lado de José Ellauri está José Benito Lamas, que después de cruzar Pedro Berro termina en un garaje y un edificio. La "cortada", como le dicen sus vecinos, permitió desarrollar allí un remanso en el vértigo pocitense, creando el sentimiento de cercanía que la propiedad horizontal vuelve improbable. Hasta no hace mucho se armaban partidos en la calle, un privilegio de zonas menos urbanizadas. Incluso hubo "funciones" de espontáneo teatro infantil, con sillas en la vereda y público de todo el mini barrio.

Otro vestigio del Pocitos más antiguo es el angosto Camino de los Hormigueros. Nació como sendero de tierra cercano al arroyo y aunque la corriente de agua se entubó, la callecita de tierra no cambió hasta los años 70, un vacío en el boom inmobiliario a pocos metros de Benito Blanco. Con el hormigón se volvió callejón, con un pasaje que la comunica con Chucarro.

El Prado, nacido a partir del paseo privado Quinta del Buen Retiro, mantiene todavía amplias quintas y caserones. Algunos predios se subdividieron. Y quedó una curiosidad semiescondida frente a la cancha de River Plate: Carlos Martínez Vigil, que empieza, da una vuelta a una pequeña plaza rodeada de casas y vuelve a salir a 19 de Abril. No es un callejón, pero como calle resulta poco convencional. A pocas cuadras, Irigoitía no cumple con el destino de todo callejón, porque "muere" contra una pared de ladrillos pero renace una cuadra más allá.

Arriba y abajo.

Como las calles montevideanas se abrieron sobre un terreno levemente ondulado, a veces la altura de una vía de tránsito no coincide con la de otra que la cruza. Así ocurre con Joaquín Requena, que termina más alta que Gonzalo Ramírez, o Edil Hugo Prato, que lo hace más baja que Bulevar Artigas. Es el fin de la ruta para los coches, pero para los peatones hay escalera.

Cerca de allí, en el Parque Rodó, está la breve calle Cabo Polonio. Empieza en Joaquín de Salterain y casi al nacer termina, prácticamente como explanada del liceo N° 5. Más hacia el Centro está Bermúdez, callecita adornada por un mural, que empieza en Ejido y termina en una casa.

Belvedere se llaman un barrio y la cancha de Liverpool, pero también es una calle que empieza en Carlos María Ramírez y termina en el portón de una tribuna lateral del escenario negriazul. En este caso, toda la placidez de los callejones se convierte en agitación cuando hay partidos importantes.

Bartolomé Hidalgo es lo más distante de aquellos callejones de película: porque encierra una florida glorieta y porque está en la muy montevideana La Figurita.

Bartolomé Hidalgo.

Una corta calle del barrio La Figurita, tan escondida que su tramo final no aparece en algunos mapas, se convierte en una placita con bancos y una glorieta florida. El mejor ejemplo de muchos callejones montevideanos, que más que una vía sin salida forman un rincón amable y bien de barrio.

Y hay más callejones.

Si se habla de callejones y murales, los hay en el pasaje Pedro Viera, entre Brito del Pino y Eufemio Masculino, en Pocitos. Cada barrio tiene, con diversas características, sus calles que no llevan a ninguna parte. En Bella Vista, Maturana cruza en diagonal Bulevar Artigas para terminar en un garaje. Nueva Aurora es un breve pasaje que sale de Angel Salvo, en el Paso Molino. En La Teja, muchas calles se vieron cortadas tras la construcción de los accesos.

BERMÚDEZ.

Barrio: Palermo, hacia el Centro - Cercano a: Ejido entre Gonzalo Ramírez y Cebollatí - Características: una cuadra corta, que desemboca en casas, una de las cuales luce coloridos murales - Su distintivo: con calzada y veredas angostas, esta calle desemboca en el tramo menos transitado de Ejido.

JOSÉ BENITO LAMAS.

Barrio: Pocitos - Cercano a: Pedro Berro, Bulevar España, José Ellauri - Características: la calle Lamas está formada por varias cuadras y después de cruzar Berro termina en un garage y la entrada de un edificio - Su distintivo: siempre fue un remanso en el vértigo de Pocitos, cualidad que en buena parte mantiene.

JOAQUÍN REQUENA.

Barrio: Parque Rodó - Cercano a: Gonzalo Ramírez - Características: la calle baja hacia el mar pero termina en una verja y una escalinata debido a su mayor altura que Gonzalo Ramírez - Su distintivo: una solución para el ondulado asiento de la ciudad, aunque no es única, también vista en Hugo Prato y Bulevar Artigas o Juan Manuel Blanes y Luis Piera.

CAMINO DE LOS HORMIGUEROS.

Barrio: Pocitos - Cercano a: Buxareo, Juan Benito Blanco, Lorenzo Pérez. Y no lejano a la rambla - Características: era una calle de tierra cercana al arroyo Pocitos. El arroyo fue entubado en la década de 1930 pero el hormigón demoró cuarenta años más - Su distintivo: por años fue una calle ajena al boom edilicio de la costa de Pocitos.

CARLOS MARTÍNEZ VIGIL.

Barrio: Prado - Cercano a: avenida 19 de Abril y Lucas Obes, frente al Parque Federico Saroldi (River Plate) - Características: no es un callejón, sino una calle sinuosa que llega a una plazoleta de césped, da la vuelta y sale por donde entró - Su distintivo: Si el Prado es una zona bella y tranquila, esta parte lo es mucho más.

BELVEREDE

Barrio: Belvedere
Cercano a: nace en Carlos María Ramírez y muere en la cancha de Liverpool - Características: muy transitada (a pie) los días de partidos importantes - Su distintivo: se lejos se ve el portón de entrada a la cancha. Imposible equivocarse aunque vaya por primera vez.

José Benito Lamas, en Pocitos
José Benito Lamas, en Pocitos
La calle Belvedere y el portón de Liverpool
La calle Belvedere y el portón de Liverpool
La calle Bermúdez, cerca del Centro.
La calle Bermúdez, cerca del Centro.
El Camino de los Hormigueros, en Pocitos.
El Camino de los Hormigueros, en Pocitos.
La calle Martínez Vigil, en el Prado.
La calle Martínez Vigil, en el Prado.
La escalera de Joaquín Requena
La escalera de Joaquín Requena
Bartolomé Hidalgo, un callejón-jardín
Bartolomé Hidalgo, un callejón-jardín

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