La utilización de los avances tecnológicos en el mundo de las comunicaciones es una tendencia creciente a nivel mundial en el ámbito de la salud. Esto se ve reflejado en lo que se conoce como telemedicina, término que proviene de la conjunción de dos palabras que indican que se trata de brindar servicios médicos a distancia.

Uno de sus objetivos es optimizar los tiempos de resolución de las consultas, pudiendo contactar en forma rápida a especialistas para que brinden su opinión, aun estando físicamente muy alejados del lugar en donde se encuentra el paciente.

El médico puede recibir, entonces, los datos de la historia clínica así como los estudios paraclínicos, en donde se incluyen aquellos en los que la imagen es fundamental, como por ejemplo radiografías, tomografías o resonancias magnéticas. Con esta información puede colaborar tanto en la determinación de un diagnóstico, como en brindar los lineamientos de la terapéutica a seguir.

Incluso se puede entablar un diálogo entre el profesional que está presente junto al enfermo, el propio paciente y aquel médico que está conectado por medio de internet.

Otra de las áreas en las que la telemedicina está siendo muy útil es aquella que se refiere a la educación y perfeccionamiento de los profesionales del ámbito sanitario, así como también de los estudiantes. Es una realidad que en prácticamente todos los congresos de las diferentes especialidades es común que se cuente con videoconferencias de expertos en temáticas determinadas, que comparten sus experiencias a distancia. Lo mismo sucede en muchas cátedras de nuestro país, en donde colegas pueden participar por ejemplo de un ateneo para la resolución de casos complejos estando en distintos puntos del Uruguay o desde el exterior.

Hoy, es cada vez más frecuente que los médicos seamos consultados por medio de un email, en el que se adjuntan fotografías o resultados de estudios realizados.

En los últimos años se ha sumado el uso de aplicaciones de celular, como por ejemplo el popular whatsapp, que permite el envío de archivos de audio, imágenes y videos en forma sencilla y rápida.

Pero, es bueno dejar claro que como sucede con todos avances tecnológicos, éstos deben ser utilizados y valorados en su justa medida. El contacto personal sigue siendo fundamental, y debe ser la norma siempre que sea posible. Hay que recordar que para un profesional de la salud, nada sustituye el contacto directo con el paciente.

No es lo mismo ver una imagen que hablar, observar y examinar a una persona, para poder acercarse a un diagnóstico certero y brindarle así una ayuda para solucionar el problema que la aqueja.

dr. pablo pera pirotto i En consulta