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Nuevos cuentos de la uruguaya Cecilia Ríos

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Cecilia Ríos

Lenguaje llano y preciso

No fumes ni vayas a la guerra se titula el libro de Cecilia Ríos, una obra contundente e impostergable.

En una realidad paralela, si Cecilia Ríos (Montevideo, 1959) fuera argentina y este libro hubiese sido publicado del otro lado del charco, seguro estaríamos hablando de lo bien acompañadas que están las plumas de Samanta Schweblin (1978), Mariana Enríquez (1973) o Selva Almada (1973). La comparación es pertinente, porque siendo ellas un poco más jóvenes que Ríos, más conocidas y con mejor prensa, nada tiene que envidiarles en materia de escritura. Estamos ante una narradora de altísimo nivel, como pocas han aparecido de un tiempo a esta parte.

Pese a su bajo perfil y al tímido ritmo de publicación, Cecilia Ríos ha desatado lentamente el cordel de su obra en los últimos años. Luego de publicar la colección de cuentos Sigiloso dinosaurio (2011) incursionó en la poesía y de allí nació el extenso poema Crecida (2017), que le valió una mención en el Premio Onetti (2016). Al año siguiente, obtuvo el Premio Lussich por la novela Volver de noche, un texto ambicioso en clave de ejercicio metaliterario que recién vio la luz en 2019. Pero no es todo. Para rematar un año explosivo, regresó al cuento con la publicación de No fumes ni vayas a la guerra (2019), Premio Narradores de la Banda Oriental.

En el prólogo Rosario Peyrou apunta que los cuentos que integran el volumen “están escritos en lenguaje llano y a la vez preciso, tienen estructuras sólidas y muestran una sutileza, una capacidad de observación y de ironía, que hacen particularmente atractiva su lectura”. Y tiene razón. No son cuentos “vistosos” donde el lenguaje ostente sus propiedades de artificio, o donde aspectos poéticos, reflexivos o filosóficos se roben la escena, sino que están escritos con eficacia, transparencia y a mano alzada, es decir, con verdadero oficio. Once cuentos y un interesante conjunto de historias, donde la mayoría de sus protagonistas son mujeres. Así, observamos las peripecias de una hábil trabajadora sexual (“Fracturas”), la crisis existencial de una maestra rural en el cuento homónimo (“No fumes ni vayas a la guerra”), los inconvenientes que atraviesa la dueña de una discoteca (“Sueños y plegarias”) y los extraños ataques de sed de una adolescente en sus vacaciones (“Ley propia”). Estas son algunas líneas argumentales que el lector podrá encontrar en este libro ágil, contundente, oportuno, impostergable.

NO FUMES NI VAYAS A LA GUERRA, de Cecilia Ríos. Banda Oriental, 2019. Montevideo, 123 págs.

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