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Billie Eilish y un talento diferente

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Billie Eilish, la nueva ídola adolescente

NOMBRES DEL DOMINGO 

Tiene 17 años y todos sus shows alrededor del mundo están agotados. Con un estilo propio y alejado de todo, es ídola y figura de las nuevas generaciones.

Todo sucede muy rápido en la vida de Billie Eilish: la fama, las canciones, los fanáticos, los cambios, los recitales, los seguidores en Instagram, los videos. Todo sucede como si siguiera siempre las lógicas de una generación y de un tiempo al que pertenece; es el tiempo de Internet y las redes sociales, del feminismo, de la apertura, de la ansiedad, de la viralidad, de los likes y las historias, del cuestionamiento constante, de romper las estructuras.

En 2014 Billie era una niña rubia y de ojos azules que tenía 14 años, vivía en Los Ángeles con sus padres y su hermano mayor, Finneas O’Connell. Tenía un cuarto empapelado por fotos de Justin Bieber, de quien estaba perdidamente enamorada desde los 12; en 2014 todavía no se cuestionaba sobre género pero ya se vestía con ropas anchas para ocultar su cuerpo. En 2014 Billie escribía canciones con su hermano. Una noche subió el tema Ocean Eyes a Soundcloud y se fue a dormir. Al otro día su canción era viral y empezó un fenómeno que la transformó en una de las artistas más importantes de una nueva generación de ídolos adolescentes. Desde ese día la vida de Billie no volvió a ser la misma. Y ella tampoco.

En 2019 Billie tiene 17 años, un disco, When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, más de 30 millones de seguidores en Instagram, una vida de gira en gira y de concierto en concierto, una canción con Justin Bieber, otra con Khalid y tendrá una colaboración con Rosalía. Billie tiene 17 años y una generación entera que se identifica con ella. Billie es lo distinto, lo políticamente incorrecto, lo que se sale de las reglas, lo que rompe y también lo que explota. Billie es la libertad, la frescura, la melancolía y también la miseria; Billie no es como nadie y por eso todos la quieren.

Herencia

Viene de una familia de artistas. Su madre es Maggie Baird, su padre Patrick O'Connell y su hermano mayor Finneas, los tres actores de Hollywood. Fueron ellos quienes se encargaron de enseñarle a escribir canciones y a tocar el piano cuando Billie era niña.

Ni ella ni su hermano fueron a la escuela formal. Su escuela fue en la casa y sus maestros fueron sus padres, que no solo le enseñaban los saberes formales, sino que le inculcaron a sus hijos el gusto por la música y el arte. Estudió danza contemporánea desde niña y, si una lesión no le hubiese impedido seguir bailando, hubiera sido bailarina en vez de cantante.

Billie Eilish escribió su primera canción a los 13 años
Billie Eilish escribió su primera canción a los 13 años

Escribió su primera canción, Fingers Crossed, a los once años, mezclando parlamentos de su serie favorita, The Walking Dead, hasta lograr unos versos que hablaran del apocalipsis zombie y sonaran bien. Pero fue a los 14 cuando todo cambió para ella. Su hermano le escribió una canción que Billie necesitaba para poder entregarle a su profesor de danza. Billie le arregló algunos detalles y la subió a Soundcloud para poder enviárselo a su profesor. Al poco tiempo tenía más de mil reproducciones y Billie y su hermano se dieron cuenta de algo: lo habían logrado.

Desde ese día Ocean Eyes, una canción triste y suave, se convirtió en un fenómeno y hoy tiene más de 140 millones de reproducciones en YouTube. Pero ese fue solo el inicio. Tres años después grabó su primer EP, Don’t Smile At Me, y una vez más se asoció con su hermano para escribir las canciones. En 2018 Billie ya era un nombre del que todos hablaban: la querían en festivales y en clubes y ella empezaba a vivir en carne propia lo que es que miles y miles de personas se identificaran con su música y su forma de ser, aún sin conocerla.

Le resulta extraña la fama aunque sabe muy bien cómo manejarla. “Es una locura. Es realmente extraño para mí porque he estado del otro lado. Tengo 16 años, sé lo que es ser un fan loco de alguien y amar el trabajo de alguien o simplemente seguir a alguien que no sabe que existes”.

A comienzos de 2019 lanzó su primer álbum, When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, también en colaboración con su hermano. El disco incluye temas que van desde el hip hop al trap, pasando el pop y la electrónica. Pero a Billie no le importan los géneros y tampoco le interesa que la encasillen en uno de ellos. “Nunca quiero seguir siendo la misma, jamás, no quiero estar atrapada en algo, estoy cambiando todo el tiempo. Mi estilo es completamente diferente a lo que era y va a seguir cambiando, nunca quiero tener un sonido, nunca quiero estar en un género musical. A la mierda con eso”, dijo en una entrevista.

Las canciones de Billie hablan de excesos, de odio hacia ella misma, de depresión, de angustias, de melancolía. Porque, aunque tenga 17 años, ha dicho en más de una ocasión que es una melancólica por naturaleza. Sin embargo, cuando está en un escenario tiene toda la fuerza de una adolescente que tiene el mundo a sus pies: salta sin parar, hace saltar a su público, baila, recorre el espacio como si ese lugar le perteneciera desde siempre. “Hice canciones que me permitan estar todo el tiempo saltando”.

Ahora Billie vive girando. De Estados Unidos a Suiza, de Suiza a Rusia, de ahí a España y de nuevo a Estados Unidos; un show en Atlanta, otro en Tulsa y de ahí a Dallas para terminar en Huston. Todos sus recitales se agotan en cuestión de minutos y una larga lista de personas famosas se acerca al backstage a conocerla, a felicitarla, a saludarla. Julia Roberts, Thom Yorke, Sam Smith, Mel C o Melissa McCarthy son algunas de las figuras que públicamente se han reconocido fanáticas de Billie.

Aunque pertenece a un tiempo en el que todo pasa rápido y nada permanece, en el que los ídolos parecen ser casi descartables y la industria los recambia de forma constante, lo de Billie no parece, por ahora, un talento efímero.

Cuando los ídolos se hacen reales 
Billie Eilish con Justin Bieber

Hace unos días Billie Eilish subió una foto a su cuenta de Instagram, donde tiene más de 30 millones de seguidores. En la imagen se la puede ver a ella siendo niña, con un vestido rojo de lentejuelas. Pero eso no es lo que importa de esa foto.

Billie está posando en su cuarto y se pueden ver las paredes repletas de fotos y pósters de Justin Bieber, de quien se ha declarado fanática desde siempre.

En el pie de esa foto de adolescente, Billie escribió: “Bad Guy Feat. Justin Bieber. OMG. Todo es posible”.

“A los 12 años me enamoré por primera vez solo que él no sabía que yo existía”, dijo Billie en una entrevista, refiriéndose al cantante canadiense. Desde entonces su sueño era conocerlo.

Billie conoció a su ídolo durante el concierto de Ariana Grande en el en el Festival de Coachella, en Estados Unidos. Después de ese encuentro, Justin subió una foto con la cantante a sus historias de Instagram en la que decía: “Tienes por delante un largo y brillante futuro”.

Ahora, como para que el sueño fuese completo, los dos cantantes hicieron una versión de Bad Guy, uno de los éxitos de Billie, que ya se puede escuchar en Spotify y Youtube, donde tiene 25 millones de reproducciones. La imagen de la canción es, claro, la foto de Billie con los pósters de Justin de fondo.

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