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Una Yerma en la selva colombiana

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Pilar Quintana. Foto Danilo Costa

Libro de Pilar Quintana

El antiguo mandato de la maternidad.

La escritora Pilar Quintana (Cali, 1972) no ha tenido una vida convencional desde un punto de vista citadino. Durante nueve años vivió en la selva del Pacífico colombiano, lugar inhóspito, dramático y nunca aburrido, según señaló en alguna entrevista. Ese es el escenario que recoge su última novela, La perra (2017), por la que recibió el IV Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana. Su elaboración tuvo alguna particularidad, como la de ser escrita en el block de notas del celular, mientras amamantaba y dormía a su hijo, y la de trabajar el reverso de su condición vital. La perra es la historia de una mujer que no puede engendrar.

La novela comienza cuando Damaris, una mujer negra, cuarentona y pobre, adopta a una perrita recién nacida y la suma a los tres perros que ya hay en la casa donde vive, al borde de un acantilado. Lleva años de una vida ingrata junto a su esposo, Rogelio, con el que ya no tiene sexo, y en medio de un entorno social (una prima, los vecinos) donde ser mujer incluye ser madre. Incapaces de comunicarse, viscerales y básicos, los esposos no consiguen desentrañar la selva que tienen dentro ni advierten una infertilidad que excede lo biológico. En ese paisaje, la perra Chirli se vuelve símbolo que en principio parece llenar un vacío o canalizar la soledad, pero Quintana no se queda en esa opción sensible o sensiblera que otro podría seguir.

El relato avanza por acumulación de datos nimios en apariencia aunque vitales para sus personajes: las amenazas atmosféricas (lluvia, frío), la invasión de hormigas, el peligro de las temibles víboras equis, la desaparición de la perra en la selva, su preñez imprevista y además el peso en la protagonista de un pasado luctuoso que la remuerde. Con esos elementos Quintana va construyendo una estructura simple y efectiva, narrada con aspereza y descarne.

Autora de otras tres novelas (Cosquillas en la lengua, 2003; Coleccionista de polvos raros, 2007; Conspiración iguana, 2009) y un libro de cuentos (Caperucita se come al lobo, 2012), Quintana logra en La perra la estatura de un relato trágico contado sin concesiones, integrando de modo tácito el brutal antecedente de Lorca (Yerma, 1934) pero también aquel “se los tragó la selva” de su compatriota José Eustasio Rivera (La vorágine, 1924), ejercicios todos sobre lo implacable de la naturaleza humana y geográfica.

LA PERRA, de Pilar Quintana. Penguin Random House, 2017. Bogotá, 108 págs. Aún sin distribución en Uruguay.

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