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Tenebrosa modernidad

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Liliana Colanzi

CUENTOS DE LILIANA COLANZI

Una obra que se aparta de los modelos latinoamericanos más transitados

Liliana Colanzi

Ocho cuentos presentan a la escritora boliviana Liliana Colanzi (1981) en el Río de la Plata, bajo el título genérico de uno de sus relatos más logrados, Nuestro mundo muerto. Colanzi cursa el doctorado en Literatura Comparada en la universidad de Cornell, Nueva York, su primer libro de cuentos se titula Vacaciones permanentes y ha ganado el premio Aura Estrada, México, 2015, con dos historias incluidas en éste, su segundo volumen, tituladas "Caníbal" y "Chaco", representativas de la voluntad de cruzar la modernidad y sus extrañamientos con íconos y leyendas del indigenismo boliviano. La primera de esas historias narra las experiencias de una pareja de lesbianas en París, adonde llegan, presumiblemente, para entregar droga, y una de ellas queda enfrentada a su propia soledad; la segunda despliega el truculento itinerario de un niño que mata de un piedrazo a un mataco dormido al borde de una ruta, y poco después se ve invadido por el espíritu vengador del indio. El sexo, la muerte, supersticiones, fantasías y muchas formas de la impiedad recorren estos cuentos que a menudo se deslizan del realismo a los mundos fantásticos sobre un plano no siempre firme pero cargado de alusiones a los procesos de la intimidad, con finales abiertos y en alguna ocasión, crípticos.

Colanzi desarrolla climas y situaciones que van sumando capas alrededor de los personajes, instalados en el borde de la realidad y el delirio. Un niño muerto promete volver, otro, habla con extraterrestres, una muchacha descubre el comienzo del Apocalipsis mientras tiene sexo en un cine. Algunas tramas muestran desarrollos demasiado caóticos que debilitan la lectura ("La Ola", "Cuento con pájaro"), pero cuando la autora se concentra logra eficaces zonas de tensión narrativa, como en el cuento que da título al libro, una venganza amorosa ambientada en una colonia de emigrados al planeta Marte.

Liliana Colanzi suma su voz a un nuevo despertar de la literatura fantástica, el cuento de terror, distopías y ciencia ficción, géneros que regresan bajo el impacto de los veloces avances tecnológicos y el vaciamiento de sentido de amplias zonas de la realidad. Merece especial atención su intento de recuperar marcas folklóricas y populares desde una perspectiva que se aparta de los modelos latinoamericanos más transitados. Sus logros son irregulares, pero la dirección es nítida.

NUESTRO MUNDO MUERTO, de Liliana Colanzi. Eterna Cadencia, 2017. Buenos Aires, 123 págs. Distribuye Escaramuza.

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