Espinos blancos, fiestas privadas, de Mercedes Estramil, es el retorno de la autora al relato, esta vez con quince piezas de espíritu incorrecto en escenarios cercanos, reconocibles, donde destacan el pedófilo paciente, los duelos de escritores narcisistas, ex parejas que aún se quieren, amistades frívolas, tragedias y odios. Es Estramil en estado puro. (HUM)